Bienvenida al Bournemouth Private Academy

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NARRA SARAH

Después de 30 min mi madre dejó de perseguir a mi padre y se sentaron en el sofá a descansar. Durante ese tiempo descubrí muchas cosas sobre Anna. A ella también le gusta el anime, la música Pop-Rock-Indie, y muchas más cosas. También mencionó que desde la separación de nuestros padres, ella y papá han estado viajando por todo el mundo, y que por esa misma razón no tiene muchos amigos. Yo, por mi parte, le comenté que había ido a Japón, y que amigos tenía muchos, le prometí que se los presentaría. Además, ambas hemos decidido descubrir el secreto que nos ocultan nuestros padres.
   - Chicas -llamó mi papá, nos dirigimos hacia ellos.
   - Anna, te hemos inscrito en el instituto donde estudia Sarah -explicó mi mamá.
   - ¿Cuál es? -preguntó Anna.
   - Bournemouth Private Academy -dijo mi mamá.
   - ¿Vas a un instituto de pijas? -me preguntó Anna con los ojos abiertos como platos.
   - No es de pijas, yo también pensé lo mismo que tú cuando mamá me dijo dónde iba a estudiar. No todos allí son tan engreídos como parece, al menos mis amigos no -le aclaré.
   - Vale -dijo Anna no muy convencida. Entonces le dirigí una mirada que solo mi hermana gemela podría entender. Ella ladeó la cabeza en señal de aprobación.
   - Papá, mamá,  ¿qué nos ocultan? -preguntó mi hermana, mis padres se tensaron.
   - Eso es algo que más adelante diremos -dijo mamá.
   - Sarah, ¿por qué no le enseñas tu cuarto a Anna? Así también se va haciendo una idea de cómo es la casa. Tu padre y yo vamos a salir -comentó mamá.
   - Okey, vamos Anna -dije.  Anna y yo subimos las escaleras hacia el segundo piso donde se encontraban las habitaciones.
   - Esta es la mía -dije señalando una puerta blanca-, y esa es la tuya -dije señalando la puerta que había a mi derecha-. Cada habitación tiene baño propio. Ah, por cierto, las clases empiezan mañana.
   - ¡¿Qué?! -gritó mi hermana.
   - Sí, ¿no te lo dijo papa? -Pregunté.
   - No, a mí nadie me dijo nada -dijo molesta-. Voy a tener que empollarme todos los libros que pueda esta noche.
   - No te preocupes por eso, dedícate a dormir que ha sido un largo viaje y estarás cansada. Además, mañana conocerás a mis amigos -le sonreí.
   - ¿Crees que les caeré bien? -preguntó ella, algo tímida.
   - Por supuesto que sí -dije yo-. Si somos iguales jajaja

Estuvimos un rato más mirando habitaciones y haciendo comentarios del instituto. Entonces le pregunté si quería cenar algo y bajamos a la cocina. 

   - ¿Puedes cocinar tú? Cuando tenía 11 años estuve a punto de quemar mi casa de Florencia -dijo Anna.

   - Eso suena muy divertido, pero apuesto a que a papá no le hizo ni pizca de gracia. 

   - Pues la verdad es que no jajaja

   - Tranquila, cocino yo. A los 8 años mamá me apuntó a un curso de cocina.

Sobre las nueve Anna y yo ya habíamos acabado de cenar y nuestros padres aún no habían vuelto. 
   - Sarah -dijo Anna.
   - Dime.
   - ¿Qué crees que nos ocultan nuestros padres? -preguntó Anna.
   - No lo sé, hermana, pero lo averiguaré cueste lo que cueste -dije.

Hubo un silencio entre nosotras hasta que Anna lo rompió de nuevo.

   - Oye, Sarah ¿alguna vez te haz enamorado? -preguntó.
   - Um... sí -dije con una pequeña sonrisa en la cara.

Ahí terminó nuestra conversación. Cuando Anna llegó me di cuenta de que era muy tímida, admito que yo también, pero lo suyo es algo más agudo. Comencé a dudar sobre si iba a conseguir hacer amigos, a mí al principio me costaba un poco, pero luego me solté. Ella debería hacer lo mismo.

   - Me voy a dormir -dijo Anna bostezando.
   - Buenas noches -dije yo con una sonrisa. Por fin mi familia estaba junta de nuevo y esperaba que no me volviesen a separar de Anna, quiero recuperar nuestro tiempo perdido.
Subí a mi habitación, me eché en mi cama. Desde mi cama podía ver mi mesita de noche, en ella había una foto de mí y de Anna cuando eramos pequeñas. Recuerdo que la gente nos solía confundir y eso me hacía reír un montón. Seguía pensando en todo los momentos que pasé con Anna de pequeña hasta que me quedé dormida.
   - Sarah -dijo mi madre entrando a mi habitación.
   - Déjame dormir, mamá -dije adormilada.
   - Tienes que ir al instituto, rápido vístete. Tu hermana ya está abajo desayunando.
   - Ya bajo -contesté mientras mi madre salía de la habitación.
Me puse unos jeans rasgados y una camiseta color azul con el logo de superman y mis queridas vans, recogí mi cabello rubio en una cola alta y lista. Normalmente deberíamos de llevar uniforme, pero por ser el primer día el director permite la ropa informal. Bajé a desayunar y se encontraban todos en la mesa.
   - Buenos días -dije sonriendo.
   - Buenos días, Sarah -dijo Anna. Su cara rebosaba alegría, pero estaba llena de ojeras.
Después de desayunar Anna y yo nos fuimos en el coche de mamá hasta la puerta del instituto. Yendo en coche no se tarda más de media hora, pero andando puede tardarse horas, Anna lo sabrá mejor que yo ya que ella vino andando.
Al llegar bajamos del coche y nos despedimos de nuestra madre. Ella nos deseó suerte.
   - ¿Estás lista Anna? -pregunté.
   - Claro, bueno, más o menos. Tengo que confesar que soy un poco tímida y no sé si...
   - No te preocupes yo también lo era al principio, pero siempre estarás conmigo. Mamá se encargó de que nos pusieran juntas en las mismas asignaturas -sonreí.
   - Sarah -gritaron unas voces detrás de mí.
Me di la vuelta y me encontré con mis mejores amigos. 
   - Hola, chicos -dije sonriendo- les presento a mi hermana gemela Anna -dije señalando a la rubia.
   - Hola -dijo Anna, más tímida que la noche anterior.
   - Hola, yo soy Emily -dijo la pelinegra.
   - Bienvenida al Bournemouth Private Academy -dijieron Jace, Jackson y Martha.

Un Secreto entre Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora