La foto

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La alarma no paraba de sonar, y Violeta la apagó mientras gruñía. ¿Por qué narices tendría una alarma puesta después de una fiesta? Fue entonces cuando lo recordó, tenía que ir a unas firmas a las 12 de la mañana.

— Mierda... — Susurró abriendo sus ojos y pasando ambas manos por estos, sintiendo que su cabeza explotaría en cualquier momento. 

Se incorporó en la cama y tuvo que poner una mano sobre su cabeza al sentirse completamente mareada. Cuando volvió a abrir los ojos miró a su alrededor, no estaba en su casa. ¿Dónde estaba? Intentó buscar alguna pista y entonces lo recordó, estaba en Madrid, por lo que estaría en el piso de Denna, el cual no había visitado aún. Pero... ¿cómo narices había llegado hasta ahí? Lo último que recordaba era desmayarse en mitad de la calle, después de escribirle a...  

Oh, mierda pensó la pelirroja, cogiendo con velocidad su móvil para comprobar que realmente le había escrito y no había sido un sueño.

— Mierda otra vez.— Volvió a susurrar cuando vio que la conversación con Sofía sí que había pasado y no había sido solo producto de su imaginación. 

Dejó caer el móvil sobre la cama y tuvo ganas de golpearse la cabeza contra la pared. ¿En qué momento se le ocurría escribir a Sofía en vez de a Denna? ¡O incluso a Alex! Había quedado en ridículo con la chica que ahora la odiaba,  había quedado en ridículo con la chica que había ignorado durante dos meses. 

Aprovechó y miró la hora, eran las 10 de la mañana, por lo que tenía dos horas para despertarse por completo y llegar al lugar de las firmas, que no pillaba muy lejos, o al menos eso le habían dicho. El taxi para llevarles allí pasaría a por ella a las 11:30, por lo que tenía una hora y media para prepararse.

Como pudo y con un dolor de cabeza que nunca antes había tenido, se levantó de su cama y se metió en el baño, decidiendo ducharse antes de hacer cualquier otra cosa, para intentar bajar un poco el dolor de cabeza y poder tener mejor cara que la que tenía en esos momentos.

Quince minutos después ya estaba fuera de la ducha, con el pijama otra vez puesto ya que había decidido que desayunaría en pijama, y salió del baño para empezar a caminar mientras buscaba la cocina, de la cual provenía un muy buen olor, por lo que supuso que Denna estaba cocinando algo.

— Que bien huele, Denna, ¿resulta que ahora te has hecho cocinera? — Vaciló la pelirroja mientras llegaba a la cocina, frenando en seco y teniendo que pasar una mano por sus ojos para asegurarse de que no estaba soñando aún.— ¿Sofía?

— Buenos días a ti también.— Susurró la menor, mirando a Violeta con mala cara, para después suspirar.

— Espera, estoy algo confundida ahora mismo.— Murmuró Violeta, siguiendo con la mirada a Sofía mientras esta se movía por la cocina, preparando algo de desayunar.

— Estás en el piso de Ruslana.— Explicó Sofía sin mirar a Violeta a la cara, la cual alzó ambas cejas, sorprendida y asustada.— Ruslana y Chiara están en el piso de Bea y Álvaro, Martin está con Juanjo y tú me suplicaste que no te llevase con Denna, porque no querías que se enfadase contigo. Como comprenderás no iba a dejarte en la calle estando como estabas, así que te traje aquí. 

— Viniste a por mí...— Susurró la pelirroja, aún sorprendida de que Sofía hubiese ido a por ella en vez de ignorar sus mensajes como ella había hecho los anteriores dos meses. 

— Si bueno, me pediste que fuera así que...

Sofía alzó ambos hombros, dejándole en una pequeña mesa que había allí un par de tostadas a Violeta, no muy quemadas y sin los bordes, junto a  un café con mucha leche y poco café a su lado. 

Ya no te hago falta [Violeta OT 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora