CAPITULO 19: Venganza

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(Haley)

Entré a casa con mamá, que venía riéndose desde todo el camino de la casa de Simon, ya que encontraba gracioso que me hubieran robado la billetera.

—No es gracioso —volví a repetirle, pero esta no me hacía ni caso.

—Perdóname, pero, ¿qué estabas haciendo? —subí una ceja—. Ya sabes, tú nunca pierdes nada de vista, y te roban la cartera y ni te diste cuenta hasta ahora.

Eso era cierto, me ponía a pensar en dónde me pudieron haber robado, pero no podía saberlo, ya que en realidad nunca la dejé tirada, siempre la llevaba conmigo. Lo peor de todo era que tenía bastante dinero ahí, ya que había recibido el salario del mes anterior en el trabajo, y al parecer me había quedado vacía.

—No lo sé —gruñí fastidiada. Me enfurecía pensar que todo el trabajo que había hecho lo había perdido, aunque no había perdido todo mi dinero, ya que tenía bastante en mi habitación.

Pero, de todos modos, me enfurecía pensarlo. Mientras mamá reía me paseaba por el departamento en busca de Tyler, pero este no estaba. Ya estaba comenzando a asustarme... ¿Y si se había ido? ¿Si su misión era ver esa escena y ya nunca más la iba a volver a ver? Negué con la cabeza, tenía esperanza de que estuviera equivocada.

—¿Le pasó algo a Simon?

—No, ¿por qué? —mentí, mientras la ayudaba a cocinar. Al parecer a mamá no le había pasado desapercibido su ánimo cuando me fue a dejar a fuera de su casa.

Algo de esperar, pues luego de encontrarlo ahí lo ayudé a bajar y ni abrió la boca, en cambio se limpió las lágrimas y fue a colocarse la ropa, sin emitir palabra. Luego de que ya estuviera vestido me dijo que no me preocupara, que solo fue una broma con el equipo. Pero por supuesto no me tragué nada, sino que, en cambio, me puse a gritarle como loca de lo furiosa que estaba con ellos, que cuando los viera los iba a matarlos con mis propias manos, pero este me convenció de que lo mejor era no hacer nada.

Aunque le prometí no hacer ni una estupidez, por primera vez no iba a cumplirla. Era absurdo quedarse con los brazos cruzados. Apreté los puños con fuerza, no podía aún creer que hubieran hecho algo tan terrible. Iban a pagarlo, iban a hacerlo. En especial Steve Fox...

Cuando mamá ya había salido, porque tenía una cita, me quedé sola en casa. Pensé en invitar a Marie y Simon, pero en realidad quería estar sola para que llegara Tyler. Apagué el televisor luego de un rato, y pude escuchar su voz. Aunque no pude escucharla con exactitud noté que había soltado una maldición desde mi habitación. Sin pensarlo dos veces, corrí a esta.

—¿Tyler? —entré esperando verlo, pero no estaba. La habitación estaba vacía. Pero sabía que él había estado ahí, lo notaba. No lo había imaginado—. Por favor, no te vayas. Quiero hablar contigo —le supliqué, con la esperanza de que siguiera en el departamento escondido.

No hubo respuesta, pero me quedé tranquila. Ya que al menos tenía la certeza de que seguía aquí, que no se había ido. Sonreí como una tonta. Aunque en mi cabeza me preguntaba: «¿Que había venido a buscar o hacer a mi habitación?». De repente sonó mi celular y fui en su busca.

—Operación Panda activada —habló Marie desde la otra línea, con tono de asesina en serie.

—¿Qué?

—Ya sabes, así se llamará la venganza contra esos idiotas.

Marie había venido conmigo y Simon a su casa, ya que yo sola no creía que pudiera. Así es como las dos, sin que Simon lo notara, habíamos planeado que debíamos vengarnos.

—¿Panda? ¿No suena algo tierno?

—Es mi animal favorito, es tierno, pero cuando se enoja no hay cómo pararlo
—solté una carcajada. ¿En serio hablábamos de un panda?—. Ya, ahora sal para afuera, vamos a atacar al enemigo.

Mi Ángel Guardián I : La verdad dueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora