16. CONEXIÓN

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"Eres de quien te hace descubrir todo el amor que no sabías que puedes dar"
—Elena Poe

Cagándose en sus propios muertos, Jack con complicaciones despertó, sintiendo las legañas decorar sus hinchados ojos.
Miró el reloj, levantándose de repente con prisa, ya era por la tarde: se había quedado totalmente dormido. La boca seca cual desierto, agradeciendo la botella que había dejado García, comenzando a beber de esta como si su vida dependiera de ello.

Echó la culpa al alcohol por haberse dormido, claramente. Se arregló, sabiendo que dentro de poco vería al rubio y se le caería la cara de vergüenza, cosa que tratando de recordar ya se avergonzaba.
Nota recordatoria: jamás beber antes de ver a Gustabo. Ahí saldría lo peor de sí mismo, o más bien, la parte más oculta.

En cuanto a García, él despertó lleno de preguntas por la noche anterior, su consciencia comenzando a aclararse sobre sus sentimientos hacia Jack (en gran parte, gracias a Navarro.)

Realmente ahora tenía la necesidad de contarle todo a Gonzalo, utilizarlo como "terapeuta del amor" y desahogarse completamente de la locura que le estaba provocando Jack: todos los días eran iguales para él con el tema de su superior, unos tan buenos y luego una terrible recaída.

Así que se juntó con este amigo en la cafetería, sentándose en frente y cayendo rendido sobre la mesa, escondiendo su cara entre sus brazos.

Madre mía, ¿ya comenzamos?— Rió a lo bajo, copiando el acto del contrario, ahora ambos apoyados sobre la mesa. García no evitó pero reírse, sacando su cara al descubierto y observando al semirapado.

Acaba con mi sufrimiento.— rió, con una cara de estreñido.

Que exagerado, ¿que te ha hecho el viejo ese ahora?— Se puso serio, posando como si fuera un terapeuta, haciéndose el inteligente.

Gonzalo. — se volvió a tapar la cara. —Todo es tu culpa.— hablaba aún con su cara tapada, provocando que Navarro se acercara más para escuchar lo que tenía que decir este. Al comprender lo que dijo, este le pegó una colleja al rubio.

Te gusta.— rió el amigo, sabiendo que tenía razón desde un principio, estaba orgulloso. Cerró sus brazos, echándose para atrás victoriosamente.

Escuchó lloriqueos fingidos de parte del ojiazul, afirmándole que tenía razón.

Hostia míralo. — mintió el semirapado para que levantara la vista, cosa que inmediatamente consiguió, viendo como empezaba a observar su alrededor.

Mentiroso.— dijo serio, pero terminando riendo debido a la cara de Gonzalo.

Bueno ya está tío, si os gustáis liaros y toda la paranoia.— Habló sin ganas, observando a Gustabo y su cara ahora roja.

Que asco das cuando hablas así, tío. — Se tapó la cara, ahora con sus manos para sentir el frío recorrer su rostro.— Ayer estaba borracho y comenzó a decir un montón de gilipolleces.— Añadió de repente.

—¡Los borrachos solo dicen la verdad!— Argumentó su nuevo terapeuta, viendo como Gus rodaba los ojos.

Pero es que luego me dice que no, que me olvide. — Esto provocó una reacción en Navarro, tapándose ahora la cara debido a la situación que le estaba contando García.

Lo que ese viejo necesita es...— Hizo un gesto con la boca y manos, simulando una mamada.

—¡Eres un guarro! — le dio una hostia en el moflete para que parara esa acción vulgar.

30 Entrenamientos. [INTENABO AU]Where stories live. Discover now