Capítulo 30: Resistir la tentación

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La pequeña celebración había salido bastante bien. Liam se sentía la persona más feliz y afortunada del mundo por volver a tener a todos sus amigos allí y, sobre todo, por tener a Zayn a su lado de nuevo, ahora como su futuro marido. Ambos se encontraban tumbados en el sofá del salón, un tanto afectados por todo el alcohol que habían tomado esa noche. El chico moreno mantenía su cabeza apoyada en el pecho de Liam y el brazo alrededor de su cintura en un acto de posesividad. Ahora Liam era suyo, su prometido, y ya nada podría separarles nunca más.

Por su lado, Niall y Josh se encontraban sentados en el otro sofá. El rubio no paraba de pegarse a su amigo, buscando cualquier excusa para abrazarse a él. Mientras, Josh estaba demasiado bebido para darse cuenta de las intenciones del rubio y solo correspondía sus abrazos con una sonrisa boba.

—Liam, Liam, Li —llamó Zayn repetitivas veces sin levantar la cabeza de su pecho—. Ya no soy un sapo, ¿a que no?

El chico castaño soltó una carcajada recordando aquella conversación que habían tenido el día que se reencontraron.

—No, amor. Eres mi príncipe azul —contestó cariñosamente acariciando su pelo.

—¡Buscaros un hotel! —exclamó Niall riendo al oírles.

—Están en su casa, idiota —le reprendió Josh golpeando su brazo—. En realidad... Nosotros sí deberíamos buscar un hotel para pasar la noche.

El chico castaño se levantó tratando de mantener el equilibrio sobre sus piernas, aunque la borrachera que llevaba encima se lo dificultaba bastante. Ni siquiera pudo dar dos pasos cuando Niall tiró de él para que volviera a sentarse y se abrazó a él como a un osito de peluche.

—Niall, no... —Josh intentó soltar sus brazos de su cintura—. Tenemos que irnos.

El rubio parecía ignorarle y le abrazaba con seguridad para que no pudiera separarse de él.

—¡Niall, suéltame!

—No es necesario que busquéis ningún hotel —comentó entonces Liam, que parecía ser el más sobrio en la sala—. Tenemos habitaciones de sobra.

—No queremos... molestar —argumentó Josh.

Niall se separó para mirarle con una sonrisa boba.

—P-prometo no gemir... muy alto —comentó antes de volverse a echar a reir.

Liam y Zayn también rieron al ver las mejillas coloreadas de Josh.

—¡Niall! ¡Estás borracho! —se quejó el chico demasiado apenado.

—Y tú... también —respondió el rubio muy divertido por aquella situación.

—Espero que haya camas separadas —resopló Josh rogándole a Liam con la mirada.

                           ***********

A la mañana siguiente el chico despertó con un gran dolor de cabeza. Se sentía como si un camión le hubira pasado por encima la noche anterior, y es que el alcohol nunca le sentaba demasiado bien. Tardó unos segundos en enfocar su vista y darse cuenta de donde estaba. Era una de las habitaciones de invitados de la casa de Zayn. Josh había querido que durmieran en esa, porque tenía dos camas separadas y podría dormir a gusto.

Tras unos segundos, decidió que sería mejor ir a buscar algo para desayunar y una pastilla que le ayudara con la resaca pero, cuando trató de incorporarse, notó un peso sobre su cintura: el brazo de Niall. Josh se quedó estático en el lugar al sentir aquello. ¿Por qué el rubio le estaba abrazando? ¿No había dormido en la cama de al lado?

Lentamente se giró para quedar frente a él, con cuidado de no despertarlo. Niall dormía muy tranquilo y relajado, como si el loco chico de la noche anterior fuera solo una ilusión. Casi parecía un angelito que nunca hubiera roto un plato, y mucho menos que le hubiera hecho tantas indirectas sexuales la noche anterior. Josh rió internamente al recordarlo.

Durante unos minutos se dedicó simplemente a contemplarlo. Recorrió con su mirada cada rasgo de su cara, cada lunar de su cuello, cada pelo que caía sobre su frente. Niall era un chico bonito, eso nadie lo podía negar, y aún lo era más cuando dormía y hacía aquellos ligeros soniditos adorables con su boca. Josh no pudo evitar fijar su mirada sobre sus labios entreabiertos, que tantas veces le tentaban a dejarse llevar. Con cuidado llevó su mano a la mejilla del rubio, acariciándola y rozando sus labios con el pulgar.

—Tan besables... —susurró casi para sí mismo.

A pesar de todo, no dejó que aquellos labios se llevaran su cordura. Quería quedarse allí tumbado con Niall todo el día, sentir su respiranción tranquila contra su propio pecho, besar sus labios una y mil veces, preguntarle porque había sido tan atrevido de colarse en su cama en medio de la noche para abrazarle... Pero no podía, no debía, así que se limitó a dejar un suave beso sobre su frente y separarse con cuidado de aquel abrazo para ir a desayunar. Justo en ese momento dos golpecitos en la puerta hicieron que se sobresaltara.

—¿Puedo pasar? —preguntó Liam al otro lado.

Josh carraspeó y se incorporó con rapidez, quedando sentado en la cama.

—Ejem, sí, pasa.

—Solo venía a deciros que el desayuno ya está listo y que... —Liam se sorprendió al ver a Josh allí sentado junto al rubio—. Oh, lo siento. ¿Estábais durmiendo?

—Sí, o sea no, yo solo... Quiero decir... —titubeó el chico nervioso—. Yo he dormido... en esa cama, allí, y... Niall en esta... No juntos, ya sabes, yo he... dormido en esa cama y luego... Me he despertado y me he sentado en esta, pero... Yo he dormido en mi cama, ¿sí?

Liam se quedó mirándole perplejo durante unos segundos y terminó soltando una carcajada.

—Hey, tranquilo bro. Solo preguntaba si os había despertado —respondió divertido—. No estaba insinuando nada más...

—Bien, sí... Porque eso hubiera sido, um, raro. Niall y yo somos... amigos, ya sabes, best buds.

Liam volvió a reir asintiendo. ¿Qué mosca le había picado? Josh estaba actuando muy raro aquella mañana.

—Claro, lo sé. Así que... Podéis bajar a desayunar cuando queráis, ¿vale?

—Vale, gracias.

El chico castaño se fue, volviendo a cerrar la puerta tras él, y Josh se llevó las manos a la cara. ¡Acababa de hacer un ridículo espantoso! Seguro que ahora Liam se haría ideas extrañas en su cabeza...

—¿Josh? —escuchó entonces a Niall tras él.

—Ni, estás despierto —contestó girándose—. ¿Cómo te encuentras?

El rubio no contestó. En su lugar se llevó la mano al estómago soltando una arcada y terminó vaciando su estómago sobre las sábanas.

—¡Oh Dios! —exclamó Josh al verle vomitar y rapidamente le ayudó a incorporarse para que no se atragantara—. No debiste beber tanto, idiota.

—Lo... siento —balbuceó Niall cuando sintió que las arcadas habían cesado.

El chico castaño le ayudó a salir de la cama sin que se manchara la ropa y le acompañó hasta el baño de la habitación.

—Anda lávate los dientes, yo voy a quitar las sábanas.

—N-no es necesario, Josh. Yo lo limpiaré. Ha sido mi culpa.

—Hey, ¿para que están los amigos? —respondió él saliendo del baño.

Niall se inclinó hacia el lavabo para enjuagarse con el agua y por unos segundos decidió poder ahogarse con ella. ¿Amigos? ¿De verdad?

—Oh, es cierto, Josh —añadió a pesar de que el chico ya se hubiera ido—. Somos best buds.

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Hello lovely readers!! ¿Yo subiendo dos capítulos en una semana? ¿Es esto real? Jaja Sé que es cortito pero espero que os haya gustado ;) Subiré otro lo más pronto que pueda xx

El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry StylinsonWhere stories live. Discover now