007. a miracle

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CAPÍTULO SIETE
un milagro

Visenya sintió su garganta seca, su boca estaba entreabierta y sus ojos morados demostraban sorpresa

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Visenya sintió su garganta seca, su boca estaba entreabierta y sus ojos morados demostraban sorpresa. Su mirada estaba perdida mientras que el ruido de su alrededor hacía eco en sus oídos, escuchaba las voces lejanas, mientras que se sentía mareada. Su respiración fue algo pesada, le fue difícil tomar una bocanada de aire, apretó sus manos en perfectos y sumamente apretados puños clavando sus uñas en sus palmas, cuando solté el agarre qué ella misma ejerció en sus palmas se percató que sus largas uñas habían dejado un rastro de sangre en sus manos, se las había clavado con tanta fuerza que se había hecho pequeñas heridas en forma de media luna.

La reina estaba en un pequeño trance y solo al generarse aquel dolor hiriéndose ella misma pudo salir de él.

Estaba anonadada, y en el fondo esperaba que aquello fuera una pesadilla  o una broma de mal gusto, sin embargo no parecía ser ninguno de los dos por que con forme pasaban los segundos todo se volvía mucho más serio, haciendo que aquel anunció que había resonando en sus oídos y que la había dejado impactada fuese completamente real. Y cuando Visenya volteo a ver al rey, confirmó que en efecto lo que habían captado sus oídos era real, Viserys sonreía de oreja a oreja, le daba gusto aquella noticia cosa que solo hacía que la pelinegra se enfureciera más y más.

“Espero tener su bendición su gracia” Otto Hightower se dirigió hacia Visenya a quien le tembló un ojo inconscientemente del estrés que aquella situación le estaba generando.

Un largo e incómodo silencio se generó después de eso y la chica sintió todas las miradas de los presentes puestas en ella y eso la incómodo mucho más, se sintió intranquila cuando sintió la mirada de su señora madre que la miraba con sus grandes y juzgadores ojos morados oscuros directamente sin parpadear. Y con la mirada de águila de su madre lady Jocelyn  puesta sobre su cuerpo, Visenya supo que  ella  esperaba que se comportará a la altura de la situación y sobre todo que cuidara muy bien lo que iba salir de su boca.

“Y la tiene Otto” Visenya murmuró entre dientes. Su madre la seguía viendo, o por supuesto que ella quería que Visenya no fuera tan seca y que diera una señal de más respeto “Espero que su unión sea larga y duradera” la pelinegra menor dijo aquello sin ningún intento de parecer convincente, porque realmente aquella noticia le repugnaba significativamente.

Su madre y el lord mano se habían comprometido en matrimonio. Lady Jocelyn Baratheon y Lord Otto Hightower se iban a casar y habían declarado que querían hacerlo lo más pronto posible.
Visenya se sintió pasmada y asqueada en partes iguales al recibir esa información, e incluso después que ya hubiese pasado mucho desde que aquellos dos habían dado tal información la pelinegra aún seguía sorprendida.

La reina llevó sus manos a su ya abultado vientre y con la mano izquierda sostuvo la parte inferior de su barriga y con la derecha acarició suavemente su pancita.
Fingió lo mejor que pudo pero la mueca de desagrado en su rostro en ese momento fue imposible de esconder y supo que su madre muy probablemente iba querer darle un gran sermón por no demostrar más entusiasmo por aquella noticia, Visenya se fue en cuanto pudo y evitó felicitar a la nueva pareja cosa que Viserys si hizo ofreciéndoles organizar una gran celebración en su honor el día de su boda.

𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 - daemon targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora