Capítulo 15: una noche inesperada

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Hermione se había levantado pronto. Hoy comenzaban las vacaciones de Navidad. Mañana sería Noche Buena y estaba contentísima. Era la época del año que más le gustaba. Por ello se encontraba acabando de hacer la maleta. El tren saldría dentro de una hora y si seguía pensando en todos los besos que se había dado con Draco la noche anterior jamás acabaría. Soltó un suspiro y se dispuso a acabar de hacer el baúl.

Mientras salía de su habitación y pasaba por la sala común recordaba la sorpresa que le quería montar a Draco. El problema fue que el chico la descubrió y no le dejó hacerla. La sorpresa consistía en decorar un aula para poder hacer una cena romántica. Quería resarcirse por haber estropeado la cena que le tenía el chico. Pero se había enterado y él no le había dejado hacerlo. A pesar de lo mucho que le había insistido todavía no le había dicho porque no le dejaba.

Llegó rápidamente al tren donde se dispuso a buscar a Regulus y a Severus. Casi todos los vagones estaban llenos.

-¿Por qué llegas tan tarde?-le preguntó arrastrando las palabras.

-No llego tarde- le replicó la chica.

-Tampoco temprano. Ven tengo un vagón.

-Malfoy he quedado con Severus y Regulus.

-Tranquila ya los he avisado ya que tengo algo que dejarte claro.

-Está bien- le dijo poniendo los ojos en blanco.

Cuando Hermione entró en el compartimento se sentó y Draco en frente.

-No sé si será igual, pero mis padres tenían unas reglas.

-Ilumíname.

-Hay una sala donde no se puede entrar. En ella hay varios artilugios, libros y demás que o bien son peligrosos o no deberían ser de dominio público.

-¿Intentas que entre o no entre en esas habitaciones?- ya que cada vez le entraban más ganas de ver que había en esas habitaciones.

-Granger, no tienes ni idea de lo que hay ahí. Algunos fueron pensados para la tortura de muggles.

-Está bien, ya me dirás en cuales no debo entrar- le contestó ya que no quería meterse en problemas. Estaba segura que alguna podría delatar sus orígenes.

-Y también te diré de cual no salir- le dijo el chico al verla pensativa.

-¿De cuál?- le preguntó sin estar consciente del todo.

-De la mía.

-De acuerd...¡Malfoy!- le gritó al darse cuenta de lo que le dijo.

-Eso te pasa por pensar en otras cosas.

-¡Boh! ¿Qué soléis hacer estos días?

Draco le estuvo contando alguna anécdota como que cuando era pequeño y sus padres no le dejaban estar en la fiesta de fin de año él y dos amigos más habían cogido una botella de champán, poco después había ido su madre a verlos ya que la elfa doméstica no sabía que hacer. Los niños habían cogido una varita mágica y estaban jugando a lanzar a la cosas por la ventana, al ver que la elfa se lo quería impedir la lanzaron un par de veces antes de avisar a la señora Malfoy. Narcisa en cuanto los vio los metió en la bañera con agua fría. Cuando ya estaban más sobrios los metió en cama. Al día siguiente, Draco con un dolor de cabeza enorme, tuvo que aguantar un gran sermón de su madre.

Mira el pasado y verás el presenteWhere stories live. Discover now