Mi matrimonio con el general demonio

Cap 42

Cuando la conexión entre él y LiXue terminó, QiXian se preocupó de lo que podría haberle pasado. Pero no tenía tiempo de pensar en eso, esquivó el ataque del Kusat al que leyeron la mente y se alejó disparando. Los soldados lo cubrieron para retirarse de la zona, ahora los superan en número y dos ya están heridos.

La señal de ayuda en camino está activa por lo que deben aguantar todo el tiempo que puedan, evitar las bajas y dañar al enemigo todo lo posible para facilitar el despliegue de los refuerzos.

QiXian animalizo algunas partes de su cuerpo, una larga cola creció desde su columna junto con un par de alas en su espalda y cuernos en la cabeza. Sus ojos cambiaron a los de los reptiles, y de sus manos crecieron largas garras que destellaban con electricidad.

Enfrentó a los Kusat más cercanos mientras repelia a los demás con corrientes eléctricas, sus soldados se retiraron bajo su cuidado y pronto se movieron hacia el bosque donde tendrían la ventaja. El Kusat frente a él estaba furioso, sintiéndose humillado por la criatura frente a él.

Ambos chocaron y los fuertes golpes sonaban cuando tocaban la carne, dejando marcas moradas y verdes con rapidez. QiXian rugio y con un golpe de su cola envió al Kusat a volar hasta el otro lado del pequeño claro, los demás Kusat lo persiguieron hacia el bosque cuando dio la vuelta para huir.

Se enfrentaron a ellos en pequeñas batallas, su equipo y el mismo resultaron heridos pero lograron matar a la mitad de los Kusat usando tácticas de guerrilla. No sabían si los refuerzos los alcanzarían, cuando podrían llegar o si antes aparecerían los refuerzos Kusat.

QiXian dio la orden de seguir luchando, aunque sus cuerpos estaban rotos y sangrando, este equipo seleccionado por él cumplió la orden sin vacilación. Lucharon mucho tiempo, hasta que no quedó más que carne y sangre en el suelo del bosque húmedo.

LiXue estuvo en coma mucho tiempo, tanto, que los médicos no entendían que lo provocaba. Cada examen y prueba con habilidades demuestra que está bien, por lo que pensaron que recibió un shock después del ataque Kusat y necesitaba superarlo por si mismo.

Fue internado en el área médica de la Alianza y cuidado por dos enfermeras, con el jefe médico de la base a cargo de su caso. Tanto la Tierra como la Alianza aprecian mucho la habilidad de LiXue y no quieren perderlo, le dieron la mejor atención pero estaban de manos atacadas respecto a su condición.

En donde ellos no podían ver, LiXue estaba suspendido en la oscuridad. Tenia mucho sueño y frío, no sentía su cuerpo y perdía la noción del tiempo.

Se encontraba en un espacio amplio, oscuro pero con luces parpadeantes que explotaban como fuegos artificiales de corta duración. No podía moverse por mucho que lo intentaba y comenzó a tener miedo, creyendo que estaba muerto. Intentó gritar, pedir ayuda pero solo le respondía el silencio.

LiXue abrazó sus rodillas y hundió el rostro entre ellas, sollozando en voz baja. No hay nadie además de él y puede sentir que está aprisionado, sin salida por ningún lado. Si este lugar es donde pasará su eternidad después de la muerte, realmente no quiere y prefiere desaparecer. Estar aquí solo le da miedo, aún más cuando tiene todos los recuerdos de su vida para mirar todo el tiempo.

Mostrándole lo que perdió.

LiXue permitió que este espacio lo sujetara con fuerza, y fue tragado por la oscuridad sin límite.

La alianza estaba cubierta por un aire frío y feroz, después del coma de LiXue, no sólo estaban preocupados por su condición, sino que debido a la lucha en el lugar también perdieron el contacto con el equipo especial.

Cuando los refuerzos llegaron al planeta, solo encontraron restos Kusat y rastros de la batalla. Pero no pudieron localizar sus propios hombres, ni siquiera ampliando la zona de búsqueda. Después de unos días de peinar la zona, tuvieron que retirarse ya que detectaron una nave nodriza Kusat en el otro lado del planeta.

De no ser por esta búsqueda, no habrían sabido que aquí se escondía una nave tan grande.

Tuvieron que dejar de lado a los soldados desaparecidos, sin saber su vida o muerte, y enfocarse en el próximo plan de batalla. Con la información proporcionada por LiXue, conocian la ubicación de otra nave nodriza en el cuadrante Cc7.

El mariscal Wabwer, una mujer de la raza mecanizada, junto con el general Tu, dividieron a los soldados en reserva en la base espacial de la Alianza Interestelar y programaron un ataque conjunto a ambas naves.

Dos enormes flotas partieron a la misma hora con un futuro incierto, pero sus rostros reflejaban valentía y amor por sus hogares. No luchan por ellos mismos, si no por todos aquellos que esperan en los cientos de planetas de la Alianza Interestelar.

Soldados listos para luchar estaban a bordo de las naves, los mechas fueron revisados una última vez. Cada persona se sometió a un rápido examen médico, comió y descansó. No se veía el nerviosismo de la muerte inminente, solo la calma que trae el saber que hacen lo correcto.

Guh Faghu miró la pantalla, en ella estaban los rostros de todos los que partieron esta noche, junto con una carta escrita a sus familiares, sus testamentos y registros de sus pertenencias. Estos se entregarán a sus destinatarios cuando finalice la batalla y reciban el recuento de sobrevivientes.

Lamentablemente, esta vez no esperaron ninguna señal ni ningún registro. Las dos flotas desaparecieron como si se hundieran en el mar, tragados por completo, para siempre.

El último comunicado desde ambos lados fue que las naves estaban no sólo habitadas por los Kusat, sino que también habían infantes y mujeres de otras razas trabajando para ellos, siendo prisioneros en las naves nodrizas. Guh Faghu entendió que esto es lo que hacen, invaden un planeta, secuestran niños y niñas junto a las mujeres, posiblemente hombres también, y asesinan a todos los demás.

Como si estuvieran recolectando ganado salvaje y eliminando a los especímenes que no les agradaban y no se llevaron con ellos.

Guh Faghu llamó a una reunión urgente, ahora deben tomar una importante decisión.

¿Destruir las naves sin evacuar, o intentar una vez más entrar y sumar una misión de rescate?

Ninguno de los líderes quiere seguir sacrificando a sus hombres y mujeres duramente cultivados por años, han perdido a los mejores guerreros de cada raza en las muchas batallas desde que los Kusat invadieron el primer planeta.

Pero también saben que todos esos hombres, mujeres y niños prisioneros son la esperanza de muchas razas que han desaparecido de sus planetas de origen.

Son egoístas. Pero quieren proteger todo.

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Quedan 8 capítulos.