¿Princesas?

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NARRA ANNAH

   - ¿Qué quieres decir con que no sabes si eres un vampiro? -Pregunté horrorizada.

Aiden y yo nos encontrábamos dando vueltas por los jardines de aquel inmenso lugar. Le había comentado que estaba cansada de bailar y como mi hermana estaba con Dylan y no quería molestar, la mejor opción era dar un paseo. Entonces fue cuando Aiden me contó todo. 

   - Ya te lo he dicho. Mis padres son vampiros, o eso dicen. Pero según he leído, dos vampiros no pueden tener más hijos vampiros -me explicó.

   - ¿Y mis padres? ¿Me estás diciendo que yo no soy vampira?

   - Sí lo eres, y no entiendo por qué. Puede que...

Su expresión se tornó débil. Yo quería seguir hablando del tema, todo me parecía tan jodidamente complicado. Pero no quería que él se viera forzado a hablar. 

   - Está bien, da igual, ya me lo contarás cuando tengas tiempo, o cuando te encuentres mejor. 

   - Anna, yo...

   - Aiden, a penas te conozco. A penas conozco a mi hermana gemela. Hace menos de un día que sé que soy un vampiro. Esto es más confuso para mí que para ti. 

Nos quedamos en silencio contemplando nuestros rostros bajo la luz azul de la luna. En aquel momento, una voz que me resultaba familiar gritó mi nombre.

   - ¡Anna! ¡Aiden! -era Sarah, y venía acompañada de Dylan- Pasemos dentro, la ceremonia está a punto de comenzar. 

Una vez dentro nos reunimos con nuestra madre. Y nos explicaron que debíamos subirnos a un escenario para hablar. Comenzó Sarah, ella es mejor que yo para hablar en público, aunque por lo que vi, no mucho mejor que yo. 

Con eso de la sorpresa de que resultaba que éramos princesas mi mundo se vino abajo. Miré a Aiden en cuanto escuché a mis padres decirlo delante de toda aquella gente que nos aplaudía. 

   - Y ahora, que continúe la fiesta -dijo mi madre.

Bajé del escenario casi tambaleándome a causa de la noticia. Aiden me agarró por el hombro y me condujo fuera de la sala, de nuevo.

   - Tenemos que averiguar la verdad. Todo esto de golpe, es demasiado -me susurró al oído una vez que estábamos en el hall del castillo. 

   - Debe de haber una biblioteca en algún sitio. 

   - ¿Por qué quieres ir a una biblioteca? -me dijo.

   - Porque ahí es donde suele haber más información. Y si no hay una biblioteca, me sirven los archivos de los expedientes de la directora -debí de sonreír de una forma casi diabólica, porque Aiden se sorprendió y luego rió.

   - Arriba.

Y subimos las escaleras del castillo. 



Un Secreto entre Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora