CAPITULO 31: Verdad o Reto

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(Tyler )

La misión de espiar al cuarteto —sí, así llamábamos ahora con Haley a mi padre, Anna, Roy y Holly— fue un total fracaso. Primero fui a ver a mi padre con Roy, y solo encontré a Fernando saliendo hacia el trabajo apresurado. Al seguirlo solo gané una clase de política, en su oficina. Luego volví a buscar a Roy, pero no tenía ni idea de dónde se encontraba. Y finalmente fui a la peluquería donde trabajaba Anna, y justo había salido a almorzar, de modo que tuve que esperar dando vueltas por la ciudad hasta que volviera, cosa que no hizo, ya que al parecer su turno de los jueves terminaba temprano.

Volví a casa fastidiado, esperando encontrármela, pero esta no estaba. Genial. Y aquí estaba yo, en el hospital, con Kyle, que me estaba provocando dolor de cabeza al escucharlo cómo me contaba su día.

—Por fin mañana es viernes —dijo este entusiasmado, a lo que yo fruncí el ceño.

—¿Y qué importa?

Kyle volcó los ojos.

—Mañana el hospital se vuelve una locura por la noche, ni te imaginas el alboroto que se hace. Aunque, pensándolo bien, los sábados es peor.

—¿Y te hace feliz?

—Por supuesto que no, pero tengo que admitir que al menos me distrae.

—Eres bastante raro —le dije, ya que el Kyle Reyes bueno ahora venía a decirme que le alegraba la desgracia ajena.

—No entiendes —refunfuñó, y se quedó mirando a una pequeña que andaba a paso lento, sin cabello, seguramente por un cáncer—. Sé que suena egoísta, pero al menos puedo sentir que la vida no es solo injusta conmigo, me hace darme cuenta de que hay personas que están viviendo algo mucho peor que yo —le sonrió a la niña, pero por supuesto esta ni lo notó; yo, por mi parte, solté un bufido.

—Nadie está viviendo algo peor que yo —refunfuñé, a lo que este se volteó sin entenderme—. Mi vida es una mierda de mentiras, Kyle. Mejor dicho, lo era. Nadie está viviendo mi infierno.

Este soltó una carcajada bastante sonora.

—¿Mentiras? ¿Vas a decirme que nadie está viviendo algo peor que tú solo porque te mintieron? —asentí, fulminándolo con la mirada—. ¿Sabes lo que es pasar hambre, Tyler? —negué con la cabeza—. ¿Estar toda una noche tiritando de frío porque tu padre no puede pagar la cuenta del gas? —¿Dónde quería llegar?— ¿Saber que el futuro de darle una vida mejor a tu familia depende de ti? Seguramente nunca se te pasó por la mente. Entonces no jodas, no sabes lo que significa vivir una vida injusta, Tyler. Tú viviste una vida de rey, unas mentiras no se comparan con eso.

Nunca pensé que Kyle Reyes me enfrentara así. Aunque no me enfadó, sino que más bien me hizo recapacitar con que Kyle su familia eran bastante sencillos. Y si no me equivocaba él se había metido en el equipo especialmente por la beca que podía ganar para la universidad, por lo que caí en la cuenta de que se estaba refiriendo a su propia experiencia, cosa que me hizo sentir como un capullo.

—Kyle... soy un idiota —logré decir, aunque me costó bastante, pues no me gustaba pedir disculpas. En realidad, muy pocas veces lo hacía.

Él se encogió de hombros restándole importancia para que no me preocupara.

—Mi familia me necesita, Tyler, por eso estoy seguro de que saldré del coma y todo volverá a la normalidad. Ganaré la beca y podré ayudar a mis padres a alimentar a mis hermanos —este sonrió nuevamente con ese brillo de esperanza en sus ojos.

Yo, por mi parte, no podía quitarme la culpabilidad que me embriagaba, y es que sabiendo esto me sentía aún peor por haber ocasionado el maldito accidente, ya que lo más probable es que Kyle no pudiera sobrevivir al coma, y caería toda la culpa sobre mí. Al menos tenía a Haley para que ayudara a su familia si no llegaba a sobrevivir.

Mi Ángel Guardián I : La verdad dueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora