Capítulo 18

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Aitana Méndez

Caminó por los pasillos de la Casa Blanca saludando a algunas personas y compañeros que se alegraron de verla de vuelta.  Nuevamente la sensación de familiaridad y de estar en un lugar a donde encajaba, floreció y se extendió por su pecho, sabiendo que no había sido desamparada.

Justo dobló por un pasillo, a donde estaba la sala de descanso de los trabajadores y sucedió su primer incidente con la presidenta, para prepararse su café de siempre, guando escuchó la exclamación de varias voces "Bienvenida". Se sobresaltó por el estruendo y por la sorpresa, para después reír emocionada y llevar sus manos a sus mejillas sin poder dejar de sonreír. Observó a todos mientras sentía su cuerpo vibrar y llenarse de vida o de algo más que nunca había sentido.

Unión y apoyo.

Lágrimas aparecieron y chilló divertida cuando Archie la abrazó con fuerza con Charlotte, casi tumbandola al piso—. ¡Chicos! –rió devolviéndole el gran abrazo con su corazón latiendo en sus orejas por tanta alegría. Hace mucho que no sentía tantos sentimientos con regocijo y ahora podía percibirlo que se le salía por cada poro de su cara.

—Te extrañamos, no tenerte aquí ha sido un infierno. Charlotte se ha comido todos mis chocolates escondidos en mi casillero. Nuestro jefe esta cada vez más amargado y Rowdy está enloqueciendo en su casa por el reposo, así que me alegra saber que ya estás aquí, para no ser el siguiente en la lista en querer entregarse con libertad a un manicomio. –alzó sus manos como si le agradeciera a Dios por mandarla justo en el momento correcto, sollozó con dramatismo y después sonrió ampliamente siendo un bufón como siempre, generando que sonriera con melancolía y diversión.

Había extrañado esos momentos entre ellos, mejor dicho, compartir las locuras y los chismes de Archie. Siempre, en cada momento le sacaba una sonrisa y hacía su vida un poco más interesante. Por otra parte, no sabía que comentar ante esa divagación llena de crisis existenciales, pero sí le sorprendió escuchar que su compañero Rodwy estaba vivo. No quería preguntar más anteriormente por él porque si la respuesta era negativa como las que había recibido sobre dos de sus compañeros, sabía que la culpa la carcomería más en el hospital y necesitaba estar preparada mentalmente si la respuesta hubiera sido otra.

—Que bueno que llegue entonces, para agarrar las alas de nuestra querida y dulce Charlotte y no se convierta en tu hada de chocolates y se los lleve. Hacer respirar a nuestro jefe y que no te patee el culo –se inclinó levemente—. Como si no quisieras que lo hiciera –rió divertida cuando fue empujada—. Y sobre Rowdy tenemos planear una salida con él y ver como está. Estaba preocupada por su estado, no lo había visto desde la explosión y temía por su vida, no quería preguntar y tener la respuesta sobre otra mala noticia de perder más compañeros.

—Primero, él está bien, solo ha sufrido algunas quemaduras superficiales y heridas por los escombros de la explosión y una contusión, como tú. Pero esta bien, está vivo.–al escuchar aquello sintió serenidad.

Saber que él y parte de equipo estaban bien, y aunque hubiera dos bajas, de las cuales sintió una gran responsabilidad de no haberlos cuidado para que volvieran con su familia. Supo y se dijo a sí misma que esas situaciones eran parte del trabajo, pero aún así sentía impotencia. No saber quién hizo aquello, a quién darle la culpa y como reparar lo que se había roto, era desesperante.

Volvió en sí cuando siguió escuchando a Archie hablar

—Pero sí, tienes razón, hay que hacer una reunión, tal vez el fin de semana, para relajarlo antes de que vuelva. Necesitamos al equipo unido otra vez y patear traseros con confianza y unión, pero mientras él llega y los días pasan, podemos empezar por dos que están por allá. –hizo un leve movimiento con su cabeza y dirigió sus ojos disimuladamente notando a Bridget y a Caden hablar y compartir con algunos trabajadores más.

The Hidden TruthWhere stories live. Discover now