He escuchado a las enfermeras hablar.
Dicen que debería volver a casa; que estoy aquí para llamar la atención.
También han mencionado, mientras creían que dormía, que mi pelo está siempre un asco y que mi cara está llena de acné, razones por las que justifican que ninguna chica haya cruzado la puerta de este cuarto.
Las enfermeras dicen cosas muy hirientes.
La gente es muy hiriente.
¿Qué les he hecho?
Sólo soy un adolescente, un niño...
Sólo soy alguien que quiere que lo quieran.
Aunque nadie lo hace.
Y estoy convencido de que las enfermeras tienen varios argumentos sobre el por qué.
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Aunque no me prefieras
Teen FictionFran no sabía en lo que se metía mientras caminaba a paso lento por los pasillos de su nueva secundaria, pero las cosas cobraron sentido cuando la conoció. ¿Podrá Alma unir sus pedazos rotos? ¿o terminará quebrándolo del todo? Una historia sobre el...