Capítulo 15: Observa desde las sombras.

12 4 23
                                    

No sabía bien cuánto tiempo había pasado, pero daba la sensación de que era eterno en el pasillo donde nos encontrábamos, donde los asientos cómodos hechos de cuero y piel en los que estábamos sentados no hacían que la comodidad apareciera en nuestro cuerpo, ni menos que nos sintiéramos relajados. ¿Por qué Kilian tardaba tanto? Era lo que nos preguntábamos con nuestros rostros que demostraban nuestra angustia por aquel chico del que no teníamos noticias.

Zigor se mantenía a mi lado mirándome con una cara que demostraba culpa, como si se temiera lo peor, pero intentaba calmarle como mejor podía porque sabía que no podía salir herido ni muerto, después de todo los demás participantes salieron de ahí sin apenas heridas, ¡ni si quiera se acordaban de las pruebas! Lo consideraba como algo bueno, porque perdiera o ganara, iba a salir todo bien.

O al menos es lo que decía para engañarme, pues aún me acordaba de la prueba, pero no podía decirlo, mismo ocurría con Miles, o al menos esa sensación me daba cuando sus ojos miraban hacia el suelo, como si estuvieran temblando, deseosos de llorar y sacar de su pecho las palabras que no puede decir de su boca, pero no podía.

Intenté calmarle como mejor pude al acercarme a él, pero mis acciones fueron detenidas cuando en el pasillo, el hueco rectangular, similar a una puerta, apareció enfrente nuestra, dejando enfrente la luz blanquecina junto a una figura de un chico joven que se tambaleaba de un lado a otro mientras caminaba, tosiendo con cierta fuerza mientras iba a por nosotros con un rostro que expresaba alivio.

Fui la primera en correr hacia él para agarrarle con mis brazos, viendo como empezaba a llorar mientras me agarraba con fuerza, susurrando palabras que no pude comprender por culpa de los sentimientos que fluían sin un orden, solo deseaban ser libres para poder reposar un poco su mente.

—Kilian ha podido superar la prueba, siento que vuestra espera haya sido muy larga —anunció aquella voz, aquel mago del cual me ponía más tensa y la iba detestando más por como actuaba—. Cuando estéis listos, podéis avanzar a las siguientes pruebas.

—¿¡De qué vas?! —pregunté, irritada, sin recibir una respuesta, algo que ya me era normal por parte de aquel mago—. Dejas aquí a Kilian hecho polvo y ahora nos apuras a ir a las siguientes pruebas cuando él apenas pudo descansar.

Mis quejas no fueron respondidas, logrando que mi enfado fuera a más, pero, ¿qué podía hacer? Después de todo estábamos encerrados, y si teníamos que mirar sobre quién tenía la culpa, sería principalmente nuestra por haber aceptado sin ni siquiera preguntar por las condiciones, sin ni siquiera saber cómo eran las pruebas... Todo era desconocido y aquello me ponía aún más alerta.

—Nilia —murmuró Kilian, provocando que le mirara con atención, viendo cómo me agarraba de la mano—. Da igual puedo seguir adelante.

—¿Qué? Bromeas.

—No, Nilia, no sé cuánto tiempo he estado ahí dentro y os hice perder vuestro tiempo por mi culpa, si seguimos así, se nos hará de noche y si mis padres se enteran que estoy aquí...

—¿¡No les dijiste nada!? —interrumpí, viendo la preocupación y decepción en mis ojos, provocando que Kilian moviera su cabeza a otro lado—. Kilian, ¿por qué no les enviaste un mensaje?

—Yo...

—No, de hecho, les avisarás, como no se enteren van a...

—¡Nilia! —chilló, dejando que las lágrimas salieran de sus ojos—. Mi maldito móvil se rompió en las pruebas, ¿¡vale?! ¡Dios! De pensar que voy a bajar tantos seguidores, de que no recupere mi maldita cuenta... ¡Por eso quiero apurarme! ¿¡Vale?! ¡No quiero morir perdiendo el tiempo! ¡Quiero avanzar y si no lo consigo, obtener un nuevo móvil para no perder nada de lo que tengo!

Las pruebas de la muerte [Código 025#] [MO]Where stories live. Discover now