Capítulo 20

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Capítulo veinte


Aria no le respondió. Estaba concentrada en su propia mente intentando aclarar lo que le estaba sucediendo ya que aunque nadie le dijo lo que sucedía directamente ella podía adivinarlo.


Y nunca había sentido tanto odio por alguien -o una especie- hasta ese momento.


-- Aria... -- La voz de Evans llenó la habitación. Estaba cargada de una una combinación de duda, inseguridad, miedo y ansiedad. Inseguridad en su estado puro.


Él sentía una presión en su pecho por el miedo al rechazo por parte de Aria. Ella se encontraba petrificada por el momento, completamente quieta sobre la cama sobre la que hace solo unos minutos había estado dócilmente recostada.


Evans estaba esperando su reacción, en esos momentos podía pensar en miles de posibles cosas que podía hacer por el shock del momento. Ella no estaba en su mundo de la manera que él lo estaba, Aria podía hacer cosas que él nunca podría ver venir. Estaba prestando esencial atención a cualquier movimiento que hiciera.


La fuerza de ella ahora era desconocida para él. Claramente era mucho mas fuerte que la de un humano, como la que ella había poseído hace solo unas horas, pero no sabía cual era el límite y si sería capaz de controlarla si es que ella se desesperara. También ahora ella era mucho mas rápida y eso lo mantenía listo para sujetarla en caso de que ella intentara escapar porque con las condiciones actuales esa tarea se le haría mucho mas fácil.


Él se acercó a Aria con un movimiento lento, todo el tiempo manteniendo sus dos manos dentro del cuadro que ella pudiera ver. Ella todavía no había hecho algún otro movimiento que abrir y cerrar la boca repetidamente. Pero cuando la palma de la mano de Evans tocó suavemente su mejilla, como si no fuera mas que un pétalo de una rosa o el aleteo de una mariposa bebé, Aria se alejó con agresividad golpeando la mano mas cerca a ella haciendo que Evans tuviera que pegarla a su cuerpo e intentar ignorar el dolor que el golpe de ella le había provocado.


-- ¡Ni se te ocurra tocarme!


Ahí estaba la reacción de ella que había esperado, y por suerte no había sido tan extrema como algunos de los escenarios que su propia mente le había mandado. Ella se había ido por el lado de la histeria y él ya podía ver a donde terminaría todo el asunto.


Ante el fuerte grito de la muchacha Hope no pudo evitar dar un paso hacia atrás para tomar un poco de distancia y cubrir sus oídos de manera protectora. Los padres de Evans simplemente se quedaron observando la escena sin intervenir ni mostrar ningún juicio.


Evans no estaba muy seguro de que podía hacer para calmar la furia de Aria, ni siquiera estaba seguro de que él pudiera hacer algo que fuera capaz de calmarla porque realmente estaba furiosa. Sus ojos lanzaban llamas hacia todos lados y si se hubiera podido ruborizar se encontraría mas sonrojada de lo que parecía ser posible por la rabia que sentía dentro de ella.


Evans sin esperar otro arrebato por parte de Aria se movió lo mas rápido que su cuerpo le permitía para quedar detrás de ella y sujetar sus muñecas firmemente aunque no con suficiente presión como para provocar que ella sufriera algún tipo de daño, a excepción de que le ocurriera luchar, porque él no la soltaría aunque se estuviera haciendo daño a si misma porque así evitaría algunos posibles problemas que podría provocar.

Sangre Pura #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora