Capítulo 4: EL DESPERTAR DEL GUARDIÁN

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La urgencia de la situación se hizo palpable en la casa de Evanore.
Lyria, con el manto de los Guardianes de la Llama sobre sus hombros, sentía una nueva fuerza fluyendo a través de ella.

- “Debes ir ahora,” dijo Evanore, empujando un pequeño paquete en las manos de Lyria. “En él encontrarás todo lo que necesitas para comenzar tu entrenamiento.”

Lyria asintió, la determinación endureciendo sus rasgos.
-“¿Y tú?”

- “Yo me quedaré y protegeré nuestro hogar,” respondió Evanore con firmeza. “Onyx y yo no somos ajenos a la batalla.”

Con un último abrazo, Lyria salió de la casa, el manto ondeando detrás de ella como una bandera de guerra. El mundo exterior parecía haber cambiado; el aire estaba cargado con la electricidad de la magia y el conflicto.

El paquete contenía pergaminos antiguos, hierbas raras y cristales pulsantes con energía. Lyria los guardó en su mochila, sabiendo que cada objeto jugaría un papel crucial en los días venideros.

Drakon en su forma humana, quien había estado vigilando desde las sombras.

- “Es hora de que aprendas lo que significa ser un Guardián,” dijo él, su voz un susurro de promesa y poder.


Drakon llevó a Lyria a un claro secreto, un lugar donde la magia del manto podía ser explorada y dominada sin temor a ser descubiertos.

- “Concéntrate,” instruyó Drakon. “Siente la magia dentro de ti, y dentro del manto. Deja que te guíe.”

Lyria cerró los ojos, respirando profundamente. Podía sentir el pulso de la tierra, el susurro del viento, y algo más profundo, más antiguo.

Abrió los ojos y, con un pensamiento, invocó la invisibilidad. Su cuerpo se desvaneció, dejando solo una distorsión en el aire. Drakon asintió con aprobación.

- “Ahora, intenta hablar conmigo,” dijo Drakon, transformándose en su forma de dragón. Lyria se concentró y, para su sorpresa, las palabras que salieron de su boca eran claras y poderosas, en el lenguaje de los dragones.

El entrenamiento continuó, Lyria aprendiendo a controlar los elementos, a ver la verdad oculta, y a protegerse del fuego. Con cada lección, se sentía más conectada con Drakon y con el destino que compartían.

La noche había caído, y con ella, una oscuridad que parecía devorar la luz de las estrellas. Lyria y Drakon, ahora unidos por un propósito común, se enfrentaban a la sombra del enemigo.

- “Los Oscuros,” susurró Drakon, su voz un gruñido bajo. “Son los que buscan la extinción de mi especie y la dominación del mundo humano.”

Lyria, con el manto de los Guardianes envolviéndola, se mantuvo firme.
- “No permitiremos que eso suceda,” dijo con determinación.

La noche envolvía el claro secreto, un manto tan oscuro como el que Lyria llevaba sobre sus hombros. Drakon, en su forma humana, le enseñaba ha afinar sus sentidos, a escuchar el latido de la tierra y a sentir el fluir del aire.

- “Cada elemento,” decía Drakon, “es un aliado. Aprende a pedir su ayuda, y te responderán.”

Lyria extendió sus manos, y con una concentración intensa, llamó al viento. Las hojas susurraron y los árboles se inclinaron ante su llamado.

- “Bien,” dijo Drakon con una sonrisa. “Ahora, intenta con la tierra.”

Con un gesto, Lyria tocó el suelo, y pequeñas flores brotaron donde antes solo había barro. Drakon asintió, impresionado por la rapidez con la que aprendía.

El entrenamiento se intensificó. Lyria aprendió a convocar un escudo de luz, a crear ilusiones para confundir a sus enemigos, y a curar pequeñas heridas con el toque de sus dedos.

Drakon observaba, su mirada llena de un orgullo que no necesitaba palabras.

EL VÍNCULO DE DRAKORIATempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang