❝Te conocía desde hace mucho tiempo, ¿Quién sabía que esta noche te verías como si fueras mía?❞
━━━━ ✦️️ʾ𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑 | hay veces en que las almas gemelas están destinadas a pasar toda la eternidad juntas y otras veces lamentablemente están...
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Mucho se hablaba de la juventud de la reina Visenya, siempre fue una chica muy hermosa con sus cabellos negros ondulados naturalmente, sus pómulos altos, su nariz respingada, las dos joyas moradas que tenia en sus ojos, sus labios rosados y levemente carnosos, esa figura de ensuño qué incluso después de parir a tres niños se conservo. Aquella mujer fue bendecida por los Dioses, ella es una bendición, tan hermosa que incluso al verla parecía una ilusión, la gente se lo cuestionaba, ¿cómo es que alguien podía ser así de preciosa?
En su juventud cuando todavía era la reina Visenya siempre fue vista como noble y bondadosa, la jóven reina siempre fue tímida y reservada, una jovencita callada y tierna, sin embargo eso cambió cuando creció, su temperamento cambió, ella maduro y dejó de ser vista como una jovencita ingenua para ser vista como una mujer temperamental, una mujer dura con el carácter fuerte. Al convertirse en una reina dura la imagen de la reina jóven e inexperta quedó atrás y dándole lugar a la de una reina que sabía distinguir con quien tener un buen corazón y con quien no. No es que Visenya dejará completamente de ser noble y bondadosa, solamente que eran seleccionadas las personas con quienes lo era.
Se volvió firme cosa que siendo jóven le costó mucho lograr, entre sus embarazos fallidos para después por fin dar a luz herederos Visenya tardó mucho en convertirse en alguien fuerte; ella poseía la sangre del dragón, ella misma descendía del rey Jaehaerys y antes de ser reina nació con el título de princesa por lo que Visenya jamás fue una simple reina, ella tenía sangre real e incluso tenía un reclamo por el trono.
Y fue en el año 110 después de la conquista de Aegon que las cosas cambiaron en la corte y en el reino entero, fue en la boda de la princesa heredera que se dio el hincapié para que la reina Visenya se volviera una pieza clave en aquella historia que solamente podía concluir con sangre y fuego.
“¿Te gusta como luzco?” la jovencita cuestionó revelando su atuendo a su primo Daemon quien la vio anonadado desde su lugar sentado con los pies subidos en la cama de Visenya, el hombre inmediatamente dejó el libro entre sus manos para incorporarse torpemente mientras veía fijamente a la pelinegra.
“Te ves hermosa” fue lo único que él pudo murmurar con falta de aliento.
“Sé honesto” ella le pidió con una sonrisa divertida.
“Me prometí jamás mentirte cariño mío” Daemon murmuró con sinceridad “Te ves hermosa, aunque la palabra hermosa jamás te hará justicia” el príncipe murmuró “Eres… eres una maldita diosa”
Visenya sonrió a medias y se giró para ir a su tocador, tomó una joya entre sus manos “¿Podrías ayudarme…?” ella cuestionó con voz melosa, no tuvo que terminar su pregunta por que su marido ya estaba detrás de ella ayudándola a ponerse aquel collar de acero Valyrio que él le había obsequiado años atrás.
