Un pacto con el diablo

6 2 1
                                    

Abrí los ojos sintiéndome demasiado cansado y dolorido como para enfrentarme a mis secuestradores. Me habían atado a lomos de un caballo, como si ya estuviera muerto o simplemente fuera un pedazo de mercancía. Mis brazos y cabeza colgaban hacia abajo balanceándose al ritmo de la montura.

De repente, me bajaron del caballo y me dejaron caer al suelo de manera brusca. Sentí un fuerte golpe en mi espalda y buena parte de la cabeza, pero estaba tan débil que apenas pude reaccionar. El efecto de la droga y la parálisis me impedían moverme. En esos momentos, no podía hacer otra cosa que mirar las malditas botas de aquellos delincuentes mientras hablaban.

—No puedo creer que estemos a punto de completar nuestro último encargo. Por fin, vamos a pasar al segundo piso —comentó un chico corpulento llamado Ted.

—Mira, por allí vienen los goblins... —informó Roy sin hacerle caso.

Me sorprendí al comprobar que los monstruos caminaban hacia nosotros de forma tranquila. Mientras se acercaban, pude escuchar algunos gruñidos suaves, palabras incomprensibles y tonos agudos, pero no parecían ser una amenaza. Logré ver sus pies desnudos de uñas largas y sucias acercarse al grupo de Roy como si fueran amigos.

El pelirrojo dio un paso al frente para tomar la palabra.

—Hemos terminado de cumplir el contrato. Con estos tres, ya van 61 jugadores.

Uno de los goblins sonrió ampliamente revelando sus dientes puntiagudos y asintió con la cabeza como si pudiera entender lo que decía. Con mucha preocupación, miré a mi alrededor para comprobar si veía a más víctimas. No pude encontrar a Meredith, pero, en su lugar, descubrí que a varios metros había un niño pequeño tirado en el suelo.

De pronto, todos los miembros del grupo de Roy parecieron recibir un mensaje al mismo tiempo, pero desde mi posición era imposible leerlo. Conseguí enterarme de gran parte de su contenido gracias a que un idiota lo leyó en voz alta.

—"Dirígete a la mazmorra del rey Goblin. Podrás pasar al siguiente nivel de la torre sin luchar contra él. Recibes el título de «amigo de los Goblins»".

—¡Por fin! —lo celebró uno de los chicos con alegría.

—¡Oh, genial! ¡Mira qué cantidad de recompensas nos dieron por completar la misión secreta! Afinidad a magia oscura +5, +1 en todas las habilidades de Ladrón, +3 en las habilidades con veneno, +1 de sigilo... no está nada mal.

Los chicos sonrieron y se felicitaron entre ellos. De repente, Roy me miró y se dio cuenta de que estaba despierto. El pelirrojo se agachó para acercarse a mi cara mientras me sonreía con maldad.

—Veo que ya te recuperaste... tu resistencia es impresionante, pero ya no te servirá de nada. Estás muerto, Elros.

El chico me jaló por el pelo para obligarme a mirarlo a los ojos, pero enseguida compuso una mueca de dolor y volvió a soltarme.

—Mierda, ni siquiera puedo agarrarte sin sentir que me pinchan el cerebro. La magia del contrato es más fuerte de lo que pensaba. Por suerte, no he sido yo quien te ha entregado. —Roy miró a Víctor con una sonrisa cínica—. ¡Eh, Víctor! ¿Puedes darle un buen golpe por mí?

—Con mucho gusto.

El chico de la cabeza rapada me propinó una fuerte patada en el estómago y yo gemí de dolor sin poder reaccionar de otra manera. Roy sonrió complacido.

—Bueno, Elros, supongo que esta va a ser la última vez que nos veremos. Espero que mueras muy lentamente. —Roy se giró y le dio instrucciones al grupo de Víctor—. Duérmelo de nuevo. No quiero que se escape.

La Torre de los ValientesWhere stories live. Discover now