El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry Stylinson

Capítulo 32: Papá Louis

—Papá, mi sopa está fría —se quejó Lucas removiendo la comida con la cuchara.

—La mía también —concordó Olivia—. ¿Cuándo va a llegar papá para cenar?

Louis no supo qué responderle a los pequeños. Harry ya debería haber llegado del trabajo hacía un buen rato y ni siquiera había llamado para decirle que llegaría tarde. Su paciencia se estaba colmando a cada segundo que pasaba y la de los niños también.

—Creo que hoy volverá tarde —contestó tratando de sonar casual para que ellos no se preocuparan—. Mejor empezamos a cenar nosotros y le guardamos su cena. ¿Queréis que os caliente la sopa en el microondas?

Ambos asintieron y Louis les regaló una sonrisa. Por más enojado y decepcionado que estuviera por dentro, debía actuar normal frente a sus hijos. Ellos no tenían la culpa de sus problemas matrimoniales. Calentó los platos de todos y comenzaron a cenar. Más le valía a Harry tener una buena excusa.

Después de la cena mandó a los niños a acostarse y decidió leerles un cuento. Al menos así podría distraerse y dejar de pensar en dónde estaría su marido. El libro que eligió fue uno que había comprado recientemente: Los Cuentos de Principes sin Princesas. Se trataba de una recopilación de historias basadas en cuentos tradicionales pero que en este caso incluían a parejas homosexuales. A Louis le había parecido una gran manera de enseñarle a los niños que las historias de amor entre personas del mismo sexo eran algo completamente normal y que no debían hacer caso a nadie que se metiera con su familia por ser diferente.

—Y permanecieron juntos amándose intensamente hasta el fin de sus días —finalizó Louis cerrando el libro.

—¡Qué bonito! —exclamó Olivia emocionada—. ¡Estuvieron juntos toda la vida! ¿Papá y tú también estaréis juntos para siempre?

El ojiazul tragó saliva ante aquella pregunta. Cada día sentía como su matrimonio se iba resquebrajando más y más. Sentía que había muchas cosas que Harry le estaba ocultando y no podía evitar que su confianza se debilitara. Él amaba a Harry, lo hacía, y deseaba tener un final feliz como el de los cuentos que les leía a sus hijos, pero la vida real era más complicada.

—Es hora de irse a dormir, cielo —contestó ignorando la pregunta y arropando a su hija—. Sino mañana llegaréis tarde al cole.

—Papi Harry te quiere mucho —comentó inesperadamente Lucas detrás de él.

Louis se giró para mirarle sin entender por qué había dicho aquello.

—Sé que me quiere, ¿por qué dices eso?

—No has contestado a Olivia. Seguro que os vais a divorciar como el papá y la mamá de mi amigo Dani —añadió Lucas muy serio y comenzando a hacer pucheros—. Yo no quiero que os divorciéis.

Tras decir aquello el niño rompió a llorar y el corazón de Louis se encogió en su pecho. Los recuerdos de sí mismo cuando era niño inundaron entonces su cabeza. Él siempre le preguntaba a sus padres si se querían y si se iban a divorciar. Siempre tuvo miedo de perderles por ello. Ahora eran sus hijos los que le preguntaban aquello y Louis no podía evitar recordar a su padre biológico que había abandonado a Jay mientras estaba embarazada de ellos. Lucas y Olivia podían estar entonces en un orfanato, o quizás en distintas casas de acogida de las que acabarían teniéndose que ir. Si él y Harry habían decidido darles una familia de verdad, no podían fallarles.

—No te preocupes por eso, bebé —dijo abrazando a Lucas—. Papá y yo nos queremos mucho y no nos vamos a divorciar.

Trató de convencer a su hijo con aquellas palabras mientras se convencía también a sí mismo.