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La lluvia no paraba, si seguía así, Yuki se tendría que quedar en mi casa hasta que pare y quien sabe cuando iba a ser eso. Las cosas se pusieron incómodas así que le ofrecí mi cama por si quería descansar ya que había manejado hasta acá y se había levantado temprano.

—Veamos algo— sugirió.

—¿Te gustan las series?

—Hagamos una maratoneada de alguna serie, parece que la lluvia no va a parar por el momento.

—Me gustan las series coreanas...

A Yuki se lo notaba muy cómodo en mi casa, eso me relajaba, pero me ponía a pensar.

—Bueno entonces elegí una. ¿Cuál es tu favorita?

—Bueno me gusta una que se llama "Mi adorable secretaria" o podemos ver una de mis series favoritas se llama "Mi nombre", es de acción.

—Veamos ambas— dijo sonriendo y acomodándose en la cama.

¿Cuánto tiempo quería quedarse?

—Ok, empecemos por la de acción.

Me hizo un gesto con la mano para que me sentara a su lado...¿en mi cama?.

—Primero haré té de Jasmín. ¿querés?

—Si, me gusta.

Saqué las tazas, la jarra y el cuenco, las puse sobre la bandeja y la coloqué arriba de la cama, puse el agua caliente en las tazas con delicadeza, las moví un poco y luego deseché el agua en el cuenco. Tomé el té de jazmín de su bolsita y con una cuchara de madera lo coloqué en la jarra, mientras secaba las tazas lo dejé reposar. Serví el té y le ofrecí la taza, él la agarró con las dos manos y me agradeció. Luego tomé mi taza y me acomodé mientras buscaba a mis alrededores el control remoto de la tele.

—¿Cómo es que sabes servir té?

—Hice un curso en el centro cultural coreano.

—¿Te gusta corea?

—Si, me encanta.

—¿y Japón? — me dijo fingiendo una cara triste.

—También me gusta Japón— dije al tiempo en el que encontraba el control y prendía la tele.—Veamos primero "Mi nombre".

Puse Netflix y busqué la serie, cuando empezó me di cuenta que no teníamos nada para comer, así que me ofrecí a hacer pochoclos. Puse pausa y le pregunté.

—¿Dulces o salados?

—Dulces.

—Sos del team dulce, me gusta.

—Te ayudo — dijo levantándose de la cama.

Yuki parecía estar en su propia casa, era impresionante lo rápido que se adaptaba y entraba en confianza, quizá era porque no tenía opción y estaba lloviendo con fuerza, pero quiero creer que era porque se sentía cómodo conmigo.

Agarré una olla bastante anticuada que Doña Gio me había prestado, puse aceite y el maíz, a un lado, en otra olla más chica puse azúcar para hacer el caramelo. Cuando comenzaron a explotar bajé el fuego mientras Yuki controlaba el caramelo. Una vez hechos le mezclé el caramelo y revolví como si no hubiera un mañana.

—Listo— dije al tiempo que los pasaba un bowl de plástico.

—Ahora si— dijo él.

Nos acomodamos en la cama nuevamente, puse el bowl en el medio y le di play.

Después del cuarto capitulo Yuki estaba mas que enganchado. Hacía comentarios durante las escenas más fuertes y hablaba con la protagonista dándole ánimos. Los capítulos siguieron pasando, no quería que el sueño me ganara de mano pero estaba cediendo.

Luego del capítulo siete decidimos hacer una pausa. Eran las siete de la tarde y ya debía cocinar. Me acerqué a la puerta y la abrí, la lluvia era constante y no había parado. La calle parecía un rio. Yuki se puso a mis espaldas para ojear la vista.

—Tremendo— dijo.

—Creo que haré la cena. ¿Qué querés cenar?

—Podemos comer el ramen, se me antoja.

—¿Seguro?

—Si, aparte podemos comerlo mientras vemos el último capítulo

—De acuerdo.

Comencé a cargar la pava con agua, las ráfagas de viento en la oscuridad daban aún más miedo. Yuki lavó el bowl y lo dejó a un lado mientras yo ponía el agua en el fuego. Noté a Yuki algo incómodo con las manos en los bolsillos.

—¿Qué sucede?— pregunté siguiendo mi instinto.

—Lamento tener que ocupar tu casa.

—¿Qué decís? Esta bien, mirá el clima allá afuera. Sos mi invitado, tranquilo. De hecho mi primer invitado.

—¿en serio?

—Claro que si— le dije dedicándole una sonrisa —quiero que te sientas cómodo, mi casa es tu casa, se que no es mucho pero...

En ese momento Yuki me abrazó fuerte, me tomó totalmente desprevenida, sentía su calor y era reconfortante, también era lindo sentir sus brazos sujetándome, quería que durara por siempre, mis piernas querían aflojarse y dejar de funcionar para que él me sujetara aún más fuerte, pero pude mantenerme de pie. Correspondí al abrazo, después de unos segundos también moví mis brazos y lo rodeé. Apoyé mis manos en su fornida espalda y no voy a mentir, lo disfruté.

—Gracias— dijo en voz baja cuándo nos separamos.

—¿Por qué?

—Por ser como sos— dijo y lo miré buscando más explicaciones. — Siempre me das ánimos, ahora me compartís tu casa y cocinaste para mí, me mostraste un poco de tu mundo, creo... y eso es algo que aprecio. La mayoría de las personas se acercan solo porque soy piloto y buscan algún beneficio, pero sé que sos diferente.

Su repentina sinceridad me había dejado sin habla. ¿Cómo debía responder a eso? ¿con un simple "Gracias"?

—Gracias, me dejás sin palabras, la verdad es que lo hago de corazón, me trajiste hasta mi casa y por esa y muchas razones sé que sos una buena persona, es lo menos que puedo hacer.

El ambiente se puso denso, nuestras miradas parecían intensificarse, había rayos imaginarios entre nuestros ojos por el nivel de tensión. Yuki se acercó de a poco, quedaba muy poco espacio entre nosotros, hubo unos segundos de silencio, empecé a sospechar que su intención era besarme, me puse nerviosa ¿debía aceptar? ¿Qué pasaría después?. En el momento en el que vi la decisión en sus ojos la luz decidió irse...si, justo en ese momento. Yuki acarició mi cabeza en la oscuridad y dijo "tranquila, volverá rápido...espero". Pero la luz nunca volvió, al menos hasta la madrugada cuando la lluvia por fin paró.

Ofrecí a Yuki mi cama y yo dormí en el sillón. Tuve que insistir demasiado para que él me hiciera caso. Pero dormí en paz, dormí feliz, tenia al chico de mis sueños durmiendo en mi cama, me había abrazado y según yo...casi besado. ¿Qué estaba pasando? ¿Me estaba volviendo loca?.

¿Cómo llegué a quererte tanto? || Yuki Tsunoda F1Where stories live. Discover now