Mi gusto mas culposo | Freddytabo

Eres un 𝐇𝐨𝐫𝐫𝐢𝐛𝐥𝐞 hermano.

No había palabras para definir el sentimiento que sentía ahora mismo, su hermano, su protegido, su único motivo por el cuál seguía en pie, 𝐬𝐮 𝐯𝐢𝐝𝐚... Había sido secuestrado y no podía evitar sentir la culpa concomiéndole por dentro que cada vez ina creciendo más y más en su interior. Si tan solo no hubiese salido de la casa  ignorando a su hermano por completo, él seguiría aquí junto a el.

Seguía en sus pensamientos sin notar como era removido una vez más por el pelinegro enfrente suya preocupado por su estado, pues desde que escucho las palabras "hermano" se quedó estático y mudo, como si su alma hubiera salido en busca de Horacio.

—¡Gustabo, reacciona de una puta vez!

Su lenta mirada fue la primera que se dirigió al hombre que lo llamaba, seguido de su cuerpo tembloroso, su boca expresaba estar seria pero sus ojos abiertos como platos y el temblor expresaban claramente miedo y culpabilidad.

—¿Piensas hacer algo o quedarte a temblar como una gelatina, chorbo?

Las palabras del pelinegro eran duras, pero razón nunca le faltaba.

—Iré a por él. —La decisión en las palabras del menor hicieron extrañar al azabache, si, debía ir por él, pero solo no... ¿verdad?

—Iremos. —Corrigió al rubio mientras se vestía desesperadamente al igual que el menor.

—Si...

Listos los dos se encaminaron al coche, al igual que Conway se encontraban buscando al menor desesperadamente, pasaron los minutos y parecía que no había rastro alguno. Por lo que sabían ambos le llego una llamada al de traje informando de lo sucedido, y que avisarían más adelante que era lo que "querían", aun sabiendo eso Gustabo no se mantenía tranquilo, obviamente. La desesperación lo estaba consumiendo por completo, aquel sentimiento de impotencia, de no poder hacer absolutamente nada lo estaba matando lentamente y dolorosamente por dentro, como un veneno que se iba expandiendo por todo su cuerpo hasta dejarlo sin vida por completo. A ese paso sus pensamientos ya no eran suyos, todo dentro de él se estaba yendo de control, estaba perdiendo la razón poco a poco y todo aquello estaba saliendo lentamente al exterior, pues el mayor lo había notado.
Sus ojos expresaban aquel temor de perder lo único importante en su vida, lo único valioso de verdad, pero a su vez más al fondo se veía reflejado aquella ira interna que iba creciendo y de alguna u otra forma luego seria liberada...

—Gustabo. —Todos aquellos pensamientos fueron rotos por el llamado repentino, era obvio que el gallego se estaba preocupando por su estado.
—Qué. —Respondió secamente.
—Estate tranquilo, seguro no le pasara nada ¿vale? Esos pavos solo querrán dinero y ya.
—Sí.

El pelinegro iba a volver hablar hasta que nuevamente su móvil lo interrumpió, agarro este sabiendo de quien se trataba.

—Dime.
—Mirar twitter.
—¿Gustabiño, podrías ver que han subido en twitter? —Ordeno el azabache mientras seguía en llamada con Conway.
—Voy.

Tal y como dijo el menor abrió la aplicación buscando entre la infinidad de cosas hasta encontrar un vídeo que al instante reprodujo. Su hermano atado de pies y manos a una silla con enmascarados de verde atrás suya, su cuerpo se veía demacrado y su rostro demostraba cansancio. Con aquel vídeo lo único que querían era... joder a Conway, cuando realmente a quien le dañaba era a él. Pero no todo era oscuridad, había una pizca de esperanza cuando escucho al de traje hablar por el teléfono.

—Sabemos su paradero.
—Bien, pásanos la ubicación y vamos para allá. —Dijo el gallego mientras colgaba el vehículo.

Tras largos minutos de conducción la pareja de hombres llegaron al lugar. Vieron al de traje a lo lejos junto a más policías que se dedicaban a hacer perímetro en la zona.