Capíulo 13: un desengaño, una carta y una bofetada

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Faltaba una semana para las vacaciones de Navidad y un día para saber si los resultados de sus exámenes. Eran una prueba para saber si tu ritmo de estudios estaba a la altura de los EXTASIS o no. Hermione ya se solía poner nerviosa por las notas, solo que ahora tenía que sumarle que Sirius no paraba de perseguirla, que Severus y Regulus se estaban distanciando de ella, que Lily casi no tenía tiempo para estar con ella y lo que más le disgustaba era que iba a pasar las vacaciones con los Malfoy. Narcisa pensó que sería buena idea que las familias pasasen unas "agradables vacaciones juntas".

Lo que no sabía Narcisa era que Scorpius había dejado a una Cassiopeia muy confusa. Ron era el uno chico del que Hermione se había enamorado y el único al que había querido besar. Se había besado con Victor Krum y con Michael Cormac, pero ningún beso le había hecho sentir lo mismo que las caricias de Draco. El de Cormac había sido hasta desagradable. Y ahora estaban los besos de Malfoy, al principio no le dio importancia ya que se los tomó como una muestra de afecto, algo diferente pero al fin y al cabo una muestra de cariño. Pero después de que él la provocara, no sabía que sentía ya que había querido que la besara. Pero era imposible que estuviese enamorada de Draco Malfoy.

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Caminaba hacia los terrenos, en particular hacia detrás de uno de los invernaderos. Estos días estaban tanto la biblioteca, como las salas comunes y los terrenos llenos de gente por lo que era casi imposible encontrar tranquilidad. El problema era que no solo ella conocía ese lugar, sino que también lo visitaba Sirius Black.

En estos días había visto una faceta desconocida del Gryffindor. A pesar de que parecía un irresponsable, siempre tenía los deberes y trabajos hechos a tiempo. A pesar de que en las clases hacía de todo menos atender se sabía las lecciones. En Historia de la Magia tenía ventaja ya que desde pequeño su padre cada noche en lugar de contarle un cuento le contaba la historia. Transformaciones siempre le había gustado y Defensa contra las Artes Oscuras casi todos los días la ponía en práctica. Pociones era una de la que menos le gustaba, pero ofrecía una amplia gama de múltiples bromas. Estudios muggles la tuvo un año, le gustaban los cachivaches que inventaron, pero sino no tenía tiempo para el Quidditch. Estás eran sus asignaturas preferidas.

A pesar de lo que pareciera en los TIMOS había conseguido muy buenas calificaciones. Aún no tenía muy claro a que se iba a dedicar pero eso no era algo que le preocupase. Cualquier trabajo le valdría.

Lo vio venir, venía con las manos en los bolsillos y sin ningún libro. La saludó con la cabeza.

-¿Qué toca hoy?- le preguntó sonriente.

-Hoy toca Runas Antiguas- le dijo con una sonrisa.

-Que se le va a hacer, hoy me toca tarde libre- se rio.

-Tengo libros de Pociones y de Transformaciones.

-No gracias, sino estudio contigo no me gusta.

-Sirius, ¿entonces qué harás?

-Mirar para ti.

Hermione dejó el libro que tenía en las manos y lo miró. Tenía puesta su mejor sonrisa.

-Vamos a ver, no eres mi tipo, no me voy a enamorar de ti y mucho menos te voy a decir algo que puedas usar en mi contra.

-¿Por qué me habría de interesar eso?-preguntó haciéndose el inocente.

-No soy tonta y sé que todavía me guardas rencor por haberte dejado en ridículo.

-Eso ya está olvidado. ¿Por qué no me crees cuando te digo que quiero salir contigo?

Mira el pasado y verás el presenteWhere stories live. Discover now