Un Secreto entre Tú y Yo

¿Anna?

NARRAH SARAH

No sabía en qué momento había desaparecido mi hermana con Aiden, sólo sabía que ya no estaban en el salón de actos.  Lo peor de todo es que no podía moverme debido a la pesada de la señora Flirtch, quien no hacía más que contarme sus historias de cuando era una joven y apasionada vampira. 

   - Dylan... - susurré, mientras la señora Flirtch seguía hablando, auqneu esta parecía no darse cuenta de mi cara de aburrimiento.

   - Dime.

   - Mi hermana ha desaparecido.

   - Oh, vamos, seguro que está por ahí liándose con Aiden.

No me hizo gracia el comentario, pues por lo que sabía hasta el momento de Anna, seguía igual que con cuatro años: era una chica responsable, y no tendía a meterse en líos, de ninguna clase.

   - En serio -dije.

   - Está bien -fue su último susurro-. Disculpe, señora Flirtch, amamos sus historias y las estamos escuchando con mucha cautela, pero mi acompañante se encuentra un poco mal, así que creo que debería salir a tomar el fresco un rato. Volvemos en unos instantes.

La señor Flirtch asintió con la cabeza y Dylan y yo desaparecimos entre la multitud. 

Una vez en el patio los buscamos como locos, llamándolos a gritos. Incluso fuimos a donde los habíamos encontrado anteriormente charlando. Nada. Por ningún sitio. 

   - ¿Dónde se te ocurre que pueden estar? -pregunté, algo ya atemorizada.

   - ¿Te ha dicho algo Anna recientemente? ¿Algo acerca de algo que quiera averiguar?

Pensé unos instantes, vacilé y al final añadí, casi eufórica:

   - ¡Nuestro secreto! Siempre anda diciendo que quiere saber más sobre los vampiros y el hecho de que nuestra familia sea como es.

   - A la biblioteca, rápido.