Capítulo Quince: Desnuda y sudada

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-Deprisa, Lauren- insiste.

Lauren se sigue fregando el ojo derecho mientras Camila la arrastra por el pasillo. Deben ser como las cinco de la mañana. El piso esta frío al tacto de los pies desnudos de ambas, pero a Camila parece no inmutarla eso, solo está concentrada en conducir a Lauren a la biblioteca, guiándola entre estantes de libros alumbrados con una muy tenue luz, llegan a los sillones del fondo del lugar. Camila se sienta con un libro en las manos y Lauren se deja caer en el otro.

- ¿Vamos a leer algo?- pregunta, acomodándose en el sillón.
-Voy a leerte algo- corrige Camila.
-Soy toda oídos- sonríe antes de bostezar.
-Sin preguntas y sin interrumpir, por favor- ruega la morena.
- ¿Esta ruborizada?- enarca una ceja Lauren.
- ¡Lauren!- frunce el ceño. - ¿Qué acabo de decir?-

Lauren sonríe ampliamente y se acomoda de costado en el sillón, apoyando la espalda en el apoya brazos izquierdo y colgando las piernas por el derecho. Camila solamente sube las piernas a su sillón y apoya un cuaderno en éstas.

-Nunca fui buena en esto. En realidad, nunca fui buena con la escritura, se me da mejor eso de leer y memorizar. Pero debo hacer un esfuerzo y ver que sale de todo esto. No importa demasiado que tan mala sea, después de todo tu solo tienes que sonreír y decir que te encantó como toda una buena novia.- sonríe ante la pequeña risa de Lauren suelta. -Nunca fui muy abierta con mis sentimientos, con nada ni nadie, pero eso cambia contigo. Me gusta que sepas que te quiero, me gusta la sonrisa de boba que pones cuando lo digo. Me gusta que insistas en eso de repetir incesablemente que somos novias, porque me haces sentir valorada de una manera en la que no tienes idea. Y eso me gusta, me gusta mucho, y es tan fácil estar contigo, Lauren.- sonríe.
-Camila, yo...-
-No interrumpas- pide de forma amable, y Lauren sonríe viéndola a los ojos.
-Camzi, no es necesario que sig...-
-No Camzi- la señala con el dedo. -No interrupción-
-Al menos ven aquí- pide.

La morena se levanta de su asiento y se siente sobre Lauren, en la misma posición en la que la ojiverde está, solo que apoya su cabeza en el hombro de su novia. Solo entonces, Lauren puede ver la extensa cantidad de palabras y tachones hechos en la hoja del cuaderno.

-Sigue- susurra, abrazando la cintura de Camila.
-Nos conocemos hace muy poco tiempo, que a la vez puede ser demasiado viéndolo de distintos ángulos. Y decir que me atrajiste desde el primero momento que te vi, no sería en parte del todo una mentira. Apenas te vi, llamaste mi atención, sí. Pero tu actitud me molestó tanto que me dieron ganas de golpearte al mismo tiempo- Lauren ríe, besando el hombro de Camila. -Sin embargo, mi mamá habló conmigo acerca de tu situación, y fue cuando decidí acercarme a ti cueste lo que cueste-
-Que bueno que decidiste hacerlo- murmura la ojiverde en su oído.
-Sh- le da un leve golpe en el brazo.
-Lo siento- ríe.
-Estoy agradecida contigo por ser cómo eres cada vez que estás conmigo. Disfrutamos de estar en juntas haciendo casi cualquier cosa, y siempre esperé estar en una relación en la que eso pudiera pasarme. Así que supongo que eso me da pie a agradecerte por todo. Por estar conmigo y hacerme feliz, a pesar de que sabemos que no nos queda mucho tiempo probablemente, pienso aprovecharlo a tu lado. También quería agradecerte por dejarme ser tu distracción aquí. Y por quererme mucho, gracias por quererme de la forma en la que lo haces, y gracias por dejarme conocerte y quererte. Por abrir tus sentimientos conmigo y dejarme hacerlo. Me has contado cosas acerca de ti de las que estoy segura nadie más sabe, así como yo lo hice contigo.- susurra al final.

Camila deja el cuaderno en la mesa atestada de los libros que ella y Lauren han leído, y toma la mano de la ojiverde para que se levante junto con ella. La morena le rodea la cintura y Lauren coloca sus manos en los brazos de su novia.

-Gracias por estar conmigo, Lauren. Gracias por aparecer en mi vida de esta forma tan loca- le sonríe. -Eres una de las pocas personas que sé que son buenas para mí en la vida. Y eso significa muchísimo para mi- agacha la cabeza.

Lauren siente a Camila suspirar y le da un ligero apretón en los brazos, dándole a entender que no tiene porqué estar nerviosa. La morena levanta su rostro y Lauren le da un beso, el cual ella corresponde a gusto, subiendo sus manos a las mejillas de la ojiverde.

-Esa fue la mejor carta que recibí en mi vida- sonríe Lauren.
-Lo dices por compromiso- ríe la morena.
-No lo digo por ser la mejor novia del mundo- presume. -Lo digo porque me encantó en verdad. Gracias, Camz...mila. Camila- sonríe, ante el ceño fruncido de Camila.
-Supongo que debo resignarme a ese apodo- se encoje de hombros.
-Mi hermana menor me decía Lolo de pequeña. Y mi abuela Lern. Odiaba ambos, pero de tus labios debe sonar como el paraíso- murmura, dándole un ligero beso. - ¿Así estamos a mano?- murmura.
-Claro que si- sonríe. - ¿Vamos a la terraza?- pide. Lauren niega.
-A la habitación- besa su frente.
-Pero, Lauren, quiero ver el amanecer y es un día...-
-Precioso, y te juro que veremos el amanecer toda la semana desde la terraza- toma sus manos. -Ahora quiero besarte completamente, Camz- a la morena se le eriza la piel. -Y para eso necesito la habitación.-

La voz de Lauren llega en un susurro ronco al oído de Camila y siente que las rodillas le tiemblan. No puede negarse, no puede hacer otra cosa más que asentir con la cabeza. Y la ojiverde solo sonríe, al saber el poder que tiene sobre su novia. Recorren el poco trayecto de pasillo que las separa de la habitación de Lauren en silencio, y Camila se atreve a besarla antes de si quiera abrir la puerta. Lauren le corresponde el beso, hambrienta de más.

En cuanto ambos cuerpos caen a la cama, Lauren es quien impacta directamente con el colchón, mientras que Camila se acomoda con las piernas abiertas sobre su cuerpo. La morena devora su boca con una necesidad que Lauren no había visto antes en ella. Y ella no se queda quieta, recorriendo completamente la espalda prácticamente descubierta de Camila.

-Quítate esto, Camila- ordena.

La morena se estremece ante el tono autoritario de Lauren, y sin detenerse a pensarlo -y antes de si quiera darse tiempo a arrepentirse- se sienta sobre las caderas de Lauren y se quita la camiseta. Lauren apoya sus manos en el costado de la cintura de Camila y la admira. Se toma unos segundos para admirar su cuerpo desde el comienzo desde su pantalón hasta el rostro sonrojado de su novia.

-Preciosa- murmura.

Se incorpora en la cama y le quita a Camila la camiseta de las manos, arrojándola hacia los pies de la cama. Abraza el cuerpo de la morena y la pega a ella, besando su boca nuevamente, con la cabeza inclinada hacia arriba por la pequeña diferencia de altura que la posición les proporcionaba.

Lauren desliza lentamente sus manos a lo largo de la espalda de la morena, haciendo que se estremezca lentamente. Abandona la boca de Camila y baja por la línea de su mentón a su cuello y luego a su clavícula, donde se topa con la tira de su corpiño. En tanto deja besos húmedos a lo largo de su hombro, vuelve a subir las manos por la espalda de la morena y las ubica en el broche del corpiño de Camila. Toma entre sus dientes la tira del corpiño y la estira un poco hacia atrás.

-Auch- se queja levemente Camila, temblando abrazada a Lauren.

La ojiverde hace su camino de subida por la clavícula y el cuello de Camila -tomándose un ligero tiempo extra en esa zona- y llega nuevamente a su boca, donde un beso lento por parte de la morena la espera.

-Camz- murmura en su boca.
- ¿Hm?- rodea su cuello con ambos brazos.
-Necesito que me pidas que me detenga o no sé a dónde llegará esto- susurra.
- ¿Por qué te detendrías?- muerde su labio y Lauren no contiene un gemido bajo.
-Porque no quiero obligarte a nada, ni lastimarte- Camila deja un rastro de besos hasta llegar con su boca al oído de la ojiverde.
- ¿Quieres detenerte?-pregunta.
-No quiero detenerme. No hasta tenerte completamente desnuda y sudada, enredada entre mis sábanas- muerde levemente su hombro, sintiendo como Camila suspira. - ¿Quieres que me detenga?- se atreve a preguntar.
-No hasta estar desnuda y sudada entre tus sábanas- susurra una extasiada Camila.

Lauren sonríe, antes de volver a besarla.


Photograph || Camren.Where stories live. Discover now