HOPE (EDITANDO)

1

–hola belleza –le sonríe la castaña al pequeño–
–hola tía Helena –sonríe–
–hola mamá –besó la mejilla de su madre–
–hola cariño, pasa –se hizo aún lado–

Helena entró a la casa de su madre donde la esperaba toda su familia ¡cuanto los había extrañado! Se dijo para sí misma, el primero en abrazarla fue Gabriel su hermano dos años menor que ella.

-te hemos extrañado muchísimo -le dijo atrayéndola en un abrazo con fuerza-.
-y yo a ustedes -aspiró el perfume de su hermano-.

Después de separarse Laura su hermana mayor la abrazó con la misma fuerza que su hermano menor.

-bienvenida a casa Helena -le susurró en el oído-.
-me hiciste mucha falta hermanita -dijo reprimiendo el llanto-.
-y tú a nosotros -se separó de ella-.
-hola, papá -le sonrió y lo abrazó con fuerza-.
-mi pequeña flor -besó su coronilla-.

Helena subió sus maletas y se adentró a su antigua habitación, acomodó sus cosas, pero al poner sus cosas de uso personal en el escritorio una pequeña cajita se dio vuelta.

-mierda -susurró recogiendo las cosas, uno de los papeles que se encontraban doblados le llamó la atención así que se sentó en su cama y comenzó a leerla-.

Mi pequeña flor:

Sabes que no soy muy bueno escribiendo cartas ni expresando mis sentimientos, pero hoy se cumple un mes desde que estamos juntos, eres lo mejor que me ha pasado nena y te amo, si lo hago con locura cariño.

Jade Villef

Helena sonrió al leer el nombre de su primer novio escrito en aquella nota, emocionada volvió a sacar otra y comenzó a leer nuevamente.

Helena:

Se que estas peleada conmigo porque crees que entre mi mejor amiga y yo hay algo.

La castaña se ríe, pero siguió leyendo.

Pero quiero que sepas mi querida celosita que hoy 12 de febrero se cumplen dos meses desde que te conocí y han sido los mejores, agradezco haberte conocido, porque te amo y me encantan tus labios, tus abrazos, tus mimos y todita tu mi pequeña flor.

Y así la chica de ahora veintiochos años siguió recordando a su primer amor de hace dieciséis años, pero una de todas ellas le rompió el alma.

Helena:

Ya no sé qué más hacer, te lo di todo, mi pequeña flor y no lo valoraste, ¡Dios te amo!, por favor vuelve conmigo, estoy destrozado, lloro todos los días por no poder besarte, por siquiera tomar tu mano mi amor, por favor vuelve a mí.

Siguió leyendo la última carta.

Ya no puedo decirte ni querida, ni mi pequeña flor, eres una zorra te has ido y me has dejado sin ver tu rostro sin verte más, te odio helena ¡te odio!, terminaste conmigo y me has hecho la persona más infeliz del mundo.

-¿qué haces Helé? -le dice su hermano sonriendo-. te estamos esperando para cenar y te has quedado pensativa -ríe-.
-¿Gabriel tu recuerdas a Jade Villef? -le preguntó su hermana-.
-Claro fue mi mejor amigo en la primaria -sonríe-. ¿qué pasa con él?
-¿sabes que es de su vida? -ríe Helena y su hermano niega-.
-sé que se fue a Londres, su madre aún es nuestra vecina ¿pasa algo hermanita? -ella niega-.
-déjalo -sonríe-. bajemos.

Ambos hermanos bajaron y comenzaron a cenar.

-¿qué haremos en Navidad? -pregunta Ray, el pequeño hijo de su hermana mayor-.
-cariño haremos lo de todos los años -le sonríe su madre-.
-pero este año está la tía Helena con nosotros -le dice su hijo en protesta-.
-haremos que sea diferente campeón -le alienta la castaña a su sobrino-.
-genial -chilla el pequeño-. faltan dos días para Navidad -canta Ray-.

Helena ríe y siguieron comiendo, extrañaba a su familia, mucho y se arrepentía de haber dejado la cuidad por seguir a James, su exnovio.

Luego de la cena familiar Helena exhausta de tan largo viaje se acuesta en su cama y se durmió.

A la mañana siguiente se levantó de la cama debido a unos golpes en la puerta, asustada se levanta y corre escalera abajo, al abrir ve a un chico de unos dieciocho años.

-ayúdame por favor -susurró el chico-.
-¿qué pasa? -murmuró-.
-mi madre, mi madre está mal -le dice apresuradamente, mi hermano aún no llega y estamos solos-.
-bien, vamos corre -Helena salió de casa y corrió a la casa de su vecina-.

El chico abrió la puerta y corrieron a la sala principal, la chica asustada ve a la mujer que apenas puede hablar, como pueden sacan a mujer entrada en años y la suben al auto del padre de esta, ella corre a casa a buscar las llaves, una vez que las tiene en sus manos corre al auto y emprenden marcha al hospital.

-por favor ayúdenla -dice cuando entran al hospital-.

Los enfermeros se la llevan en la silla de rueda.

-si le pasa algo a mi madre me voy a morir -dice el chico-. todo ha sido culpa mía -gruñe desesperado-.
-tranquilo chico -lo abraza aún sin conocerlo-. ¿a todo esto como te llamas?
-Jack, Jack Villef -le dice el chico, Helena abre sus ojos sorprendida-.
-¿Jack? ¿El pequeño Jack?
-¿te conozco? -dice confuso-.
-soy Helena, Helena Miller -sonríe, pero el chico sigue mirándola como de una loca se tratase-. ¿Helé?
-¡no puede ser! -le dice sorprendido-. como has cambiado -sonríe-.
-tú también -ríe-. la última vez que te vi eras chiquito, tenías sólo siete años.

Luego de que conversaran un poco Jack logró calmarse.

-familiares de la paciente Loraine Prest -habló el doctor-.
-aquí -se levantó el chico-. soy su hijo.
-bien, lograron traer a tu madre antes de que sufriera el infarto, pudimos estabilizarla y ahora se encuentra fuera de peligro -sonríe el doctor-.
-Muchas gracias doc -le sonríe Jack-. ¿puedo pasar a verla?
-claro, yo te guío.
-yo ya me iré Jacky -sonríe la chica-. dale mis saludos a tu madre.

Helena estaba entumecida ya que no tuvo tiempo siquiera de cambiarse ropa y se encontraba en pijama y pantuflas en el hospital, caminó hasta su auto y se fue a casa