Capítulo 21: Confusión

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¡Hola! Este capítulo es muy importante, pasan cosas muy esperadas xD. También tengo que avisar que este capítulo tiene descripciones de carácter sexual explícitas.

Un saludo ^^


Ya que los chicos no quisieron acompañarla. Hermione se dirigía sola a Madame Malkin. La habían inaugurado hace poco, debido a lo bien que iba la tienda que tenían en el Callejón Diagon. Era muy parecida a la otra, de madera con una gran vidriera. En el escaparate había un par de disfraces, aunque nada comparado con el que le había encargado Walburga para ella. Acabó rápidamente ya que el vestido estaba perfectamente hecho a medida, solo hubo que ajustarlo a los zapatos que se iba a poner esa noche. Le enviaron el vestido a Hogwarts.

Cuando acabó se dirigió a comprar pergaminos y tinta. Cuando salió escuchó unos gritos caminó en esa dirección y vio a unos encapuchados que iban dejando un reguero de destrucción a su paso. Quemaban las casas y comercios y atacaban a todo aquel que se les ponía por delante. Hermione sacó la varita dispuesta a acabar con ese abuso. Pero alguien la agarró por los brazos y la arrastró fuera de la vista de los mortífagos.

-Tienes que irte- le dijo Snape mientras se sacaba la máscara.

-Pero toda esa gente morirá- le dijo con dolor.

-No te preocupes ahora por eso, el ministerio llegará en cualquier momento. Ahora vete- su cara era de preocupación. Se le notaba inquieto por la chica.

Hermione en contra de lo que le decía su corazón, le hizo caso a la mente y se fue. Si Severus le había dicho que se fuera era por algo. Antes de irse pudo ver como lanzaban maldiciones a diestro y siniestro sin siquiera saber a quién. Si se metía por el medio la masacrarían ya que era una contra unos veinte mortífagos. Lo único que pudo hacer un pequeño hechizo de protección, que consistía en crear una barrera que hacía que todo lo que se viese a través de ella se deformase. Así una parte del pueblo estaría a salvo.

Hermione se alejó fuera del rango de ataque. Pero desde donde se encontraba veía todo y no estaba muy lejos por si tenía que intervenir. Cuando vio que llegaron los aurores se fue al colegio ya que poco podía hacer.

Cuando llegó a la sala común buscó a Regulus y a Severus, pero no estaban por ninguna parte. Le preguntó a un par de compañeros y tampoco los habían visto desde la mañana. Dejó sus cosas en su habitación y cogió un libro para esperarlos en la sala común. El problema fue que a falta de una media hora para el baile aún no habían llegado. Subió a su habitación, se duchó rápidamente y en tiempo record se peinó, maquilló y vistió. A pesar de haber sido todo un poco apresurado estaba muy guapa.

Llevaba un vestido de color blanco de tela con bordados. Tenía un gran escote. Una franja de delante tenía un bordado con detalles brillantes y por los lados tenía volantes y en centro arriba un lazo. Por encima del codo las mangas cogían volumen e iban creciendo de delante a atrás. A partir de la cintura el vestido cogía volumen. También tenía detallitos. Los zapatos eran muy altos de color blanco con un pequeño detalle en brillantes por delante. Los pendientes eran de oro blanco con brillantes, prefirió dejar el cuello sin nada. El pelo lo llevaba muy rizado con mucho volumen recogido en lo alto dejando un mechón en el hombro. A juego llevaba un antifaz de color blanco con brillantes plateados en los bordes.

Cuando acabó, bajó a la sala común y vio que Draco no estaba así que fue a su habitación. El chico estaba acabando de ponerse la corbata.

-Granger, si quieres verme desnudo solo tienes que decírmelo.

-Malfoy, habíamos quedado hace cinco minutos y no aparecías.

-Estar más perfecto de lo normal, merece su tiempo. Ya está, vámonos.

Mira el pasado y verás el presenteWhere stories live. Discover now