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Las cosas no volvieron a ser igual, por alguna razón Yuki había tomado distancia, solo hacia mi trabajo pero cuando intentaba conversar más, las cosas se ponían tensas y Yuki respondía lo justo y necesario, aun así decidí que no importaba lo que pasara siempre le daría ánimos. Pensé que quizá tomaba distancia por los rumores, pero una vez estos desaparecieron las cosas seguían igual.

Pasaban y pasaban las carreras cada vez estábamos mas cerca del receso, lo cual en vez de alegrarme me ponía nerviosa, quería arreglar las cosas con Yuki o lo que sea que estaba mal para poder pasar unas vacaciones tranquilas, pero no lográbamos conectar. Nos encontrábamos en Silverstone quedaban dos carreras más, Hungría y Bélgica, el tiempo corría.

En Silverstone Yuki quedó P6 era una buena posición teniendo en cuenta las malas carreras anteriores. El equipo decidió festejar ya que teníamos una semana libre antes de la próxima carrera. Pensé mucho si ir a la fiesta o no. La última vez que había salido de fiesta se difundieron los rumores y me daba mala espina, pero después de todo el arduo trabajo creí que me lo merecía.

El equipo había alquilado una terraza hermosa bastante lejos de la pista, pero el viaje había merecido la pena, con Robert y Ty, mis dos compañeros infaltables subimos al ascensor.

Me había vestido formal con una camisa blanca y pantalones anchos negros que me llegaban a la cintura, zapatos altos del mismo color, cartera negra y blazer negro. Como no llegué a tiempo solo me delineé, puse sombra con brillo, pinté mis pestañas y agregué blush anaranjado a mis mejillas y pinté mis labios en el camino con una tinta anaranjada también, se veía natural y sencillo.

Al llegar nos impactó la hermosa vista, estaba atardeciendo, era la Golden hour, "ideal para fotos" pensé.

—Chicos, saquemos una foto— les dije.

Saqué mi celular y nos tomamos una selfie, quería hacer memorias lindas para tenerlas presente cuando me sintiera mal.

Saludamos a Michael y a otras personas del team, pero no veía a Yuki por ningún lado.

—Tranquila va a venir— dijo Robert revoleando los ojos.

—¿Tanto se me nota?—

—Si, tonta, disimulá— me dijo despeinándome.

El único que era un santo era Ty, que nunca decía nada y a veces me protegía de las bromas pesadas de Robert. La terraza comenzaba a llenarse así que nos movimos hacia la baranda de vidrio y acero que daba un poco de vértigo. Nos ofrecieron, lo que creo que era champaña, en una finísima copa, la tomé decidida, si quería hacer lo que tenia pensado iba a necesitar alcohol en sangre.

En ese momento vi a Yuki entrar y saludar a varias personas. Estaba vestido con una camisa blanca con dos botones desabrochados en el pecho, que dejaban ver su cadena de cruz y pantalones negros con zapatillas blancas. Otra vez la casualidad nos atravesaba, los dos vestidos muy parecidos, parecía que nos habíamos puesto de acuerdo. Nuestras miradas se cruzaron, pero no le pude sostener la mirada, así que me giré hacia la vista preciosa y bebí un trago largo que me quemó el estómago. Me di cuenta de que estaba muy enamorada de él y era muy tarde para deshacerme de estos sentimientos. Se veía muy bien, con cualquier cosa que se ponga, hacía que mi cuerpo tiemble, que mi rostro ardiera y mis manos sudaran.

Yuki intentó evitarnos o evitarme... pero Robert lo llamó de una manera amistosa y no le quedo opción más que saludar. Se acercó, esta vez su perfume era dulce pero no tan empalagoso, no se parecía en nada al que solía usar "mas varonil", aunque este era igual de embriagador.

—Hola, chicos— dijo serio.

—Hola— dije sonriendo.

Yuki clavó la mirada en mis labios, mis manos comenzaron a temblar, el contenido liquido de la copa me delataba.

¿Cómo llegué a quererte tanto? || Yuki Tsunoda F1Where stories live. Discover now