Capítulo 9

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Capítulo nueve

Volvería a su casa.

 Aria logró salir de ese conducto sin haber sido atrapada por nadie, por lo menos había estado atrapada en los estrechos conductos por diez minutos, ella se había tenido que mantener concentrada para evitar entrar en pánico.

Burlar a la claustrofobia no fue el mayor reto para la chica, estaba asustada de quedar atrapada en ese lugar y no poder encontrar la salida, recordó lo grande que era el lugar en el que se encontraba, el metal no le permitía ver a donde se dirigía así que simplemente estaba rogando para estar en la dirección correcta.

Por suerte lo había estado. 

Había tenido que pasar por unos muy tensos minutos mientras que alcanzaban la puerta de salida que daba al camino, sus nervios estaban al máximo y sentía la adrenalina correr por su cuerpo, y eso le ayudó a poder correr por el camino hasta que ya no podía ver ese lugar.

Ella siempre había sido rápida y resistente cuando se trataba sobre correr, después de casi tres horas ella había logrado llegar a un lugar conocido, el sol ya se había levantado y no estar sumergida en la oscuridad de la noche la hacía sentir mucho mejor.

Aria se encontraba justo frente a su casa, ella sintió un revoloteo en su estómago al estar frente a su hogar, eran las primeras horas de la mañana y claramente todo estaba cerrado con llave, y como había dejado la suya con su ropa en el armario de Evans no tenía como entrar a esa casa.

Estar vestida con una camisa de muchacho no había sido demasiado cómodo, y correr con eso puesto le había sido un poco difícil. Consideraba eso como un ligero vestido, y había corrido con eso puesto.

Pero de cualquier manera no había nadie en las calles a esa hora de la mañana y nadie la vería estar casi desnuda, y de cualquier manera ella era joven y podrían pensar que simplemente era para cumplir una apuesta.

Aria decidió arriesgarse y se acercó con cuidado a la puerta de su casa para dar un golpeteo rítmico contra la madera. No había sido demasiado fuerte, así si sus padres estaban dormidos no los despertaría y evitaría preocuparles.

Pero en solo unos segundos la puerta frente a ella se abrió hasta el tope rebelando a sus padres ahí. Las noticias siempre viajaban rápido, probablemente ellos se habían enterado de una redada en alguna de las reuniones de la ciudad y como no habían demasiadas cercas pudieron pensar que su hija había sido una de las desafortunadas. Y si, ellos habían tenido razón.

Aria estaba muy desaliñada, tenía todo su cabello revuelto y habían algunas manchas de suciedad en sus piernas desnudas, ella estaba segura que sus mejillas se encontraban de color rojos por haber corrido y el frío que hacía durante las mañanas.

-- Me alegra tanto verte de regreso a casa -- Dijo el padre la chica mientras que le daba un gran abrazo -- Nos enteramos de que un grupo había sido capturado y pensamos que estabas en él. 

-- Lo estaba -- Murmuró la chica saliendo del abrazo de su padre y corriendo por la casa hasta llegar a las escaleras que la llevaron al segundo piso, a través del pasillo directo a su habitación. Sus padres el escuchar eso corrieron detrás de ella, aunque a un ritmo mucho mas lento.

Aria había sacado una maleta pequeña donde comenzó a poner ropa cómoda, dinero  y algunas cosas más que necesitaría cuando dejara esa casa.

-- Me tengo que ir de acá antes de que me encuentren -- Dijo la chica mientras que doblaba algunas prendas de ropa y lo podían en su maleta -- Lo siento mucho.

Los padres de Aria comprendían lo que sucedía, estaban llenos de dolor porque perderían a su única hija, y Aria no quería marcharse por su cuenta.

Sangre Pura #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora