18- Nana triste.

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Alba Reche giró sobre sus talones con rapidez dejando a Carlos de una pieza. Este la vio andar con ligereza y gesto preocupado, pero no sabía muy bien que estaba pasando. La rubia llegó a la cabaña de su compañera y sin dudarlo entró sin llamar a la puerta. Lo que vio la dejo impactada.

-Tú fuera –le indicó su jefe con el dedo nada más verla aparecer. 

- Pero...- intento replicar al ver el tormento al que estaba siendo sometida la doctora, que soltaba quejidos sin parar. 

- Fuera –le insistió Manu, que volviéndose hacia Natalia dijo- Y tú toma aire.

Alba cerró la puerta asustada, Manu tenía cogida del pelo a la morena, la cabeza al borde de una gran palangana de aluminio repleta de agua con hielos en la que la volvió a meter tras esa advertencia.

-Se te van a ir las ganas de beber, te lo advierto. Aguanta.

- Manu joder -protestó ella, con la voz entrecortada debido al contraste con el agua fría. 

Mientras afuera Alba daba vueltas por el patio pensativa. Vio que Carlos acudía hasta ella y se apresuró a ir a su encuentro.

- ¿Qué pasa?- le pregunto al llegar a su altura. 

- Nada, vamos- la rubia no quería que el chico viera a Natalia en ese estado, sabiendo lo que opinaba de ella. 

- ¿Por qué has venido así de seria? –la miraba sospechando algo. 

- Por nada, por nada...

- Mami Wata ayúdanos–paso Noe por su lado mientras volvía camino a la cabaña con un tazón enorme.

- Venga vamos a desayunar Carlos, creo que Lacunza está vomitando, algo le sentó mal anoche. 

- ¿Vomitando? -musitó receloso- ¿No será que le ha dado demasiado al Mengrohom? es muy común en ella.

- No, le ha sentado algo mal, vamos –se encontró defendiéndola sin saber muy bien por que-. "Seguro que se ha emborrachado por lo de ayer, ese nombre tan raro debe ser lo que le quite del vaso... claro, seguro que está celosa por Carlos. Pero porque me pasan estas cosas a mí, o sea, llego al recodo del mundo, súper fuerte tener que encontrarme una tía como ella, con esa autosuficiencia para las mujeres... claro, se cree que todo el monte es orégano como decía mi tata... que fuerte... pero que fuerte"

- ¿Alba me escuchas?

-"Y lo que me gusta a mí pensar que esta celosa... mira gustarle hasta ese punto a una tía no está mal...ahora de ahí a pasar a otra cosa, de eso nada"

- ¡Alba!

- Ay, ¿qué pasa? –dijo sobresaltada al escucharle. 

- Te estoy hablando.

- Disculpa estoy muy tensa con el viaje... -"mira creo que por esta vez, la que puede divertirse soy yo. Me vas a venir estupendo guapito"

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Mientras en la cabaña de Natalia...

- Te quito yo las ganas vamos ¡y que vas, vas!, menuda tontería te ha dado con la novata pija. Aguanta.

- Déjame, déjame y no nombres a esa hija de puta –tenía el pelo pegado a la cara, la respiración agitada, los ojos enloquecidos, las manos y los dientes apretados. Y así la encontró Noe-. Déjame en paz Manu, no necesito tú compasión.

África // AlbaliaWhere stories live. Discover now