Aléjate

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Abrió lentamente los ojos encontrándose con el rostro del pelinegro que lo cubría con sus brazos que lo agarraban como si no le dejase ir. Pasaron los minutos y seguía viendo al hombre a centímetros suya que parecía dormir profundamente, tenía una mano sobre su pecho, dibujando pequeños círculos imaginarios sobre este y jugando con los pequeños pelitos que había. Bajo su mirada de su rostro a su pecho, viendo lo fortalecido que estaba el contrario y lo sensual que lucía así.
Parecía estar embaucado en el atractivo del pelinegro, siguió con las pequeñas caricias sobre su pecho hasta que el contrario fue despertando, cosa que el rubio no noto. Freddy ya despierto observaba como el menor hacía pequeños círculos sobre su pecho, sonrió enternecido ante esa escena.

— Que pasa, Gustabiño, te gusta mucho tocar por lo que veo.—Dijo el pelinegro en una voz grave debido al resiente despertar mientras llevaba una mano por la espalda baja del menor. El rubio en cuanto lo escucho lo observó al instante con una mueca de sorpresa.

—Puede ser. —Trago saliva, escuchar al contrario con esa voz le había hecho sentir un escalofrío, mas la mano que recorría de su espalda a su cadera, dónde reposo.

—¿Y yo? ¿Puedo tocar? —Dijo mientras se acercaba al rostro del pequeño chocando sus narices con ternura. Gustabo frunció el ceño con una sonrisa traviesa en su cara por la pregunta, así alejándose del contrario colocándose de rodillas sobre la cama dejando al mayor, quien seguía acostado, confuso en un principio. En un ágil movimiento se colocó encima del pelinegro volviendo a la misma distancia que anteriormente. Agarro ambas  manos de Freddy llevándolas hasta su trasero de forma grotesca.

—Si, pero hasta dónde yo diga.

—Me parece perfecto, neno.

Así ambos compartieron un apasionado beso, tocándose el uno al otro sin pudor alguno, de una forma sucia buscando explotar y tocar todo lo posible. El rubio se sentó sobre el miembro del contrario provocándole al mayor un pequeño jadeo ahogado por el beso.

—Cuidado con como te mueves.

Aviso mientras colocaba sus manos sobre la cadera del pequeño, no sabía muy bien que era lo que este quería, pero más valía que se controlase, aunque el contrario lo estaba tentando fácil a pecar. El menor no paro sus movimientos de cadera sobre el pene del mayor, prácticamente frotando todo su culo sobre este.

—Si sigues así... —Susurró entre jadeos Freddy. — esto va terminar mal... —Dijo comenzando a llevar los movimientos de cadera el también, ahora frotándose mutuamente el uno con el otro.

El contrario siguió con sus acciones esta vez escondiendo su rostro en el cuello del mayor mientras se seguía moviendo sobre el ya erecto miembro. Levanto la mirada viendo la cara del pelinegro, con los ojos entrecerrados, el ceño fruncido, su boca entreabierta de dónde salían jadeos y sucias palabras murmuradas, su rostro sudoroso y rojo, veía como las gotas de sudor bajaban por su cara que lo hacían lucir mas sensual de lo que ya era. Estaba claro que este intentaba controlar sus impulsos, pues no estaba realmente seguro de las acciones del rubio. Gustabo al saber que sus lentos movimientos sobre la polla del mayor no lo iban a hacer caer tan fácilmente comenzó a soltar unos leves gemidos al lado del oído del mayor, este fue cayendo comenzando con un camino de besos húmedos por el cuello del menor.

Iba a seguir así hasta que recordó algo, o mejor dicho a alguien, Conway, no podía hacer eso, ya ayer hizo lo que hizo solo por darle un beso al que ahora estaba enfrente suya mirándolo confundido cuando paro.

Mi gusto mas culposo | FreddytaboWhere stories live. Discover now