20- Tam-tam

278 21 2
                                    

Después de tanto tiempo sin noticias de este fic....traigo nuevos capítulos :) Espero vuestras opiniones para saber si continuo publicando más, aunque quizá las mwasis merecen tener completa la historia! Nos leemos ;)

- ¿Puedo sentarme?

_ Claro, estás en la Selva aquí nadie es dueño de nada,  a pesar de lo que crean algunos.

_ Gracias, he ido a ver a la niña... está tranquila.

_ Mejor... -musitó Natalia con gesto grave

- No pensé que acogiera al niño de esa manera
.
_ Saben que ellos no tienen la culpa, son sangre de su sangre –no la miraba a la cara, seguía mirando fijamente un punto indefinido.

_ Ya –hubo silencio, Alba la miró, allí apoyada en el tronco, con una coleta baja, con una camisa de hilo blanca, un pantalón de explorador marrón y aquellas botas gastadas. Se sorprendió de estar observándola así "es por la ropa Alba... viste bien, no te hagas líos.

- Oye, quería disculparme si anoche te dije algo que no debí –le dijo la morena de pronto

_ No... -le pilló tan de sorpresa que no supo reaccionar, entonces la morena la miró y pudo comprobar como aquellos ojos se habían apagado nuevamente-. Quiero decir... me has dicho  más cosas que no debías estando sobria

_ Ya... -nuevo silencio, Natalia  no movía otro músculo que no fueran sus párpados, y lo hacía con rapidez

_ ¿Qué te pasó?

_ Indudablemente no lo que tú pensaste

_ No lo tengo tan claro –sonrió de lado

_ ¿Ah, eso piensas? –la miró sonriendo también

_ Imagino que... cuando uno tiene un día como el que tuvimos ayer... no es fácil asimilar –dijo finalmente, aunque seguía pensado que se había emborrachado por celos

_ ¿Alguna vez has sentido la necesidad de borrarte?

_ ¿Borrarme?, claro –sonrió y pasó su lengua lentamente por los labios sin ninguna pretensión, pero aquel gesto hizo que la morena moviera sus caderas instintivamente-. Por eso estoy aquí

_ Es una buena manera de borrarse

_ Cuando te agobia la vida, cuando tienes unos padres que... bueno... no apoyan nada de lo que es el sueño de tu vida, cuando solo quieren moldearte para ser tal y como ellos han soñado, cuando tienes un novio que no te valora, que te utiliza cuando quiere, cuando no te suelta, o simplemente te omite, entonces sientes esa necesidad de borrarte de ésa vida –puntualizó

_ Y no encontraste nada mejor que venir aquí –le dijo sonriendo... recordándole a ella misma años atrás cuando quiso desaparecer

_ Pues sí –sonrió-. Y al llegar aquí, me he dado cuenta que ahora aunque me cueste, aunque... tú me hagas pasar malos ratos –Natalia la miró seria, escuchando de nuevo las palabras de Noe en su mente-, aunque meta la pata con Manu y su cafetera –sonrió y la navarra trató de hacerlo, aunque lo que le salió fue una tímida y triste mueca-, no sé... aquí es diferente, aquí siento que hago lo que quiero, que soy yo.

            Se calló, hubo silencio nuevamente entre ellas, porque el entorno bullía, los animales nocturnos hacían presencia con sus cantos, con sus ululaciones, algunos hombres habían empezado a cantar, síntoma de que habían finalizado bien su trabajo y estaban hambrientos. Un ligero movimiento de Alba, con el culo dolorido, provocó un pequeño crujido de un trozo de rama del árbol donde estaba apoyada Natalia. La rubia no sabía que decir, seguía mirando de reojo a su compañera, quien seguía mirando a ese punto que ella no localizaba,  debía haber algo. De pronto su voz suave pero cargada de tristeza sorprendió a la enfermera que sin poderlo evitar, como si fuera un acto reflejo, tensó su cuerpo y se erizó

África // AlbaliaWhere stories live. Discover now