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William ¿hiciste lo pertinente para ver si mi muestra estaba en buenas condiciones para ser donada? -preguntó el chico un tanto inquieto-.
-Si Jade -le dice su amigo a través del teléfono-
-¿y? -preguntó-.
-según todos los exámenes, están buenos -le sonríe- claro está que si quiere ser donante debes hacer un seguimiento.
-Will yo quiero ser donante no para cualquiera -se explicó- sino para una amiga.
-perfecto, cuando llegues a Londres firma los papeles y pon el nombre de quien quieres que reciba la donación, pero Jade ella debe someterse a tratamiento para que pueda donar su óvulo y así poder hacer la fecundación in vitro.

Jade comenzó a pensar en todo lo que tenía que hacer y el nombre de quién quería donar su esperma llegó a él ¿y si no funcionaba? Se preguntó, pero enseguida sacó toda inseguridad, Helena Grace Miller Rubio serás madre se prometió.

El chico se despidió de su amigo y cortó la llamada, pretendía hablar hoy con Helena sobre lo que pensaba hacer.

salió de su casa y caminó a la casa de los padres de Helena, tocó tres veces y le abrió un Gabriel despeinado y con sueño.

-hola Gab ¿está tu hermana? -el chico bosteza-.
-no, se fue a eso de las 7 de la mañana a Londres.
-¿y no sabes por qué? -habló confuso el de ojos verde-.
-según dice debía entregar un escrito, pero no me le creo y mi madre tampoco -entrecerró los ojos- tu no has tenido nada que ver ¿cierto?
-¿yo? -preguntó nervioso- apenas y nos hemos visto -mintió-.
-bien -se encogió de hombros-. ¿quieres pasar?
-no gracias, nos vemos luego -se despidió con la mano, para luego alejarse-.

¿Qué haría ahora? Se preguntó, sin Helena en Los Olivos, California no era posible llevar a cabo su plan, así que la llamó, pero su teléfono sonaba apagado, se resignó y caminó hacia su casa.

Abrió la puerta de casa de su madre y la miró ver televisión en la sala de estar.

-hola mamita -besó su frente-.
-hola mi vida -sonríe-.
-mamá debo volver a Londres, ha surgido una emergencia -mintió-debo irme lo antes posible.
-¿no pasarás año nuevo con nosotros? -preguntó su madre con tristeza, eso hizo que Jade se sintiera culpable-.
-trataré de llegar para esa fecha, pero no es seguro -le besó la mejilla y la abrazó, su madre se había vuelto más vulnerable con la muerte de Nicholas Villef, su esposo- te amo mamá -le sonríe con dulzura-.

Después de haber mimado a su madre unos minutos se levantó del sillón, subió las escaleras y llamó al aeropuerto para reservar, pero le dijeron que para fechas como estas no tenían nada disponible por ende Jade optó por su plan B.

-¿aló? -dijeron desde la otra línea-.
-hola Darío -habló entre dientes- necesito que me hagas un favor.
-el que sea para mi sobrino favorito -ríe, la risa que más detestaba-.
-necesito viajar a Londres y no tienen pasajes disponibles en el aeropuerto -titubeó- ¿podrías prestarme tu jet privado para viajar?
-para cuando lo necesitas -quiso saber su tío-.
-cuanto antes mejor.
-bien, te quiero en el aeropuerto a las 6 de la tarde, avisaré que vas tu, adiós -cortó sin más y Jade se sintió impotente-.

Nunca le gustó pedir favores y menos a la familia de su madre, ya que cuando ella quedó embarazada de Dean sus padres la echaron de casa y la sacaron del testamento de su abuelo. Sacudió su cabeza tratado de pensar en otra cosa y se dispuso a arreglar su maleta, para más tarde irse al aeropuerto de Santa Barbara donde vivía su tío, bajó las escaleras con su bolso y caminó hasta la cocina.

-no hay pasajes hasta dentro de un mes -informó a su madre- y tuve que llamar a Darío -gruñó ya que su madre se tensó- me iré hoy por la tarde.
-cuídate mucho mi amor -sonríe ladinamente, Jade sabía que su madre quería preguntar si su hermano preguntó por ella pero se contenía- no madre no ha preguntado por ti -le dijo- fue una conversación breve -trató de animarla-. bien manos a la obra que no harás el almuerzo tu sola -se acerca a ella y la estrecha en su brazos- lo haremos ambos.

El chico de preciosos ojos verdes estuvo ayudando a su madre en la cocina por una hora, ya que luego se les unió Jack y entre risas, anécdotas y amor pasaron la mañana.

Luego de que el almuerzo estuviese listo todos almorzaron nuevamente entre risas y mucho amor, Loraine se decía siempre que pesé a todo lo que tuvo que pasar para estar con ellos valió la pena, los amaba y ellos a ella.

La tarde se hizo corta y Jade ya estaba en el avión de su tío esperando a que despegará.

-¿se le ofrece algo? -preguntó una azafata-.
-no gracias -le sonríe educadamente-.

La joven se retira y Jade solo cierra sus ojos sumiéndose así en un profundo sueño.

El sol se escondió dando paso así a la luna junto con la noche, Jade respiró con profundidad mientras bajaba del jet, después de once horas de viaje el castaño se puso a pensar si llegar a su departamento o ir directamente a casa de Helena a darle la propuesta, pero ya eran las cinco de la mañana así que se decidió por ir a su casa, dormir y más tarde ya descansado le diría lo que quería.

Por su parte Helena estaba bastante cansada, pero debía terminar su escrito y entregarlo mañana en la mañana, pero su teléfono la distrajo con un mensaje de WhatsApp.

Jay: ¿qué harás mañana?
Helena: por la mañana debo entregar un escrito en mi trabajo y tengo la tarde libre ¿por qué?
Jay: he llegado hace una hora ¿podemos vernos más tarde?
helena: Jade yo creo que será mejor que no
Jay: he venido sólo para hablar contigo

Helena se sintió enternecida ante aquel acto.

Helena: está bien, ven a mi casa a la hora de almuerzo.
Jay: descansa nos vemos mañana.

Jay: descansa nos vemos mañana

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HOPE (EDITANDO)Where stories live. Discover now