Capítulo Trece: "Correspóndeme"

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Camila suspira largamente una vez más. ¿Debería seguir leyendo? Se remueve en la cama, viendo la pila de hojas desparramadas en su cama. Lauren le había pedido que las leyera a solas. No soportaba los nervios del momento.

Bien, aquí vamos.

Sé que tengo los días contados. Sé que tengo algo así como cuatro meses para lograr que caigas completamente por mi, y sí, por si te lo preguntas, esta es una amenaza y una advertencia a la vez; voy a lograr que te enamores completamente de mi Camila Cabello...

La morena siente el corazón acelerado y se detiene para apretar el papel contra su pecho. Lauren no había abierto la puerta de su habitación anoche más que para darle las hojas de papel. "¿Una carta? Parece más bien borradores" había pensado Camila al verlos, sola en el pasillo.

(Tal vez debí enumerar las hojas en un principio o pasarlas en limpio, pero me tienes demasiado distraída y ni siquiera sé cuál es la primer hoja y cuál la última.)

Vaya manera de matar el romanticismo, Lauren.

Otra hoja, veamos.

No soy muy buena en esto de las cartas, siempre preferí las canciones. Ya sabes, "repetitivas, profundas y cortas". Se me dan mejor, para ser sincera. Aunque ya que estoy siendo sincera, podría decirte que nunca he escrito una carta en mi vida. Al menos, no una "carta de amor". Pero nadie nunca dijo que debe ser ordenada, o que debe ser larga o que debe estar todo en una misma hoja. Y si alguien alguna vez lo dijo, ¿Por qué deberíamos seguir estereotipos?

-Estereotipos, ¿Eh?- sonríe para sí misma.

Camila, no sé que es esto. Realmente no tengo la más mínima idea de en qué nos estamos metiendo. Pero me encanta. Me encanta la idea de que en cualquier momento podría decirle a cualquier persona (mientras estés cerca) "Hey, ¿Ves a esa chica allá, con la nariz metida adentro de ese libro? Es mía." Y no sé que sientas en este momento, no sé si solo te gusto o si me quieres un poquito, pero yo solo quiero que sepas que, aunque no encuentre palabras para describir lo que me haces sentir cada vez que me besas o me sonríes, te quiero. Realmente te quiero. Y no es algo que diga muy a menudo, mi familia lo sabe bien. Solo espero que me correspondas en algún momento.

Camila suspira, sonriendo. Le entran ganas de reírse, muchas ganas de reírse, pero aprieta los labios con una sonrisa en el rostro aún y se recuesta de costado en la cama, abrazando la hoja entre sus manos, repitiendo las palabras de Lauren en su mente. Toma el papel más pequeño en sus manos. El último que falta leer.

Por favor, Camzi *voz de tu papá*, correspóndeme en esto que siento. Por favor, por favor, por favor. Te quiere (mucho, mucho), Lauren.

---

Lauren vuelve a levantarse de la cama y suspira, pasándose una mano por el cabello. Maldice internamente cuando un mechón se le enreda y se tira así misma el cabello. Frustrada, vuelve a sentarse, cruzando los brazos.

¡Van casi tres horas y media!

Quiere gritar y romper algo. ¿Por qué le confesó a Camila que le había escrito una maldita carta? Vamos, eso ni siquiera podía ser considerado como una carta. Eran solo un montón de hojas.Debería haberle dicho que no. Debería haberle dicho que le de algo de tiempo para arreglar...

Knock, knock

- ¿Lauren? ¿Estás ahí?-

Su corazón salta en cuando escucha a Camila al otro lado dela puerta. Se levanta de la cama y da tropezones hasta la puerta, intentando acomodar su cabello y su ropa para estar bien para su... chica.

-Hola- sonríe la morena.

Camila, literalmente, salta a ella. Rodea el cuello de la ojiverde con sus brazos y Lauren le corresponde por la cintura. Ambas se funden en un abrazo, y Camila siente la boca de su algo-pero-nada en su cuello. La piel se le eriza.

-Hola- susurra Lauren.

Entre beso y beso en el cuello de la morena, Lauren la jala por la cintura hasta que están totalmente dentro de la habitación. Entonces, se permite tomar la nuca de Camila y besarla, intentando desesperadamente demostrarle cuánto la ha extrañado y deseado.

-Sabía que tenía una letra horrible. Y que es difícil de leer. Pero te tardaste una eternidad- le reprocha. -Y te extrañe- hizo un puchero.
-Todavía no puedo creer que eres la misma persona que casi me deja plantada en la puerta de su habitación cuando la conocí- ríe Camila. -Y... También te extrañé- le dio un ligero beso. -Pero solo vine a entregarte esto-

Lauren toma el papel doblado varias veces entre sus manos y una emoción la recorre. ¡Camila le ha contestado la carta! Sin embargo, al abrirla y ver solamente una línea escrita, levanta la vista y frunce el ceño ante la morena.

-Nadie nunca dijo que una carta debe ser larga, mi amor- susurra en su oído antes de dejarle un sonoro beso en la mejilla.

Camila se va antes de que Lauren pueda si quiera reaccionar. Se toca la mejilla, donde los labios de Camila la besaron solo segundos atrás, y se dispone a leer la "carta".

Lo hago.

Te quiere (mucho, mucho) Camila.

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-Sonríe- murmura Lauren en el oído de la morena.

Camila obedece, apretando el botón de la cámara. Una vez que el flash indica que la foto se ha tomado, Lauren aprieta más sus brazos alrededor de la cintura de la morena, dejándole un beso sonoro en la mejilla.

- ¿Ahora puede ser al revés?- murmura.

Lauren la observa. Camila ha volteado la cabeza para hablarle a la cara y la ojiverde no puede apartar la vista de la boca que se encuentra a escasos centímetros de la suya. Bésala. Bésala, bésala, bésala. ¡Ahora!

La morena se gira entre los brazos de Lauren para tomarle las mejillas, correspondiendo a su beso. La ojiverde escabulle sus manos bajo la camiseta de Camila y las sube hasta la mitad de su espalda, sintiendo como a su contacto la piel se le eriza. Camila sonríe en su boca, sintiendo cosquillas. El beso finaliza y Lauren baja al cuello de su chica, mordiendo y besando, mientras Camila apoya su frente en su hombro, dándole un mejor acceso.

-Podría besarte hasta morir- susurra Lauren.
-Sh- musita Camila.
-Eres hermosa, Camila- le sonríe Lauren.

Un beso más basta para que ambas terminen en la cama. Camila sobre Lauren, con las piernas abiertas a cada lado del cuerpo de la ojiverde, quien le acaricia insaciablemente cada parte del cuerpo que tiene la piel al descubierto.

Camila esconde su cabeza en el hueco del hombro de Lauren, suspirando. La ojiverde sigue con sus caricias suaves, ahora subiendo levemente por su espalda, llevándose con ella la camiseta de Camila.

- ¿Estás bien?- susurra Lauren. -¿Quieres parar?-

La respuesta de Camila es un suave beso en sus labios. Y luego otro, en mejilla. Y otro en el mentón. Y luego bajando por el cuello, deteniéndose ahí mientras que con sus manos baja lenta y torpemente el cierre de la campera de Lauren.

-Cam... Camila- susurra.
-Sh- vuelve a insistir.

Al parecer aquellos ejercicios nuevos que su doctora le había enseñado a Camila para controlar mejor la respiración y tener una mejor retención del aire, estaban dando resultado. A pesar de que su corazón latía como loco, la morena sabía que no había llegado a su límite de oxígeno, por lo que siguió. Lauren tenía una musculosa bajo su campera (de la cual Camila ya se había desecho a la fuerza), por lo que la morena repartió besos húmedos y cálidos sobre la clavícula izquierda de Lauren.

- ¿Lauren?- murmura, sin dejar de besarla.
- ¿Si?- susurra cerrando los ojos, mientras la morena sube con besos a su cuello. -Dios- murmura, más para sí misma que para Camila.
-Sé mi novia-


Photograph || Camren.Where stories live. Discover now