19. Mío

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No importaba cuanto aspirara. No era suficiente...

El omega solo podía sentir como todas sus preocupaciones se hacían pequeñas, como si pudiera saber de antemano que todo estaría bien. Wang todavía estaba tenso mientras el se embriagaba del aroma del alfa... Pero este omega, solo podía querer más hasta que su cuerpo se empezó a sentir cada vez más liviano.

Cuando Wang que no terminaba de abrazar al omega sintió que el cuerpo que le rodeaba se deslizaba como si fuera mantequilla, separó su rostro levemente para ver al omega con los ojos cerrados respirando pacíficamente... Con los labios entreabiertos, como si nada del mundo pudiera perturbarlo, pero ahí estaban las lágrimas secas que Xiao apenas había derramado.

Quiso poner al omega sobre la cama, el alfa no quería cargarlo, pero era eso o arriesgarse a arrastrarlo y que probablemente se despertara. Así que terminó por hacerlo, con el único fin de escabullirse lentamente una vez que dejara el cuerpo sobre la cama.

Sin embargo, una vez dejó caer el cuerpo en la cama con total cuidado, se dio cuenta de que Xiao no solamente le sostenía con firmeza y cuando  intentó removerse, el ceño del omega se frunció de inmediato...

Sin embargo, ahora estaba muy tenso... El cuerpo del omega estaba levemente húmedo, su piel estaba enrojecida y sobretodo lo más problemático la bata de baño que este omega se había medio puesto se había abierto hacia los lados.

Wang apretó los dientes sosteniendo su cuerpo con sus brazos a cada lado. No podía creer que estuviera en semejante situación... Solo podía buscar la manera de huir de ahi, pero la sola idea de perturbar la paz del omega que parecía desecho hace unos minutos le corroia las entrañas.

Wang se resignó y a regaña dientes supo que no era mucho lo que debía hacer, sin embargo por muy fuerte y musculoso que fuera como alfa, no podría sostenerse por mucho tiempo en esta posición  sobre el cuerpo de Xiao sin dejar caer el peso de su propio cuerpo.

Los ojos de Wang se deslizaron nuevamente y cuando se descubrió a sí mismo cruzando el umbral del estómago hacia abajo. Wang apretó los dientes. Tenía que terminar con esto pronto.

Así que como pudo hizo que el peso de Xiao cayera sobre el suyo mientras intento reorganizar en vano la bata.

Ahora su instinto alfa estaba disparado. El mismo contra el que había luchado desde siempre para ignorar el cuerpo semidesnudo sobre el suyo.

Wang tomó su comunicador.

— Dylan... Necesito refuerzos.

— ¿Señor? ¿Hemos recibido un ataque?

Era de madrugada. Así que Dylan contestó con urgencia. No podía creer que hubieran roto su sofisticado sistema de seguridad.

— No es eso. Tengo un omega... Sobre mi. — Dylan se dio cuenta de lo tensa que estaba la voz de Wang. — Un omega dormido y  desnudo.

—¿... ? — Además de estar somnoliento. Dylan estaba confundido y realmente pensó que había escuchado mal.

— Olvídalo. — Wang maldijo repasando las dos palabras que había usado para describir el estado de Zhan. No era que tuviera ningún sentimiento encontrado, pero con esta situación... Estaba seguro que ningún omega se sentiría agradecido de ser exhibido en su intimidad. Así que aborto la idea de pedir refuerzos y trató de soportar con ahínco la situación.

El era un alfa. No uno cualquiera, sino quien durante la mayor parte de su vida había luchado con un instinto rebelde y voluntarioso, que incluso contaba con una forma no humana para escapar de las estrictas reglas impuestas racionalmente.

YIZHAN Proyecto Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora