ÁNGEL RAMOS (YA EN FÍSICO).

14. Luz mata a un desgraciado.

Correr hizo su factura y nos detuvimos en un camino empedrado rodeado de árboles. Estuve muy cansado y casi vomite.
—Estoy que me quema la cola de tano correr —dijo Óscar.
Me reí.
—¿Tu cola? Óscar, tú eres mitad lobo y correr para ti es fácil —dije.
—¡No! —grito Óscar—. Correr es difícil.
Luz se acercó y me dio una botella de agua.
—Toma agua, Ángel —me dijo Luz.
—Gracias, Luz —dije.
Luz le dio una botella de agua a Óscar y ella se quedó con otra botella. Los tres bebimos agua.
—A seguir adelante —dijo Luz—. Según el mapa, Asunción no se encuentra tan lejos.
Asentí con la cabeza y volvimos a caminar hacia nuestro destino.
Nos detuvimos enfrente de un puente de madera.
—Puede ser peligroso —dijo Óscar—. Debemos caminar despacio para no caer al vacío.
Le mostré mi pulgar hacia arriba. Los tres caminábamos por el puente. Al final pudimos llegar al otro lado del puente.
—Fue fácil —dije.
—¡No! —grito alguien.
Enfrente de nosotros había…
—¡Kurupi! —grito Luz.
Para los que no saben: Kurupi es un hijo de Tau y Kerana y es distinguido por su enorme y largo pene.
—¿A cuántos hijos de Tau y Kerana ya hemos matado? —pregunto Óscar divertido.
—No se —conteste.
—Pues creo que se sumará otro en la lista, Óscar —dijo Luz.
Kurupi era muy feo y tenía la mirada de un borracho y por todo su cuerpo se envolvía su propio miembro. Hasta usaba su miembro como bufanda…
—¿Qué te hice, hermosa? —pregunto Kurupi.
—¡Tu has matado y violado a muchas mujeres! ¡Tu no te mereces vivir! —grito Luz.
—¡Te voy a comer! —grito kurupi.
Kurupi se fue encima de luz. Luz le dio una patada en los testículos. Kurupi cayó al suelo y se frotó sus partes adoloridas.
—¡Te lo mereces! —grito Luz.
Kurupi se levantó y con gran rapidez agarró el cuello de Luz y la estranguló.
—Seras una buena perra —dijo Kurupi.
—¡Luz! —gritamos Óscar y yo.
—¡No se metan en esto! ¡Esto es mi propia pelea! —grito Luz.
Tuve que respetar la decisión de Luz y me quedé quieto y solo pude observar.
Luz uso sus manos que ardían y quemó la mano de Kurupi.
—¡Perra! —grito Kurupi.
Luz le dio una patada en la mano de Kurupi. La mano de Kurupi se retorcía en una extraña forma. Kurupi gritó de dolor.
Luz dijo lo siguiente:
—Por todas las mujeres que has herido, y por todas las víctimas que has dejado atrás, tu tiempo ha llegado.
—¡¿Qué?! —pregunto Kurupi.
—¡¡¡Muere!!! —grito Luz.
Luz hizo una espada de sol y corrió hacia Kurupi. Luz, con gran agilidad le castro a Kurupi con brutalidad.
La sangre salía sin parar.
Luz agarro el largo pene y se lo metió al desgraciado por su propia boca. Kurupi estaba en el suelo. Luz se acercó y le quitó la cabeza con violencia. Luz escupió en la sangre de Kurupi y no estuvo contenta y le cortó las extremidades uno por uno.
—Es muy gráfico —dijo Óscar—. Luz me da miedo.
Luz hizo una bola de fuego y quemó el cuerpo de Kurupi.
—Que esto sirva como lección —dijo Luz—. El mal no pasará impune.
Luz se limpió las manos con agua de su botella y se relajó.
—¿Estás tranquila, Luz? —pregunte.
—Estoy perfecta, Ángel, hoy hice justicia —respondió Luz.
—¿A marcharnos? —pregunto Óscar.
—Si —dije.
Los tres seguimos caminando con el objetivo de derrotar al Rey demonio y salvar a mis padres.