39. Helado

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¡Wow! 4,8k+. OMFG. Impresionante la cantidad de leídas y votos que estoy teniendo dios mío. Me recontra re emociona en serio. Es una emoción parecida a que Cameron Dallas te guiñe el ojo. Ponele. ¡Gracias!

En fin, amo sus comentarios y el hecho de que voten. Me hacen muy muy feliz. Veré si ahora subo otro más. Y tal vez otro.

Gracias por sus bonitos comentarios y su apoyo

Las amo y Cameroncito también.

PD: estoy trabajando en otros proyectos que espero poder publicar pronto.

PD2: ¿No aman ese gif?

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Estás caminando con tus amigas mientras disfrutaban de sus helados. Reían, bromeaban y hasta intentaban tirarles o quitarles el helado entre ustedes. Un poco más adelante, el semaforo muestra su imponente luz roja y un auto se detiene a unos metros de ustedes. Lo que te llamó la atención del auto es que estaban escuchando tu canción favorita a un potente volumen. 

—¡Ooooh!—dijiste al reconocer la canción y comenzaste a bailar y gritar la letra de la canción, todo para hacer reír a tus amigas. Aun bailando y cantando, sin prestarle atención a nada hasta que el peso de tu mano se alivia. 

Tu helado se había caído, dejandote con un triste cono de helado completamente vacío.

—La puta madre—murmuraste deteniendo tu improvisado baile.

Al hacerlo, la musica baja su volumen y una risa desconocida para tus oídos te llama la atención. Un chico de cabello y ojos marrones cafés te miraba divertido, mostrando su bonita hilera de dientes en una despampanante sonrisa. Podías ver que era algo fornido y su piel estaba levemente bronceada. Acomodaste un poco tu cabello por el revoltoso baile y frunciste el ceño, divertida.

—No deberías reírte—dijiste al atractivo chico del auto que te miraba—Acabo de perder ese preciado helado.

El chico alzó los hombros e hizo un gesto de divertida indiferencia.

—Una chica con un buen apetito y que no se averguenza de maldecir—dijo él con una sonrisa y un destello en sus ojos—¿Que tal si te invito por otro helado, princesa?

No sabrías decir si fue el hecho de que sea increiblemente atractivo.

O el hecho de que te haya dicho 'princesa'.

O por la manera suave y "seductiva" para tus oídos, siendo su voz comparable con la suavidad del terciopelo. 

Alzaste los hombros como respuesta y le guiñaste el ojo. Él te lo guiñó de regreso y arreglaron para verse esa noche.


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Cameron Dallas ImaginesWhere stories live. Discover now