Capítulo Cinco: "Solo cinco meses"

6.1K 414 50
                                    

-Bien, todo despejado. Rápido, por favor-

Lauren asiente y se pone en cuclillas detrás del tercer estante, mientras teclea el número de su asa en el teléfono celular que Camila le dio. Le da una última mirada a la morena antes de apretar el botón de "llamar"

-Ven- le murmura.

Camila se coloca a su lado y Lauren, sin saber muy bien porqué, ubica el teléfono de modo que ambas puedan oír a la persona del otro lado. Tampoco sabe muy bien porque le gusta el hecho de que su hombro y el de la morena están completamente pegados.

- ¿Hola?-
-Chris. Soy Lauren- susurra.

Lauren puede dedicarle varios minutos de charla a cada integrante de su familia, incluyendo a su abuela, quien no deja de repetir lo mucho que la extraña. Finalmente, el turno de Mike Jauregui llega.

-Hija, necesito que escuches esto bien-
-Si- afirma Lauren, mirando a la morena.
-Lo conseguimos. ¡Volverás a casa en exactamente cinco meses, una semana y tres días! - anuncia.

El siguiente movimiento de Lauren la sorprende tanto a ella como a Camila. Rodea a la morena por el cuello y deja que sus lágrimas salgan mientras abrazada a la otra chica. Camila corresponde en seguida, tomando el teléfono en una mano y rodeando la cintura de Lauren con su brazo libre.

- ¡Cinco meses!- sonríe. -Solo cinco meses, Camila... Eso... Dios mío-
-Termina de hablar con tus padres Lauren. Luego celebramos juntas- le sonríe.

---

Es la primera vez que Lauren entra en la habitación de Camila. Luego de hablar con su familia por casi media hora -y prometerle a Camila que ella pagará por su factura de celular-, la morena le había ofrecido ir a cenar con ella.

-Es muy linda- le sonríe.

Es linda, si. Tal vez un poco desordenada para el gusto de Lauren, pero debe admitir que la combinación del beige de la alfombra junto con el tono rosa claro de las paredes, es bastante agradable a la vista. No es muy diferente de la habitación de Lauren, solo que es "personalizada". Algunos posters en las puertas del ropero metido en la pared, un escritorio con una computadora y varias hojas desparramadas, una guitarra en una esquina, algunos muñecos, una tele más grande y nítida... Esas cosas.

-Gracias- se limita a decir, dejando su bandeja de comida sobre la cama. -Ven- sonríe, palmando la cama.
-Voy a extrañar tanto la comida de este hotel- se lamenta.
-Me encargaré de enviarte comida una vez a la semana- bromea Camila.
-No es mala idea- sonríe, apuntándola con una de sus papas. - ¿Street Travelers, eh? No sabía que te gustaba-
-No hay mucho que ver. En realidad, casi nunca miro televisión, por lo general me la paso estudiando- admite Camila.
- ¿Y cómo va eso?- pregunta.
-Bien. Suele ser más fácil cuando te gusta lo que estudias- sonríe.
- ¿Y siempre fuiste una nerd? ¿O solo surgió en la secundaria?- indaga Lauren, mirando como Camila se lleva una papa a la boca.
-Me adelantaron por primera vez en cuarto grado, así que supongo que venía desde antes- se encoje de hombros.
- ¿Y nunca desaprobaste nada?-
-Perdí medio año en sexto. Desaprobé todo y estuve tan deprimida. No me duche en cuatro días seguidos- admite.

Lauren se echa a reír en cuanto Camila lo hace. Que linda risa.

- ¿Y por qué eso del medio año?- pregunta. - ¿De dónde sacaste ese brownie?- pregunta.
-Mamá le pidió a Norma que haga una bandeja, y tal vez... Robé algunos- ríe. -Ten-
-En fin... ¿Decías?-
- ¿Qué por qué perdí medio año? Por mi "situación"- revela. -Sufro de hipertensión pulmonar desde toda la vida- sonríe. -Solo que me lo descubrieron en ese momento-
-Oh, Dios mío, Camila. ¿Estás enferma? Pero... Pero pareces tan sana...-
-No es gran cosa- ríe. -Tengo mis días, hay veces en las que el aire simplemente no llega a mis pulmones. Pero son más días buenos que malos, así que no te preocupes- la empuja con su hombro.

Es tarde cuando Lauren abandona la habitación de una dormida Camila. Simplemente la película la aburrió y se acurrucó en la cama junto a la ojiverde, haciendo que sus piernas se rozaran de a momentos.

Sin embargo, no se dirige a su habitación. Necesita información, y sin una computadora al alcance, la basta biblioteca deberá ser su salvación. Necesita información sobre Camila, la noticia todavía la tiene perpleja.

Son pasadas las 2 a.m. cuando Lauren encuentra un libro sobre enfermedades del pulmón. Es un libro enorme, pero afortunadamente le es fácil ubicar la enfermedad en el índice del mismo. Comienza a leer, sin saber muy bien si debería estar haciendo esto.

"La Hipertensión pulmonar es una presión arterial anormalmente alta en las arterias de los pulmones, lo cual hace que el lado derecho del corazón se esfuerce más de lo normal. En otras palabras, es una anomalía generada porque el corazón necesita trabajar más fuertemente para forzar la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos estrechos del pulmón. Con el tiempo, esto provoca que el lado derecho del corazón se vuelva más grande..."

Lauren traga saliva y aparta la mirada de la página del libro, sintiéndose ahogada. Deja el libro sobre la mesita y se levanta del sillón, caminando unos pasos mientras se autoabraza. Vuelve a mirar el libro. ¿Debería...?

"Síntomas: Con frecuencia, la dificultad para respirar o el mareo leve durante la actividad es el primer síntoma. Es posible que se presente frecuencia cardíaca rápida, mejor conocidas como palpitaciones. Con el tiempo, los síntomas ocurren con actividad más ligera o incluso estando en reposo. Otros síntomas abarcan:
-Hinchazón de las piernas y los tobillos

-Coloración azulada de los labios o la piel
-Presión o dolor torácico, generalmente en la parte frontal del pecho
-Episodios de vértigo o desmayo
-Fatiga
-Aumento del tamaño del abdomen
-Debilidad
Las personas con hipertensión pulmonar a menudo tienen síntomas que aparecen y desaparecen. Ellos informan que tienen días buenos y malos."

-Por Dios...-

No sale de su habitación en todo el día. No quiere ver a Camila. No se siente preparada para verla a la cara después de toda la información que su cerebro ha recibido. Sin embargo, en la noche, golpean a su puerta y sabe perfectamente que se trata de Camila con su cena.

-Lauren, lamento si te incomodé anoche- se apresura a decir la morena.
-No querías decirme, ¿Verdad?-

Lauren se siente enojada. Furiosa, a decir verdad, pero no le encuentra ni el más mínimo sentido a eso. Camila es su amiga, sí, y también le ocultó una enfermedad potencialmente grave, pero ella no tiene derecho a enojarse. Es la vida privada de Camila, después de todo.

-No. Odio contarlo. Odio que la gente me trate con... No me gusta que la gente me trate con lástima. Estoy enferma, ¿Y qué? Sigo siendo una persona normal, por Dios santo-
-Lo siento, Camila- susurra.
-Da igual- gruñe la morena.

Camila se voltea, dispuesta a ir a su habitación, pero Lauren, dejándose llevar por un impulso, toma su muñeca y la atrae a ella, abrazando su cintura por detrás. Siente a Camila tensarse y se maldice porque la está incomodando, pero la morena simplemente se voltea entre sus brazos y se aferra al cuello de Lauren.

Hace unos días, la situación era al revés: Camila abrazaba la cintura de Lauren, consolándola. Sin embargo, ahora era la ojiverde quien abrazaba a la chica más baja, escuchándola sollozar levemente sobre su hombro.

-Todo va a estar bien, Camila, te lo prometo- susurra en su oído.

Poco a poco, con pasos torpes y discontinuos, Lauren logra entrar a su habitación junto con la morena, aún abrazándola por la cintura. Una vez que llegan a la cama, Lauren se sienta sobre las sábanas revueltas y mira a una llorosa Camila, esperando a que se siente a su lado.

Vaya su sorpresa en cuanto la morena se sienta sobre sus piernas y vuelve a abrazarse a ella, para seguir llorando.

Oh, Camila...

Photograph || Camren.Where stories live. Discover now