Capítulo 13: Cambio de opinión

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Harry se removió incómodo sobre los cojines. Le dolía el cuello, la espalda y todo su cuerpo por dormir hecho una bolita. Y sí, aquella noche no había dormido en su cómoda cama, sino clavándose los muelles del sofá.

Aquello estaba siendo un gran golpe para su orgullo. Él siempre se había imaginado a sí mismo como el hombre de su casa, pero ahora sabía que su marido podía ser aún más orgulloso que él y que tenía un par de cojones. Y ahí estaba Harry Styles, durmiendo en el salón con una manta. Pero a pesar de todo, no pensaba cambiar de idea. Adoptar a los mellizos sería una locura y él aún creía estar cuerdo.

Comenzó a oír ruidos en la cocina y supuso que Louis ya estaría despierto. Entonces estiró su mano hasta la mesita para comprobar la hora en el móvil. A penas eran las ocho de la mañana, lo cuál le sorprendió, ya que el chico castaño no solía madrugar demasiado. De pronto sintió como los pasos de Louis se acercaban y entraba en el salón ignorando su presencia. Estaba ya perfectamente vestido y arreglado, luciendo tan guapo como siempre. Harry le observó de arriba a abajo mientras rebuscaba por el salón tratando de encontrar algo.

-¿Qué buscas? -preguntó incorporándose en el sofá y colocándose con la mano sus despeinados rizos.

-Las llaves del coche, ¿sabes dónde están? -Louis ni siquiera se giró para mirarle mientras hablaba.

-Creo que están en mi mochila pero, ¿para qué las quieres?

No obtuvo respuesta. El chico desapareció por la puerta con un pestañeo y Harry no supo que hacer. Había oído que era normal que los matrimonios discutieran y que no sería lo mismo que cuando sólo eran novios pero... ¿Sería siempre así? Ni siquiera llevaban casados veinticuatro horas y él ya estaba durmiendo en el sofá.

La verdad es que podría haberse ido a la otra habitación a dormir, pero no quería que le asaltaran los recuerdos y la melancolía. Esa era también una de las razones por las que no quería adoptar a los hermanos de Louis. Sabía que se encariñaría demasiado con ellos y no sería capaz de soportar una nueva pérdida.

-Me voy, Harry. Adiós -oyó al ojiazul despedirse desde la puerta.

Rápidamente se levantó y fue hacia la entrada para detenerle.

-Aún no me has dicho a dónde vas -pronunció serio.

-¿Acaso tengo que darte explicaciones de todo lo que haga? -Louis se giró para mirarle con molestia en su rostro.

-Soy tu marido.

-¿Ah, sí? Te recuerdos que ayer dijiste que sólo estábamos juntos por un "maldito contrato".

-No quería decir eso, cielo... Anoche estaba enfadado, ambos perdimos los estribos -contestó Harry con intención de disculparse-. Sabes que si me he casado contigo es porque te amo y estoy feliz de haberlo hecho.

El ojiazul se quedó callado ante aquello. La verdad es que sus palabras sonaban sinceras y él también amaba a Harry a pesar de todo. Había tenido tiempo para darle vueltas a lo que le había dicho la noche anterior. Le costaba admitirlo, pero tenía un punto de razón. Ellos no tenían recursos para cuidar de esos niños y no les darían la custodia.

-Me voy al hospital -sentenció-. Quiero conocer a mis hermanos.

-Lou...

-Sí, ya sé lo que me vas a decir. No quiero que me vuelvas a dar la charla. Ahora estamos juntos y... Si tu realmente no quieres cuidar de ellos, estoy seguro de que encontrarán a una familia que podrá hacerlo.

Harry notó la tristeza en su voz y sintió como su corazón se encogía. No le gustaba ver a su chico así.

-Dame diez minutos. Voy contigo.

El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora