Capitulo 192

57 11 0
                                    

Clasificados (3)

Estaba conduciendo el Superdeportivo Enano por el sexto piso Esplendor.

Un viento suave nos rozaba de frente.

Se podían ver flores de colores por todas partes, y los ojos de los ciervos centelleaban desde las montañas lejanas.

El paisaje me tranquilizó.

En este simple estado de felicidad, no pude evitar recordar.

No sabía por qué, pero los recuerdos de un pasado lejano aparecieron en mi cabeza.

En mi adolescencia, me sentía invencible con mis amigos a mi lado. Estudié mucho para el examen de la universidad.

Pasaron los años y estuve en el ejército antes de que tuviera la oportunidad de disfrutar de mi vida como adulto.

Después de que me dieron de baja, empecé a escribir.

Las cosas fueron bien, gané algo de dinero y finalmente me fui de casa. En aquel entonces, pensaba que había logrado todo por mi cuenta.

Pero me equivoqué.

El apoyo de mis padres y las relaciones que había establecido con otros durante más de 25 años fueron lo que me hizo ser quien era entonces.

Bueno, estuve 25 años allí, y 5 años 

¿Cómo habrían cambiado en cinco años?

¿Era el mundo en el que vivía el mismo que conocí?

Una extraña ansiedad surgió de las profundidades del hermoso paisaje.

"Hajin".

De repente, la Jefa dijo mi nombre.

"... ¿Sí?"

Absorto en mis pensamientos, le contesté un poco tarde.

El clima de hoy estaba especialmente agradable en el sexto piso.

Me sentí como si estuviera en el centro de un universo magnífico.

“…”

La Jefa se quedó callada. El silencio me incitó a dar la vuelta, y vi a la Jefa mirándome fijamente.

"¿Qué?"

"¿Adónde dijiste que íbamos?"

"¿Eh? Dije, que a las aguas termales..."

Me rasqué la cabeza.

No me extraña que lo malinterpretara.

Mi mente estaba completamente ocupada por el paisaje que olvidé explicar.

"No quiero que pienses nada extraño. Las aguas termales se utilizan para entrenar. Ahí es donde tus estadísticas suben más rápido."

*Kieeek-

De repente, Espartano descendió y se posó en el hombro de la Jefa. Fue muy hábil de su parte alcanzar el Superdeportivo Enano a una velocidad tan alta.

"... ¿Para entrenar?"

-Prrrrrr.

Espartano miró con ojos radiantes a la Jefa.

Parecía que estaba teniendo pensamientos extraños otra vez.

"Sí. Mis estadísticas subieron dos veces en una semana".

"...¿En serio?"

Parece que la Jefa finalmente se interesó.

La forma en que murmuraba 'aguas termales, aguas termales, aguas termales...' incluso la hacía parecer emocionada.

El Extra de La novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora