008. the second of his name

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CAPÍTULO OCHO
el segundo de su nombre

El príncipe Aegon crecía felizmente, era un pequeño regordete y risueño, un niño con rasgos Valyrios en todo su esplendor

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El príncipe Aegon crecía felizmente, era un pequeño regordete y risueño, un niño con rasgos Valyrios en todo su esplendor. Fue completamente mimado por su madre y  el príncipe Daemon quien en ese entonces mientras el pequeño príncipe todavía era un bebé era visto solo como su tío y no como su verdadero padre. Aegon fue la adoración de la corte, no solo por que era un pequeño tierno y adorable sino por que era hijo de la reina Visenya a quien la mayoría de cortesanos apreciaba y no digamos el pueblo llano quien también la apreciaba era la hija del amado príncipe Aemon por lo que Aegon al ser el nieto del fallecido príncipe heredero era apreciado por todo aquel que alguna vez le guardo respeto a su abuelo.

Visenya estaba sumamente contenta, ver crecer a su pequeño le complacía en el alma, nunca deseo ser madre pero ser la madre del pequeño Aegon había sido lo mejor que le había pasado.

Se relataba que la reina nunca soltaba a su pequeño, el niño estaba amañado a siempre estar entre sus brazos o entre los brazos del príncipe Daemon. Aegon había llegado a cambiar absolutamente todo su entorno o al menos el de la reina quien ya no tenía tiempo ya que todo se lo dedicaba a él, por lo qué la princesa Rhaenyra había resentido la llegada de aquel niño, porque había perdido la atención de Visenya y no solo de ella sino también la atención de su tío, ellos eran quienes solían mimarla sin embargo después de que el niño llegará era como si ella no existiera.

Rhaenyra veía como Daemon cargaba a su hermano mientras Visenya jugaba con él haciéndole cosquillas en su barriga haciéndolo reír, todos los días era lo mismo verlos jugar con el pequeño en el jardín real. Daemon elevó al niño entre su agarre jugueteando con él Aegon siempre buscaba el agarre de su verdadero padre  y el príncipe Daemon no tenía ningún problema con eso. Pero para Rhaenyra eso era extraño porque su tío nunca era así de cariñoso con ella ni con nadie más. Parecía tener una especial debilidad por ese pequeño y eso la exasperaba, entendía que Visenya amaba el niño porque era su hijo, pero no lo podía entender de Daemon. No soportaba la idea de que Aegon fuera el que se llevará la atención, ninguna madre de alta cuna pasaba tanto tiempo con sus hijos, y ella realmente creía que todo iba a seguir igual después de la llegada del niño, pensó que iba a tomar el té con Visenya toda las tardes, y que ahora que ya la pelinegra tenía un dragón iban a volar juntas hacia el mar estrecho para perderse juntas de su realidad; pensó que iba a seguir siendo la niña de la reina pero no fue así, Aegon era el más importante.

Su padre no parecía muy apegado a su hermano, a diferencia de Daemon y Visenya el no le prestaba mucha atención al niño, solo hacía mención de Aegon cuando alardeaba sobre que al fin tenía a su ansiado hijo varón sin embargo no parecía que realmente te importara aquel niño o que realmente lo apreciará. Era Daemon quien siempre estaba presente para el niño ocupando el lugar que se suponía que el rey debía ocupar al lado de su hijo pero que nunca se preocupaba por ocupar. Fue el príncipe canalla quien llevó en su primer vuelo al pequeño Aegon, con solo semanas  de edad lo amarró a su pecho y emprendió su viaje por el cielo  a lomos de Caraxes, Daemon alardeo que Aegon se rió y estuvo contento en todo el vuelo alegando que sería un jinete de dragón extraordinario. Fue el príncipe canalla con quien aquel pequeño había dado sus primeros pasos y a quien le dijo su primera palabra.

𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 - daemon targaryen Where stories live. Discover now