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A la mañana siguiente todos se habían levantado a eso de las ocho de la mañana a excepción de Helena que aún dormía en su cama plácidamente

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A la mañana siguiente todos se habían levantado a eso de las ocho de la mañana a excepción de Helena que aún dormía en su cama plácidamente.

—cariño ponte el abrigo —le dice la Laura a su hijo—.
—mamá tengo sueño —se quejó el niño—.
—debemos irnos a casa Ray —Le habla su madre—.
—¿me puedo quedar con los abuelos, el tío Gabriel y la tía Helena ?.
—no cariño, tu tía aún duerme.
—por favor mamá —rogó el chico—.
—está bien quédate, pero más tarde vendré por ti —besa su coronilla y se va con su esposo—
—hijito ¿quieres tomar desayuno? —preguntó su abuela—.
—no abue, me iré a la cama —le sonríe y sube, pero no se dirigió a la habitación que era de su madre sino a la de su tía Helena—.

El pequeño  entró a la habitación y sonríe el admiraba mucho a su tía Helena y cuando él fuese grande le gustaría ser como ella, desde pequeño muy pocas veces recuerda haberla visto, pero cuando cumplió los cinco años recuerda haber visto a su tía en una que otra revista y en la casa de sus abuelos para Navidad y año nuevo.

Sin más preámbulo el pequeño se metió debajo de las sábanas y se acurrucó al cuerpo de su tía, Helena abrió un poco sus ojos debido a que alguien se acurrucó a ella, al saber que se trataba de Ray lo abrazó hacia ella y besó su coronilla.

—perdón tía, no quería despertarte —le susurró—.
—descuida belleza, sigamos durmiendo —le sonríe con los ojos cerrados—.

Ambos se sumergieron en un profundo sueño.

Por otra parte, Gabriel se levantó a las diez de la mañana debía ir a trabajar a Happyland, saludó a su madre y luego a su padre.

—¿desayunarás? —pregunta su madre—.
—si mamá —le sonríe—. pero no te preocupes yo haré mi desayuno —una de las cosas que menos le gustaba a Gabriel era que su madre le hiciera el desayuno cuando ella estaba relajada—.
—no tengo problemas cariño —se comenzó a levantar—.
—mamá yo puedo sólo, siéntate —la alienta a que lo haga y a regañadientes lo hace, ella estaba encantada de servirle el desayuno a su pequeño—.

Gabriel se preparó el desayuno y comenzó a comer, miró la hora en su celular que marcaban las diez y media, se apresuró y una vez que terminó caminó hasta su habitación se puso unos pantalones negros, la camisa de trabajo con el logo de Happyland, ordenó su habitación, se puso la chaqueta de cuero mientras bajaba las escaleras y se despidió de su madre.

A las once de la mañana el pequeño Ray se despertó y comenzó a mover a su tía.

—tía despierta —le susurró—.
—Helena abrió sus ojos y besó la coronilla de su sobrino—. hola belleza.

Ambos se levantaron y bajaron las escaleras donde allí se encontraban su madre.

—¡uy! esas caritas —ríe la madre de Helena—. ¿cómo durmieron?
—excelente —dijo el pequeño con entusiasmo—.
—bien, les preparó el desayuno.
—no madre tranquila yo lo prepararé —la madre de la castaña bufó a veces le hubiese gustado que sus hijos fueran un poquito flojos para poder si quiera hacerles el desayuno pensó la mujer, pero luego se río de sí misma ante semejante pensamiento, los había criado bien se dijo—.

Helena comenzó a tararear una canción de su cantante favorito de parte de su preadolescencia y toda su adolescencia, mientras ella se movía de un lado a otro el pequeño jugaba con sus figuritas de acción.

—toma cariño —le coloca en frente unos panqueques con manjar y un vaso de leche tibia—.
—gracias, tía —besa su mejilla y la castaña no pudo sentirse más feliz—.

Luego de eso ella se sirvió un café sin azúcar y comenzaron a desayunar, luego de que comieran Helena subió a cambiarse de ropa y a ordenar su habitación, puso su teléfono en los parlantes y la canción shape of you de Ed Sheeran comenzó a sonar en toda la habitación.

Mientras Helena ordenaba en el piso de abajo se encontraba Berni y su nieto.

—cariño vete a lavar los dientes que tu madre vendrá por ti a la hora de almuerzo.
—está bien abue —el pequeño se levanta del sillón y camina hasta el baño, lava sus dientes y para cuando termina, la puerta principal suena—.

El pequeño corre para abrir la puerta, pero su abuela le había ganado y pudo ver que era su tío Jade.

—Tío —lo abrazó con entusiasmo, ese pequeño era muy alegre pensó el castaño—.
—campeón —revolvió su cabello—. hola tía —sonríe—.
—hola hijito, pasa —se hizo aún lado—. ¿que necesitas?
—vengo a ver a Helena —rascó su nuca nervioso—.
—pasa esta ordenando su habitación —le indicó las escaleras—.

A paso indeciso se dirigió a la habitación de Helena y a lo lejos pudo escuchar una canción de The Weeknd y no pudo evitar sonreír, siguió caminando hasta la habitación de la castaña y cuando se encuentra frente a la puerta toma el pomo de esta y la abre.

Helena bailaba en un short de pijama y una camisa grande mientras ordenaba la cama, pero por intuición levantó la mirada y se encontró con aquellos ojos verdes mirándola divertido.

La pillaron en su zona de confort, la castaña se sonroja y baja la mirada, camina con la cabeza agacha hasta los parlantes y apaga la música.

—¿qué te trae por aquí? —le dijo aún sonrojada y Jade no aguanto más y explotó en carcajada—. vete —gruñó—.
—oh vamos Helé —le dijo divertido—.
—Jade Villef sal de mi habitación —gruñó y el chico dejo de mirarla con diversión, se había enojado de verdad y eso lo hizo recordar cuando eran novios hace años atrás—.
—está bien me voy —alzó las manos—. pero que quede claro que no es la primera vez que te veo bailando alocadamente —sonríe—. recuerda que tu casa y la mía están una al lado de la otra.
—Helena niega sonriente—. vete —se trata de poner seria—.
—bien me voy —caminó por el pasillo—.

Helena cerró su puerta y se largó a reír, ¡qué vergüenza! Pensó, dejó de reír sola y caminó hasta su teléfono donde tenía un mensaje de Jade.

JAY: oh vamos Helé fue gracioso 😂❤️
HELÉ: calla, que vergüenza 😔
JAY: ¿perdón sí?
HELÉ: eres un bobo, entra.

Jade caminaba aun mirando su teléfono por ende chocó con la puerta de la habitación de Helena.

—mierda —gruñó, la castaña abrió la puerta asustada y al ver a Jade levantándose mientras se quejaba, no hizo más que reírse en su cara—.

El chico la miró y se largó a reír con ella y de la nada Helena lo besó, la chica esperaba el rechazo de Jade, pero este le correspondió, sus labios se acoplaban mucho mejor que hace dieciséis años atrás, sus labios se movían con lentitud como si ninguno de los dos quisiera separarse.

El chico la miró y se largó a reír con ella y de la nada Helena lo besó, la chica esperaba el rechazo de Jade, pero este le correspondió, sus labios se acoplaban mucho mejor que hace dieciséis años atrás, sus labios se movían con lentitud como si ...

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HOPE (EDITANDO)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora