Capítulo 39

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Capítulo treinta y nueve



-- Como quieras -- El castaño respondió abriendo la puerta -- Un gusto haber pasado el día contigo primo, justo como en los viejos tiempos. Pero es el momento de que ambos vayamos con nuestras chicas.

Evans le dio una pequeña sonrisa agradeciendo la compañía que le había brindado.

-- Lo repetiremos -- Aseguró -- Pero ahora tengo que arreglar las cosas con Aria.

Aria se encontraba recostada de espaldas en la cama con sus pies apoyados en la pared y Hope se encontraba sentada en el suelo junto a ella con las piernas cruzadas cuando Evans abrió la puerta de la habitación.

-- Un gusto verte, Evans -- Ella dijo poniéndose de pie y comenzando a caminar a la puerta -- Pero es momento que me vaya.

-- Gracias por todo, Hope -- Evans dijo mientras observaba a la muchacha abrir la puerta y guiñar un ojo a Aria antes de salir y cerrarla provocando un pequeño ruido.

Aria al quedar a solas con Evans bajó los pies de la pared y se sentó en la orilla de la cama para escuchar lo que el chico tenía que decir. Ella había pensado muchas posibles cosas que diría y había preparado respuestas ingeniosas.

Hace unos minutos eso le había parecido una buena idea pero ahora que se encontraba frente a frente ya no lo creía así.

-- Evans, yo... -- Ella comenzó a hablar con un tono cansado en su voz continuando después de una pequeña pausa en la que llenó sus aires de pulmones y su mente de confianza y seguridad -- Realmente lamento lo de hace un rato. Probablemente pudo haber una mejor manera de manejar esto.

-- Yo lamento haber dicho esas cosas. Pero no me disculparé por haberte sacado de ahí: estuviste cerca de morir -- Él afirmó -- Al menos diré que me disculpo por no lamentar eso.

-- Sigues siendo un idiota -- Ella respondió comenzando a sentirse molesta de nuevo.

Al haberse disculpado ella primero lo mínimo que él pudo haber hecho en su opinión era disculparse aunque no fuera completamente sincero. Decidió que en otra situación similar ella sería quien se comportaría terca. Le haría saber lo que se siente estar en su posición.

Evans decidió que si seguía el rumbo de la conversación terminaría igual o peor que la anterior. Él tenía suficiente confianza en si mismo de que en caso de otra situación peligrosa lograría sacarla de ahí si todavía no podía defenderse a si misma, con o sin su consentimiento.

Claro, le hubiera encantado que ella estuviera de acuerdo con lo que él decía, pero si la opción era discutir siempre por el mismo tema en el que ninguno cedería o dejarlo pasar y simplemente hacer lo que debe hacer en el momento que una situación difícil se presentara.

Aria no podía comprender algunas cosas. La inexperiencia le podía jugar en su contra si se enfrentaba a otro de ellos con un gran historiar el batallas, sea o no de la realeza. Generalmente las reinas nacían como vampiresas y a la hora de tomar su papel ya estaban familiarizadas con lo que tendrían que hacer. Pero su Alma era una inexperta, una principiante, que no conocía mas de la mitad de las cosas que ahora podía hacer y lo que le rodeaba.

La inocencia en ese lugar era un hermoso regalo y un arma de doble filo. A Evans le dolía pensar que en un tiempo la chica perdería ese brillo después de todas las cosas que vería. Eso siempre pasaba con los humanos. Su vitalidad se debilitaba a medida que la violencia se integraba a su vida y la inocencia se volvía desconfianza. Había visto a Hope poco a poco cambiar hasta ser una de ellos.

Sangre Pura #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora