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¡no me creo que estés embarazada! —chilló su hermana—.
—créelo porque es verdad —sonríe—¿cuándo te dan el alta? —le sonríe—.
—lo más probable es que mañana —suspira—.
—¿y cómo es la preciosa Helena? —sonríe— suena muy raro decir mi nombre.

después de un rato de conversar Helena dejo a su hermana con su esposo y se fue a casa, de camino su casa paso al restaurante donde su mejor amigo trabajaba, preguntó por él y le dijeron que se estaba cambiando ropa para irse a su casa.

—Helena —habló su amigo perplejo—. 
—viene a...  —él chico la interrumpe—. 
—lo primero, perdón —la abraza— no tenía idea por lo que estabas pasando —susurró en su oído y luego se separaron—

Salieron del restaurante y caminaron hasta el auto de ella, ya que lo había invitado a la celebración de los mellizos, una vez que llegaron bajaron de la casa y Helena tocó la puerta de su suegra, donde les abrió Gabriel, ambos pasaron y ella lo presentó, luego se fue donde su novio.

—hola mi amor —lo besa—.
—hola cariño —sonríe—. ¿cómo están?
—bien —ríe—. 
—¿cómo te sientes?
—tengo bastante sueño.
—perezosa —beso su nariz de forma tierna—. 
—es que me canso —sonríe—.

Pasado las ocho de la noche todos se estaban animados y Helena sólo quería dormir.

—te llevo a dormir —se ofreció Jack—. 
—no te preocupes hermano yo la llevo.
—él chico miro a Helena suplicante— deja mi amor, tu estas animado conversando —beso sus labios y con su cuñado caminaron hasta la habitación— ¿qué quieres decirme Jack?

— yo nada —dice nervioso—.

—dime, sabes que puedes confiar en mí —él chico suspira—.
—soy homosexual Helé —murmuró cabizbajo— ¿recuerdas aquella vez que mi mamá estaba en el hospital?, aquel día se lo dije, casi le da un infarto por mi culpa.
—no fue tu culpa, te sacaste un peso de encima Jack —acarició su espalda—. 
—el problema no es ese Helena —dice desesperado— el problema es que Felipe está obsesionado conmigo y ya no sé qué hacer —gruñó— tengo miedo Helé.
—no debes tenerlo —le sonríe con calidez— yo te apoyaré en todo, pero debes decirle a tu familia lo que está pasando no queremos lamentar algo después Jack.
—está bien —murmura— ¿puedo dormir contigo?
—ven aquí —se hace a un lado y acaricia el cabello del chico hasta que este se queda profundamente dormido—.

Helena con cuidado se retira de la cama y camina hasta la puerta, la abre y se dirige a la habitación de Jade para poder dormir a gusto, se desprende de la ropa quedando así solo en ropa interior, camina hasta su maleta donde sacó la crema, vertió un poco en la palma de su mano, para luego aplicarla en su vientre, una vez lista se puso pijama y se metió a la cama para disponerse a leer el libro que decía "mamá primeriza", escuchó las risas de su familia y las de su novio e inevitablemente ella igual sonríe, estaba contentísima con todo lo que tenía.

Ha eso de las ocho de la mañana la castaña se despierta por el sonido insistente del teléfono.

—¿bueno? —responde—.
—¿Helena Miller? —preguntan desde la otra línea—.
—si con ella, ¿qué sucede?
—le informamos que el joven de nombre Jack Villef se encuentra hospitalizado y con varias contusiones en su cuerpo y rostro, ha pedido constantemente que solo la llamemos a usted.
—voy enseguida, dígame el hospital y voy por él —la chica después de colgar se vistió apresuradamente, tanto fue el ruido y movimiento que hizo que Jade despertara—.
—amor que haces levantada tan temprano —la regaña— ven a dormir.
—Jade debo ir al hospital —susurró—.
—Jade se levanta preocupado— ¿le paso algo a los niños? —ella niega y el suspira—.
—es tu hermano Jade-
—¿qué le pasó a Dean?
—¡demonios! ¿es que no te das cuenta de lo mal que lo está pasando Jack?
—¿con que?
—tu hermano es gay y está en el hospital porque imagino su ex novio lo golpeó.

Jade no daba crédito a lo que sucedía, sin embargo, se vistió muy rápido y acompañó a su novia al hospital.

Dos horas después ellos ya se encontraban en el hospital.

—Jack —gritó Helena al verlo— ¡Dios! ¡mira cómo te dejo!

Helena se mostró muy preocupada y atenta con el chico sin embargo su novio se mantuvo cabizbajo y distante, luego de un par de minutos Jade sale de la habitación.

—¿por qué lo trajiste Helé? —cuestionó—.
—no lo quise traer, pero me asuste y al arreglarme hice mucho ruido y despertó —se disculpó—.
—ahora debe odiarme —murmuró—.
—no digas eso Jack —acarició su cara magullada— debes denunciarlo.
—no puedo, tengo miedo de que le haga algo a mi familia.
—Jack ya basta —le dijo enojada— no puedes vivir del miedo, él no puede hacerle nada a tu familia.
—no Helé no lo voy a hacer.
—está bien —suspiro— iré a ver a tu hermano.

Al salir Jade de encontraba sentado, con los codos puestos en las piernas y sus manos sujetaban desesperadamente su cabello.

—Jade —acarició su espalda la castaña—. 
—no puedo creer que es gay —susurró—.
—¿estás hablando enserio? —se molestó la chica- a tu hermano lo acaba de golpear su ex novi...
—no la termines —rogó—.
—suficiente —se levantó indignada del comportamiento de su novio— es tu hermano y en estos momentos te necesita, deja de comportarte como un imbécil y un pendejo —gruñó— el piensa que lo odias por ser gay.
—¡claro que no lo odio! ¿cómo podrían odiarlo?, pero me enoja el no haber estado ahí para defenderlo de ese imbécil.

Después de que Jade se calmó volvieron a entrar y el castaño abrazó con fuerza a su hermano menor.

—no te odio tonto —besó su cabeza—.

—no te odio tonto —besó su cabeza—

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HOPE (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora