Teen Wolf-Ships. OS +18.

Derek Hale/Sheriff Stilinski.

-Hale, a mí oficina.-El Sheriff Stilinski dice, pasando frente a la oficina de Derek. El peli-negro aparta la vista de Erica, su compañera de patrulla por lo general, y se enfoca en el mayor. Asiente,  ceño fruncido.

-En un momento.

Se disculpa con Erica y se desliza fuera de la oficina, apresurando se hacia la oficina del Sheriff. Las cortinas están abajo, así que no se puede ver al interior, pero sabe que puede pasar porque el hombre lo estaba esperando.

Ingresa sin golpear y abre un poco sus ojos cuando lo ve con la camisa desabotonada-Bueno, podrías haber esperado un poco más.-Gruñe Derek, entrando y cerrando con rapidez la puerta.

Stilinski ríe, negando con su cabeza.-No tengo todo el tiempo del mundo, Hale. Ya estoy preparado para ti.-El mayor se acerca a Derek en un par de zancadas. El peli-negro gruñe y enseña sus ojos rojos.-Tengo una reunión aquí en veinte minutos. Así que, ¿quieres follarme? ¿O tendré que pedirle a Parrish que...-Hale lo interrumpe. Une sus labios con desesperación mientras sus manos viajan hacía el pantalón del hombre. Logra desprenderlo y bajarlo hasta que queda en los tobillos del Sheriff. El mayor gime contra la boca de Derek, mientras el peli-negro desliza su mano debajo del boxer, acariciando la polla erecta del hombre.

-Dios, no puedo creer que siempre estés así de caliente.-Menciona Derek y el mayor ríe.

El ojo,-verde da un par de caricias más a la polla antes de bajar por completo el boxer y deslizar sus manos hacia atrás, presionando el trasero del hombre. Separa las mejillas con cuidado y su dedo busca el agujero que suele follar más de una vez por día. Gruñe de gusto cuando nota la humedad que lo rodea y lo fácil que es deslizar uno de sus gruesos dedos en el interior del hombre.

El sheriff gime, apoyando su frente sobre el hombro de Hale.-Tic tac, Hale, el tiempo corre.-Avisa el mayor y el peli-negro agrega un segundo dedo, solo para molestarlo.

-Sí hubieras esperado hasta después de la reunión, no tendríamos que hacer esto así.-Se queja Derek. Aún así, le gusta follar rápido aquel agujero. Así que no se queja.

El mayor gime, la sensación de los dos dedos follaneo su ano necesitado lo hacen emocionar. Necesita demasiado que la polla de Hale de hunda en él.

Desde que había quedado viudo, había descubierto la emoción de follar al azar con desconocidos. De follar con hombres. Una buena y gorda polla abriéndose paso en su ano demasiado necesitado.

Cuando se había convertido en Sheriff, descubrió que a algunos de sus empleados también les gustaba aquello. Pero descubrir a Hale había sido una verdadera bendición. Sabía lo que le gustaba. Y lo llevaba aún más allá.

Se queja al sentir el par de dedos ser retirados de su interior, pero no dice nada, porque sabe que ha estado insistiendo en que aquello tiene que ser rápido. No quiere que lo encuentren follando con su empleado.

Así que cede con facilidad cuando Hale lo empuja hacia el sofá junto a la ventana y lo hace sentar allí, semi-desnudo. Derek le sonríe, respirando agitado, mientras se baja los pantalones liberando aquella polla que era una maldita obsesión. Gruesa y larga, tocaba todos los rincones que hacían sentir muy bien al Sheriff.

El peli-negro acaricia de manera perezosa su polla, gimiendo bajo cuando llega a la cabeza roja de la misma. Está demasiado excitado. Y todo gracias a la foto que le había enviado el Sheriff, donde le mostraba cuan estirado estaba su agujero, hacía un par de horas. Derek había visto la foto varias veces después de eso.

Así que, sin dudar demasiado, busca algo de manera torpe en los bolsillos de su pantalón a medio bajar y se mueve con rapidez cerca del Sheriff. El hombre se endereza y acerca su rostro al pene erecto sin dudarlo, su lengua saliendo disparada hacia afuera y rodeando con gracia la cabeza roja. Gime de gusto ante el sabor salado del presemen y pasea su lengua, tonteando.

Derek toma sus muñecas, y empuja su polla dentro de la boca abierta del Sheriff. Sabe a ciencia cierta que al hombre le encanta que lo usen, a él y cada uno de sus agujeros. Así que mueve sus caderas, llevando un poco hacia atrás el cuerpo del hombre con los movimientos.

El castaño no se asusta, sino que toma toda la polla en su boca, murmurando sonidos de gusto.

Se escucha un suave clic que hace que la mente del Sheriff se aparte del delicioso sabor de la polla que de encuentran en su boca y es allí cuando nota que algo frío rodea su muñeca. Cuando hace un movimiento para probar lo que cree que acaba de suceder, aparta su boca de la polla.

-¿Acabas de esposarme, Hale?-Pregunta, casi incrédulo. Derek sonríe mientras vuelve a meter su polla en la boca del Sheriff.

-Me gusta verte así mientras de follo.-Explica. Tira un poco del cabello del hombre, quien deja de fruncir su ceño con disgusto y se centra en el sabor una vez más.-Ahora, se que tienes prisa, así que ¿por qué no te follo de una vez?.

El castaño asiente, desesperado, y la polla es retirada con cuidado de su boca. Hale acaricia lo que parece ser una dolorosa erección y luego niega con su cabeza, sonriente.-Tan desesperado, que dejaste empapada mí polla.-Murmura mientras sus manos toman las piernas del hombre. Se inclina hacía adelante, luego descansa las piernas del Sheriff sobre sus hombros y este recuesta un poco su cuerpo contra el respaldo del sofa. Su respiración agitándose con anticipación.

Una de las manos de Derek toma su polla y la dirige hacía la entrada del mayor.-Mierda, te sientes tan bien.-Murmura el mayor, sintiendo la cabeza de la polla de Hale entrando. Derek le sonríe.

-Te sentirás aún mejor cuando te esté follando, ¿no es así?.-Dice.-Todo lo que necesita este agujero estirado es una buena polla que lo llene.-El sheriff gime cuando la primera embestida viene. Derek ingresa por completo y sin dudar en su interior y la sensación es increíble. Su muñeca duele momentáneamente, porque el movimiento fue rápido e hizo que se moviera brusco, pero ama la sensación.

-Vamos. Nos queda poco tiempo.-Le recuerda el mayor y Derek ríe. Luego asiente, obedeciendo. Comienza a follar al Sheriff, quien tiene su trasero un poco elevado, mientras mueve sus caderas, en busca de más contacto, de mayor profundidad.

Las manos del Sheriff intentan agarrarse de algo mientras ve y disfruta de la forma en que la polla entra y sale de su agujero. El chasquido de sus cuerpos es fuerte y espera que no se escuche desde afuera.

-¿Quieres que llene tu agujero con mí corrida?.-Pregunta Derek, sus embestidas demasiado rápidas y descuidadas. Necesita terminar rápido y lograr que su compañero también termine, a menos que quiera que alguien los encuentre.

Aunque debe decir que el solo imaginar aquello lo pone aún más caliente.

Una de las manos de Derek se dirige hacía la polla del Sheriff, rodeándola con cuidado mientras sigue golpeando con fuerza aquel agujero usado.

-Mierda, si. Lléname con tu semen.-Pide el Sheriff mientras sus ojos luchan por cerrarse por el placer.

Derek asiente, deleitándose con la vista y con un par de movimientos más de manos y con su polla entrando y saliendo furiosamente del agujero del Sheriff,  logra que el hombre se corra. Mancha su estómago y parte de su camisa, lo cual hace que Derek se caliente aún más. En un último momento, retira su polla del interior del Sheriff y lo ayuda a sentarse en el sofá.

-¿Qué diablos estás...-Se queda en silencio mientras que ve, con horror, como el líquido caliente y blanquecino comienza a caer sobre su estómago y su camisa, que ya estaba manchada. Sus ojos suben hacia el rostro de Hale, furioso, pero el hombre tiene sus ojos cerrados, demasiado centrado en su placer y su orgasmo como para notarlo.-Eres un imbécil.-Menciona con furia.

Derek sonríe, amplio y luego baja un poco. Su lengua se pasea por el estómago del Sheriff, tomando un poco del semen de ambos y saboreandose antes de ponerse de pie. Sube su pantalón bajo la atenta mirada del mayor y luego acomoda su ropa y cabello.

Se encamina hacia la puerta y los gritos comienzan.-¿Donde diablos crees que vas?.

-A mí trabajo.

-Tienes que estar bromeando. Debes quitarme las esposas.-Casi grita mientras ve a Hale abrir la puerta.

-Supongo que alguno de los empleados que también follan con usted vendrá a ayudarlo. O tal vez por fin los demás vean cuan zorra puede ser el Sheriff de Beacon.

La puerta se cierra y el mayor suelta un suspiro. Luego, sus ojos caen en su polla, que nuevamente se encuentra erecta. Maldita traicionera.