Capítulo 16

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Había pasado un día desde Inglaterra había recuperado todos sus recuerdos, se la había pasado encerrado en su habitación, se sentía débil, ni Francia ni Canadá habían vuelto de la fiesta, al parecer se habían quedado en la casa de alguien más, y para ser honestos, así lo prefería, no tenía ánimos para decirle nada nadie, esperaba que Alfred ya se hubiera marchado, su estómago comenzó a hablarle, no había comido en todo el día, ya era prácticamente noche, cuando se levantó y bajó las escaleras silenciosamente, se dirigió a la cocina, encendió la luz, pero se llevó una terrible sorpresa.

Alfred estaba sentado mirando hacia adelante, mirando a Arthur, estaba llorando, Arthur nunca le había visto en un estado tan deplorable, sus parpados estaban rojos, igual a los de Inglaterra, este suspiró temblorosamente antes de acercarse y lanzarle duras palabras.


- ¿Y por qué sigues aquí? - Preguntó intentando sonar severo.


- Porque estoy enamorado de ti, y quiero que me perdones - Le dijo sin poder mirarle a la cara, seguía mirando hacia la nada misma.


- ¿Qué diablos quieres, no te basta? - le dijo sentándose en frente a él con los brazos cruzados, le costaba mucho reprimir su impulso de ir y abrazarle y decirle que todo estaba bien, pero a este punto ya no podía seguir mintiendo.


- Hace mucho tiempo te prometí que te iba a proteger, y no voy a romper mi promesa - le respondió levantando la vista para poder mirarle a los ojos, Arthur se quedó mirándole unos segundos. Le tomó las manos suavemente y le dijo.


- Tu sabes que estaré bien, de verdad que ya no quiero seguir pasando por esto, tu sabes perfectamente bien que no hay forma de probarme que cambiaste...lo único que te queda es esperar, y no quiero seguir sufriendo... - Le susurró amablemente, por mucho que quisiese deshacerse de todos sus sentimientos, le era imposible.


- Tú sabes que no pienso rendirme - le respondió un poco más calmado que antes. - Por favor prométeme que nunca volverás a desear algo así de estúpido.


- Te lo prometo...Alfred... - agarró sus manos fuertemente antes de soltarlas y volver a pararse - Puedes quedarte, con tal de que no me molestes.-


Alfred simplemente asintió mirando hacia abajo, Arthur se dirigió a la estantería para buscar las cosas necesarias para preparar algo. Luego de un par de minutos de cocinar se sentó en la mesa donde estaba Alfred, no se había movido ni un centímetro. Arthur comenzó a comer tranquilamente mientras le miraba, habían muchas cosas que hubiese querido que fuesen diferentes, pero lamentablemente, le había tocado una triste historia de amor, más que triste, algo trágico, se preguntaba qué era lo correcto, se preguntaba si su corazón podría aguantar otro problema más.


Alfred mientras, suspiró, no estaba esperando que Arthur le perdonara de un día hacia el otro, para nada, pero al menos quería cuidarle.


Cuando finalmente Alfred y Arthur ya estaban juntos, las cosas habían comenzado de maravilla, todo eran sonrisas y amor, pero las cosas empeoraron cuando un sentimiento había comenzado a florecer en su corazón, los celos, desde que las cosas con Ivan no mejoraban, si no empeoraban, este le había amenazado, le había amenazado con quitarle lo que más quería, a Arthur, al principio simplemente intentaba soportar sus celos, pero cuando Ivan comenzó a acercarse a Arthur, fue un terrible detonante, sus celos se descontrolaron y terminó haciéndole daño a la persona que más quería, lo que más le había dado rabia, era que aquello no era lo que en realidad quería, jamás había sido su intención, pero cuando ya se había dado cuenta de todo lo que había hecho, ya era demasiado tarde, Arthur se había marchado, había tenido un accidente, estaba en el hospital, y todo esto era su culpa. Cuando este despertó silenciado y sin memorias, al inicio pensó que era lo peor que podía pasar, como si fuese una pesadilla, pero luego de reconsiderar las cosas, pensó que podía ser una nueva oportunidad para arreglar las cosas, para comenzar todo de nuevo, pensó que era una nueva oportunidad para hacer lo correcto, luego de por fin Inglaterra recordara todo, se dio cuenta de otra vez estaba haciendo las cosas mal, todo lo que creía que estaba correcto en realidad estaba mal, y esta vez, quería hacer las cosas bien.

Inglaterra se paró de la silla una vez que ya había comido, América simplemente escuchó como se levantaba, cuando levantó la vista, Arthur estaba abrigado para salir a la calle


- Vamos afuera...Tengo ganas de hablar contigo, pero no aquí, este lugar me trae demasiados recuerdos que debería olvidar -


Alfred se extrañó de la invitación repentina, pero solo asintió y tomó su chaqueta - Está bien -


Arthur salió primero, luego de que Alfred saliera cerró la puerta con llave y comenzó a caminar, todo se había comenzado a congelar en la bella ciudad de Inglaterra, ninguno de los dos había dicho nada, solo estaban caminando en silencio hasta que Alfred rompió el incómodo silencio


- ¿De que querías hablar? - Preguntó mientras se acercaba un poco más a él.


- Bueno...Quería saber...porque, ¿Por qué hiciste todo esto? - Le preguntó mirándole con sus mejillas rojas, el frío hacia que sus mejillas se pusieran rojas como tomates.


- Bueno...la verdad es que de cierta forma, estaba perdiendo en sentido de las cosas, tenía los conceptos equivocados sobre el amor y honestamente estaba celoso, eran celos enfermizos que me llevaron a hacer las cosas incorrectas - Suspiró suavemente antes de cerrar sus ojos


- ¿Celos?... ¿Y celoso de qué? - Pregunto sin tener ninguna pista al respecto.


- Cuando recién habíamos comenzado a salir, tuve un par de discusiones con Rusia, la verdad es que nunca pasaron a más que discusiones, pero luego de que comenzara a hablar sobre ti...comenzó a decir que se iba a vengar de mí, que iba a arrebatarte de mi lado...entonces el comenzó a hablar contigo y ahí fue cuando comencé a hacer las cosas mal. -


- No...sabía nada sobre esto...lo siento, de cierta forma también fue mi culpa -

- No te preocupes, no es tu culpa...supongo que éramos las personas equivocadas en las situaciones equivocadas - Le sonrió de una manera extraña.

Silencer. (UsUk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora