Clase de Biología

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NARRA ANNA

Biología era mi asignatura preferida. La fauna, la flora, el mundo en sí, es precioso todo. La profesora parecía cariñosa, aunque algo estricta, pero me cayó bien. Al principio nos dispusimos a sentar cómo queríamos, cuando ella dijo "por orden de lista". Vi cómo todos ponían cara de asco, en mi antiguo instituto también solía pasar eso cuando los profesores nos sentaban como ellos querían. Pero a mí me daba igual, porque estaba segura de que iría con mi hermana.

- Sarah Wilson –dijo la maestra-. Tengo entendido que usted tiene una gemela en esta clase, ¿no es así?

- Sí.

- ¿Se llevan bien?

- Estupendamente, señorita –dijo mi hermana muy sonriente. Por un lado me alegró que pensara que nos llevásemos bien, pero por otro sentí cómo la había cagado.

- Entonces usted se sentará con Dylan Johnson y su hermana con el otro joven, emmm, Aiden.

- Mierda –susurré.

NARRA SARAH

   - Mierda -susurró Sarah.
   - Perdone, señorita, pero preferiría sentarme con Anna -dije sonando lo más tranquila posible.
   - Señorita Sarah Wilson se sentará con el señor Dylan y punto -dijo la vieja amargada de biología. Me gustaba bastante esa asignatura, pero lo que complicaba las cosas era que a la profe yo no le agradaba debido a una broma que hize el curso pasado. En realidad, nada importante, solo le tiré pintura verde en el pelo y le manché su blusa de Channel, suele pasar.
Suspiré rendida y me senté al lado de Dylan. No es que no me agradase, pero preferiría sentarme con Anna. Vi de reojo como Anna bufaba y se sentaba con Aiden, creo que ambas sentíamos lo mismo.
La clase de biología se me hizo eterna pero divertida, Dylan no dejaba de poner caras raras cada vez que la profesora explicaba algo nuevo, lo que terminaba ocasionando un intento fallido de reprimir mi risa. Entonces la profesora vio las caras de Dylan y habló:
   - Señorito, Johnson ¿se encuentra bien? -preguntó la profesora, todo el mundo le caía bien, todos menos yo.
   - Sí, ¿por qué? -preguntó Dylan.
   - Porque no deja de poner muecas raras -dijo la profe, a lo que yo no pude evitar estallar en carcajadas, que eran de todo menos silenciosas- ¿Y usted de qué se ríe? -preguntó la profesora dirigiéndose a mí.
   - N-no, de nada -dije entrecortada por la risa.
   - Bueno, cállense si no quieren irse a dirección -dijo para volver a dar su clase.

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Nos encontrábamos en el recreo. Anna estaba rara, no hacía más que mencionar cuánto le dolían las encías en la parte superior de los colmillos, y por si fuese poco, tenía ganas de morder a la gente. Estábamos picando algo de comer en la cantina, enseñándole un poco la zona a Dylan, cuando Aiden pasó por al lado de Anna y... ella se lanzó a su cuello y le ¿mordió? Dylan y yo nos quedamos perplejos, pero Aiden debió de entenderlo como un arrebato de amor hacia su maravillosa belleza, y quiso seguirle el juego. 
   - Anna, querida, ya sabía que te gustaba pero no hacía falta que me mordieses -dijo Aiden sonriendo, todos los que pasaban empezaron a susurrar cosas. ¡Genial! Otro rumor más que aguantar.
   - Me duelen las encías -dijo Anna poniendo cara de dolor. ¿Qué rayos pasa con Anna? Y ¿Por qué Dylan a mi lado se tensó? ¡¿Qué mierda estaba pasando?!
Tantos misterios por resolver, y yo Sarah Wilson no pienso dejarlos pasar.

Un Secreto entre Tú y YoWhere stories live. Discover now