Capítulo 11. Lorena

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We're gonna dream a little bigger
Laugh a little harder
Sing a little louder now
We're gonna dance a little bolder
Love a little better
Take my hand, I'll show you how
Un mond qui s'illumine, Cast - Disneyland Paris

Julio llegó, y con él también llegó el viaje con el que llevaba soñando desde niña. Mi familia y yo por fin habíamos podido ahorrar para ir a Disneyland y a París durante una semana y media.

El día de nuestra partida, tuvimos que levantarnos demasiado pronto para coger un avión desde el aeropuerto de Vigo hacia la capital francesa, donde lo primero que hicimos fue ir en un autobús hacia nuestro primer destino en esa ciudad: Disney, y más concretamente, el hotel Santa Fe, donde pretendíamos alojarnos los cinco primeros días.

La fachada del hotel contaba con un cartel neón gigantesco en el que se podía leer el nombre del mismo y una imagen de los personajes de la película Cars, ya que era su temática. Aún no había visto nada del parque y yo ya estaba boquiabierta, con la piel de gallina y las lágrimas a punto de caer por toda la emoción que sentía.

Entramos al edificio y, como era de esperar, la recepción y todo lo que la rodeaba era tenía una decoración súper colorida y bonita.

Bonjour — pronuncié en un francés bastante malo cuando la chica sonriente, de pelo negro y rizado que se encontraba detrás del mostrador me miró. Me fijé en la placa que llevaba en el uniforme y pude saber que se llamaba Eva.

— Bonjour, ¿sois españoles? — nos preguntó en un perfecto español.

— ¡Sí! — Exclamé emocionada de poder hablar mi lengua materna ya que me sentía más cómoda.

— Yo también — nos explicó con una sonrisa de oreja a oreja —. Me hace mucha ilusión encontrarme con españoles por aquí. Venís a hacer el check-in, ¿verdad?

— Así es — asintió mi madre —. ¿Y de qué parte de España eres?

Eva nos pidió unos cuantos datos y que nos hizo firmar un documento mientras seguía hablando con nosotros.

— Soy de Córdoba. Vosotros sois del norte, ¿no?

— De Galicia, concretamente — intervino mi hermano.

— Os ha delatado el acento — confesó Eva riendo.

Tras una pequeña charla con la recepcionista, teníamos por fin nuestra llave para la habitación, donde nos quedaríamos los cuatro ya que contaba con dos camas dobles. Y, como no podía ser de otra manera, la habitación, también era muy colorida y decorada con motivos de la película de Cars.

Lo primero que hicimos una vez instalados, fue darnos una ducha y arreglarnos para salir a comer a un sitio de comida rápida que nos había recomendado la chica de la recepción ya que para otros restaurantes teníamos que tener reserva, lo cual no habíamos hecho para el primer día por si no nos daba tiempo a llegar. El resto de la tarde la dedicamos a ver todo el parque como si no tuviésemos más días, porque no había tiempo que perder y queríamos empaparnos de toda la magia de ese sitio.

Lo que más me sorprendió en esos cinco días fueron los espectáculos que había por las calles del parque, en especial uno especial del treinta aniversario en el que había un montón de bailarines. En ese momento lo habría dado todo por ser una de ellos y, como si me leyese el pensamiento, mi hermano me dio un codazo para llamar mi atención y me dijo:

— ¿Por qué no te presentas al casting, a ver si te cogen como bailarina?

— Noa, ya sabes lo que es para mí el baile... — suspiré — no podría dedicarme a ello profesionalmente. Es solo mi vía de escape, algo demasiado personal como para convertirlo en mi fuente de ingresos y hacer que mi vida económica dependa de ello.

La primavera que hay en tus ojosजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें