CAPÍTULO 16: VIDA DE SOLDADOS

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—¡Lo sabía! ¡Ustedes no son hermanos! —gritó Liam, señalándolos. Todos voltearon a verlo, confundidos.

—¡Bueno! —habló Gerark para deshacer la tensión—. Ahora que se han presentado, sigamos.

—¿Seguir con qué? —preguntó Yendry.

—Voy a dar una explicación del funcionamiento de la escuela.

Ordenó que se sentaran en el suelo, junto con él. Después de que lo hicieran, comenzó a explicar.

—Durante un kronus entrenaremos y, ocasionalmente, viajaremos por el país. Verán cómo es el trabajo de un soldado real, y aprenderán a trabajar en equipo. Al final de dicho kronus darán el examen de ascenso, en el cual enfrentarán a un soldado real seleccionado por la dirección. Las reglas de la prueba y las condiciones de victoria serán decididas por este soldado. El mismo rey decidirá si aprueban, y en caso de que lo hagan, seguiremos juntos por tres kronus más. Al final se les dará su grado como soldados reales en una ceremonia.

—¿Y qué pasa si no aprobamos el examen de ascenso? —preguntó Liam.

—El examen es grupal, o aprueban todos o no aprueba ninguno. Si desaprueban, su equipo se disolverá y tendrán que hacer de nuevo el examen de selección —respondió con tono serio—. Por eso es importante que aprendan a trabajar en equipo.

Un escalofrío recorrió sus espinas dorsales, mientras que una expresión de horror se dibujaba en sus caras.

—¡Imposible, no pueden hacernos eso! —replicó Katherine.

—Claro que sí. Dicho examen es para demostrar su valía como soldados. Todos lo hemos hecho.

Las leyes del país prohibían que los soldados reales informen a sus hijos del examen y la metodología de enseñanza en la escuela.

—Tengo una pregunta —exclamó Ishein con la mano alzada.

—¡Qué sorpresa! Pensé que nunca escucharía tu voz —burló con jocosidad. Ishein adoptó una expresión facial que decía "no es para nada gracioso".

—Tengo entendido que los aspirantes a soldado real cobran cierto dinero cada janus. No mencionó nada al respecto.

—Ah, sí... como son de la realeza, pensé que no les importaría mucho, por eso no lo mencioné. Recibirán un pago de mil doscientas kiidamas (moneda del país, cantidad equivalente a trescientos treinta dólares) cada janus, cuando aprueben su examen de ascenso. Claro, ya graduados recibirán mucho más.

"Interesante" meditaron Ishein y Dara.

—¿Nadie tiene más preguntas? Por hoy sería todo. Mañana quiero verlos temprano, en la sala de entrenamiento número diez, del palacio. Tienen que dar su nombre, los guardias les indicarán como llegar. Yo me retiro. Pueden hacerlo también, o pueden quedarse a conversar para conocerse mejor.

Se dio la vuelta y se retiró a paso lento. Los chicos aguardaron unos minutos para seguirlo. Cuando intentaron salir, fueron retenidos por los guardias.

—No pueden salir hasta dentro de dos kanus. Así nos indicó el señor Gerark.

"Ese viejo..." renegaron dentro de sus mentes.

Resignados, volvieron a reunirse en la arena. Katherine habló para romper el hielo.

—¡Escúchame, niña! Espero que haya quedado claro: ¡soy más bonita y mejor que tú! —Se plantó en frente de Dara y le increpó eso con desprecio.

—Bien... —asintió musitando.

—Te lo voy a repetir. —Le jaló un mechón de pelo—. Yo soy mejor que tú, ninguno de estos bobos tendrá ojos para ti. ¿Querías parecer humilde con esa ropa indecorosa? ¡¿Crees que eso le puede ganar a mi belleza?!

Dara solo asentía con la cabeza gacha.

—¿No hay rencores, verdad? —Kin extendió su mano hacia Ishein, y lo encaró con una sonrisa.

—¿Qué quieres?

—Vamos a trabajar en equipo, tratemos de llevarnos bien. Eres fuerte, quiero ser tu amigo por eso.

—No me interesa, pero sí, también reconozco que eres fuerte.

—¡Oye! También soy fuerte —interrumpió Liam, pero Kin lo ignoró— ¿Me vas a explicar qué relación tienes con la señorita Dara?

—¿¡Quién eres tú para que te lo explique!?

—De acuerdo, se lo preguntaré a ella.

—Somos... amigos... conocidos... —aclaró sonrojándose

—¿Hablan de personas fuertes? ¿Por qué no me llamaron? —demandó Yendry.

—Sí, supongo que lo eres —dijo Kin mientras miraba sus bíceps— ¿Cómo lo lograste? Ya sabes...

—¡Ah! —Palpó sus brazos al notar esa mirada curiosa—. Entrenando.

—¿Fuerte? Dijiste ser el mayor, pero yo te veo más como un niño. Estoy seguro de que no me puedes ganar, ni con esa espada que tienes —lo desafió Liam.

—¿Quieres probar? Puedo ganarte sin ella —respondió con voz firme y un poco agresiva.

—Te crees mucho por esa espadota que cargas.

—Te lo repito, puedo derrotarte sin ella.

—Veámoslo. —Tomó una postura de combate.

—Es una broma —se retractó, sonriendo—. No es que tenga miedo, pero el maestro no está para controlarnos. De todos modos, algún daius nos enfrentaremos y decidiremos quién es el más fuerte.

—¡Oye, tú! ¿Piensas que soy bonita? —Katherine se apegó a Ishein después de amenazar a Dara.

—¡¿Ah?! —exclamó sobresaltado—. Sí... sí, lo eres... —reafirmó, desviando su colorado rostro.

—¡¿Ustedes también lo piensan, verdad?! —alzó la voz para que la escucharan todos. Afirmaron vagamente mientras la contemplaban, deslumbrados.

»Pero no te vayas a enamorar de mí tan rápido —le dijo a Ishein con picardía.

Pero él no reaccionó.

—Sabes, tu ropa y tu cara sombría tienen cierta belleza. —Lo escrutó de pies a cabeza con sus ojos—. De los cuatro eres el más guapo.

—Gracias... —La apartó con su mano y poco a poco se alejó.

—Qué bueno verla de nuevo, señorita —saludó Liam a Dara—, después de lo que... pasó.

—¡Lo siento! —se sonrojó al extremo y se tapó el rostro con las manos.

—¡Perdón! Yo no quiero juzgarla, me... alegro de verla en este grupo. Sé que los jueces no se equivocaron al escogerla.

—Gracias... ¿Liam, no?

—Sí, señorita Dara. Juntos nos haremos fuertes.

El flujo de la conversación iba muy bien. Katherine se paseaba con todos los chicos para que reafirmen su belleza. Ishein se apartaba en un rincón. Dara intentaba no despegarse de Kin. Este, Liam y Yendry discutían sobre sus armas y sus habilidades.

Gerark, desde las gradas más altas, observaba las interacciones entre sus muchachos. Fingió retirarse para observarlos a escondidas. Era su costumbre forzar las interacciones con cada grupo nuevo de aspirantes.

"Al parecer han comenzado bien. Espero que lleguen a ser muy unidos, no solo para que aprueben su examen, solos no van a soportar el duro y triste camino de un soldado real"

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