El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry Stylinson

Capítulo 33: ¿Quién es A?

Zayn y Liam dormían profundamente cuando sonó el timbre de la casa. A penas eran las seis de la mañana y el sol aún no se había dejado ver en el horizonte. Los chicos habían estado despiertos hasta tarde la noche anterior revisando decenas de catálogos de bodas que la hermana de Liam les había llevado, por lo que el timbre tuvo que sonar varias veces antes de que alguno de ellos se despertara.

-Zayn -llamó Liam adormilado mientras zarandeaba el brazo de su prometido-. Han llamado a la puerta.

El moreno entreabrió un ojo, comprobando que no entraba luz a través de la ventana.

-Es de noche, Liam. Lo habrás soñado -contestó acurrucandose contra la almohada para seguir durmiendo.

-Que no, que lo he oído -replicó el chico convencido.

De nuevo se oyó el timbre escaleras abajo y esta vez el chico moreno también lo escuchó.

-¿Quién llama a estas horas? -preguntó Zayn incorporándose con el ceño fruncido y echándole un vistazo a la pantalla del despertador-. Solo son las seis.

Liam también se incorporó algo asustado.

-No lo sé, pero mejor no vayas a abrir. Puede ser cualquier borracho que se haya equivocado de casa.

El moreno consideró aquella opción durante unos segundos, pero el sonido del timbre se repitió una vez más.

-¿Y si es una emergencia? Tengo que ir.

Zayn se levantó y se colocó un pantalón deportivo y una camiseta que usaba para andar por la casa. Después salió de la habitación ante la preocupada mirada de su pareja. Aunque a Liam le diera miedo, él estaba demasiado intrigado por saber quién estaba llamando a la puerta a esas horas.

Bajó las escaleras despacio, tratando de no hacer ruido por si acaso la persona al otro lado le oía, y se dirigió a la cocina. Rebuscó durante unos minutos en el armario hasta que encontró lo que buscaba: la sartén más grande que tenían. Mientras la encontraba, el timbre continuó sonando repetidas veces y los nervios de Zayn se pusieron a flor de piel.

Entonces se acercó a la puerta con cuidado y echó un vistazo a través de la mirilla. Al otro lado pudo distinguir la silueta de una chica de pelo largo, aunque estaba demasiado oscuro para poder ver su cara. ¿Quién era y por qué estaba llamando a su timbre? Zayn se preparó levantando la sartén antes de abrir la puerta. Si venía a robar al menos podría darle un buen golpe y ganar tiempo para llamar a la policía. Aunque quizás podría tratarse de una trampa y había más personas escondidas. Una chica joven sería el perfecto señuelo para un atraco...

Estaba decidido a abrir la puerta y enfrentarse a cualquiera que hubiera allí cuando una voz al otro lado le hizo sobresaltarse.

-¿Zayn? ¿Liam? ¿Estáis ahí? -preguntó una voz masculina tras la puerta.

El chico moreno frunció el ceño y abrió finalmente.

-¿Harry? ¿Qué haces aquí?

Frente a él se encontraba el chico de rizos con una mochila colgada sobre los hombros y una maleta en la mano.

-Zayn, siento despertaros, pero necesito que... -Harry se calló contrariado-. ¿Por qué tienes una sartén en la mano?

Zayn sintió ganas de golpearse la frente con la sartén. ¿No se daba cuenta de las horas a las que estaba llamando?

-Anda, entra -contestó Zayn sin más, haciendo pasar al chico y dejando la sartén sobre la mesa.

Mientras Harry entraba con su maleta por el pasillo, él no pudo evitar soltar una carcajada repentina al recordar que le había confundido con una mujer.