❝Te conocía desde hace mucho tiempo, ¿Quién sabía que esta noche te verías como si fueras mía?❞
━━━━ ✦️️ʾ𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 | hay veces en que las almas gemelas están destinadas a pasar toda la eternidad juntas y otras veces lamentablemente están...
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Todos los embarazos de Visenya fueron diferentes entre todos, con Aegon su primer vástago nacido con vida su embarazo fue tranquilo, nada fuera de lo usual, con las gemelas sintió angustia, sentía una opresión en el pecho todo el tiempo y a pesar de que no tuvo ningún síntoma físico si estuvo ansiosa todo el tiempo, siempre con el presentimiento de que algo malo iba a pasar y teniendo pesadillas todas las noches. Su tercer embarazo estuvo lleno de síntomas, tenía náuseas todo el tiempo, estuvo muy cansada, llegó a preocupar a Daemon ya que su estado de salud decayó un poco en los últimos meses sin embargo Visenya estaba convencida de que todo iba a estar absolutamente bien.
El día de dar a luz a su tercer vástago se adelantó, fue el cuarto día de la octava luna del año 111 después de la conquista, fue el mismo día el onmástico número veintidós de Visenya. La mujer se atemorizó de no llegar al término de su embarazo, el trauma de sus hijos perdidos la abrumó y entró una pequeña crisis, se alteró y se encerró en sus aposentos, parir por supuesto no era una trabajo sencillo y menos lo era parir a niños Targaryen, con Aegon y las gemelas Visenya sintió que se desgarraba por dentro y con su tercer bebé ese dolor que sintió con los primero tres se sintió multiplicado por mil. Rhaenys y Dameon trataron de que los dejara entrar pero ella se negó y atranco la puerta principal de su habitación y también atranco la puerta del pasadizo secreto impidiendo qué Daemon intentara entrar por ahí.
Visenya sabía que necesitaba ayuda pero se negó a recibirla, la mujer era terca y solía guardar la creencia de que ella podía sola con todo, por lo que al dar a luz a su tercer bebé ella lo hizo completamente sola, su piel ardía como las llamas de un dragón. Sus gritos se escuchaban por todo el pasillo mientras que en el Dragonpit Silverwing rugía ansiosa poniendo en alerta a los Dragonkeeprs.
La reina se aferró a los pies de su cama aullando de dolor mientras que por fuera Daemon bramaba colérico y en el fondo asustado escuchando sus alaridos sin poder hacer nada para ayudarla, se sintió impotente. Visenya estaba sentada en el piso de sus aposentos con las piernas abiertas y pudo sentir la cabeza de su bebé coronándose en su feminidad por lo que se dispuso a pujar gritando con el fuego colándose por sus venas.
El príncipe canalla logró derribar las puertas y justo cuando él se hizo presente Visenya atrapó al niño entre sus manos las cuales se pintaron del de rojo carmesí de su sangre, los gritos del pequeño llenaron la habitación mientras la reina sonreía entre lágrimas contenta de escuchar a su pequeño llorar.
“Es un niño” Visenya susurró hacia su marido “Mi pequeño Aemond” la reina dijo con cariño hacia el pequeño qué chillaba a todo pulmón, nombró a su tercer vástago en honor a su señor padre el príncipe Aemon, la princesa había querido nombrar así a alguno de sus hijos y pensó en nombrar a Aegon con el nombre de su amado padre sin embargo no sintió que el nombre le quedará y se reservó el nombre para su siguiente niño y finalmente el pequeño había llegado.
