Capítulo 14

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Capítulo catorce 

Al llegar al castillo Aria seguía dormida en los brazos de Evans. Ellos habían demorado alrededor de una hora en llegar, pero si Aria hubiera seguido caminando por su cuenta era probable que triplicaran ese tiempo.

Cuando pusieron sus pies dentro de la casa él decidió que lo mejor sería despertar a la chica, así que con mucha suavidad comenzó a sacudirla  y llamarla por su nombre hasta que finalmente ella abrió los ojos.

Evans con mucho cuidado la puso sobre sus propios pies manteniendo una de sus manos en su hombro para ayudarla a estabilizarse. Podía ver con claridad que todavía no se encontraba completamente consciente.

No pudo evitar pensar en lo tierna que se veía ella al despertar. Su cabello podía estar hecho un desastre, su rostro de un color mas pálido que el normal, estaba siendo torpe, balanceándose sobre sus pies mientras que frotaba sus ojos.

Él se pregunto si alguna vez se podía cansar de verla así. Ella no parecía reconocer su presencia junto a ella ni su mano apoyada en su hombro. Aunque su estado de inocencia extrema demoró poco en terminar. Ella volvió a la realidad cuando se escuchó el sonido de un cristal rompiéndose.

El sonido irrumpió en el silencio que anteriormente se había encontrado ahí. Aria se sobresaltó y dio un pequeño paso hacia atrás. Todos los recuerdos de las cosas que habían pasado a su alrededor habían vuelto. 

Evans la miró expectante. Había esperado que ella lo bombardeara con preguntas, comenzara a gritar o echara a correr. Pero ninguna de esas cosas sucedió. En cambio simplemente ella miraba a su alrededor intentando comprender lo que estaba sucediendo.

Él se dio cuenta que había pensado en la chica de una manera muy diferente a la que se estaba comportando en ese momento. No existía un rastro de violencia en ella. Claramente no estaba preparada para atacar en los momentos que no se sentía bien.  La agresividad se había ido por completo.

En cambio, ahora podía ver una parte de ella diferente y no se podía dejar de preguntar la razón por la cual no la había visto antes -o por la que Aria no se había dejado ver así- Ella era una niña pequeña. Demasiado inocente y demasiado pura.

¿Cómo no había visto eso antes?

-- ¿Qué ha sido eso? -- Preguntó ella refiriéndose al sonido del cristal roto.

-- No lo sé -- Respondió Evans con sus ojos fijos en ella -- De cualquier manera no es importante. A alguien se le debió haber caído una copa, ¿Tienes hambre? Es un buen momento para comer.

Ella negó con la cabeza algunas veces en manera de respuesta a él. Evans no estaba convencido con su respuesta, de cualquier manera conseguiría algo para ella.

-- Quiero saber que va a pasar conmigo -- Murmuró con voz suave ella -- Para terminar de una vez con todo. Estoy muy cansada y agotada.

Evans enmarcó el rastro de la chica. Ella pudo confirmar que aunque los vampiros eran fríos todavía se podía sentir una pizca de calor en ellos. O por lo menos en sus manos. El rostro de ella se encontraba caliente, y él no estaba seguro si que temperatura en humanos era la adecuada.

-- Te dejaré descansar, pero primero creo que debemos hablar -- Él dijo mientras que bajaba sus manos, los pasaba por la parte posterior de su cuello y terminaba  pasándolo por sus hombros y siguió bajando por sus brazos hasta que llegó hasta sus manos, tomando una de ellas entre las suyas para guiarla por el gran lugar y los pasillos engañosos.

Él la llevó hasta su habitación, ella no podía recordar los pasillos y la escalera, ¿Dónde se encontraba su sentido de la orientación? Claramente no estaba funcionando en esos momentos.

Sangre Pura #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora